El odio ganará?

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Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores Nagita e Igarashi. Historia para dinámica de noche de brujas. Temática fantasiosa y sobrenatural.

George se despidió de todos, decidió viajar sólo. Le prometió a Rosemary que regresaría a su pequeña Candy. Rose se había puesto feliz al saber que su hija vivía y confiaba en su esposo. Pero, George omitió a los peligros que se enfrentaría y quizás jamás regresaría. Tom, su primogénito lo quiso acompañar pero no se lo permitió le suplicó que se quedara al cuidado de su madre y sus hermanos. Tom no muy convencido acepto cuidar a todos.

George sabía lo cruel y sanguinario que había sido con dar muerte a todas esa brujas que habían dado muerte a infinidad de niñas pequeñas, lo merecían pero lo cegó el odio y no se tento el corazón y arremetió con todos. No se le hacía correcto que existiera gente con esos dones o maldiciones. No se le hacía de Dios. Para él todos eran seguidores del diablo. Él no creía eso de que existían dos bandos, los oscuros y los de la luz.

Para él, tener poderes sobrenaturales era una herejía y debían morir. Pero al saber que su hija Candy fue víctima de un hechizo oscuro, cambió su manera de ver a estos fenómenos, puesto que dependía de que uno de estos hechiceros, para que rompiera ese maldito hechizo. Él había acabado con las últimas brujas y sabía perfectamente que eran hechiceros de luz y aún así fue implacable. Se dio de topes al saber que las únicas que podían romper el encantamiento eran esas pobres mujeres a las que dio muerte. Pero ahora tenía una esperanza al saber que existe un descendiente de esas hechiceras de luz. Si hubiera visto a ese pequeño niño lo hubiera exterminado como a un bicho nunca imaginó que existiera siquiera.

Ahora haría todo por recuperar a su hija y suplicaria para que este hechicero quiera ayudar y sanar a su hija consentida, la luz de sus ojos. Esperaba lograr cruzar ese sendero y llegar hasta su hija.

George se encontraba en la entrada del sendero, su piel se erizo sentía un aire demasiado pesado y pensaba como era que su hija no se intimidó al cruzarlo. Se armó de calor y se adentró, se daría prisa puesto que faltaba poco para que fuera el alba. Solo así lograría llegar hasta ese supuesto bosque encantado. Al cruzar el sendero se percató que la vegetación cambiaba. Paso de verdes y espesos árboles, ha un desierto con cactus y arena, sintió frío congelante al ver que todo estaba cubierto de nieve y después vio un lugar árido y seco sólo rocas sin un ápice de vegetación. Quiso adentrarse y desviar el camino pero recordó que no debía perder su objetivo por que no habría retorno. Al pasar todo eso, escuchaba como lo llamaban eran unas voces tetricas y aclamaban venganza hacia él, quizás eran las almas de esos seres a los que dio muerte sin piedad. George se sentía desfallecer pero se armaba de valor puesto que su pequeña hija lo había cruzado y él también lo haría.

Al fin lo había logrado, estaba por amanecer el sol iniciaba su salida se apreciaban esos rayos luminosos nacientes desde el horizonte y vio como se abría un agujero y podía apreciar un hermoso bosque y el ruido de una cascada y se adentró sin pensarlo. Logró su cometido y pudo apreciar la magnificencia del lugar. Quedó admirado por tan bello lugar. Todo era como mágico. Solo rezaba para que su hija estuviera sana y salva. Sin desmontar se dispuso a recorrer el área y quedaba maravillado del lugar nunca hubiera imaginado que existiera y no le cabía la menor duda que este lugar era mágico y que solo un ser de luz podría manipular así la naturaleza. Recorrió sigilosamente todo buscando a su adorada hija. De repente el caballo reparó puesto que un zorro se atravesó y George al estar distraído no se agarró bien de las riendas y se cayó del caballo golpendose la cabeza, pero antes de caer dio un grito desgarrador.

En un lugar cerca de ahí unos rubios adormilados escucharon ese grito desgarrador. Albert supo de inmediato que alguien se había adentrado en su propiedad. Sí, todo ese paraíso le pertenecía. Pero se sentía inquieto quizás alguien venía en busca de su hermosa ninfa y entró en pánico al pensar que Candy lo dejara. No podría vivir sin ella.

-Oh, Albert... ¿escuchaste eso?-preguntó Candy exaltada y despertando del todo.

-Sí, alguien se ha adentrado a mis dominios, tal vez sea alguien que te pueda estar buscando-dijo Albert con un dejo de preocupación y no estaba errado. Se preguntaba qué haría si alguien quería arrancarle a su mujer. Eran sus pensamientos. Candy, supo que podría estar en lo correcto su padre haría todo lo posible por rescatarle y ahora se preocupaba que fuera así, y le separen de su hermoso angel. ¿Sería capaz de alejarse de él?. Solo imaginar no verle nunca mas y mas ahora que ambos se habían entregado en cuerpo y alma le dolía el corazón sólo imaginarlo.

Ambos se vistieron de manera apresurada, se encontraban desnudos se habían amado toda la noche hasta el alba, ahora se pertenecían.

Salieron de la cueva y ya había amanecido totalmente y vieron cerca un caballo. Candy de inmediato lo reconoció era el caballo de su padre y supo que el grito fue de él.

-Oh por Dios, es el caballo de mi padre. Albert mi padre está aquí y quizás esté herido-Candy dijo desesperada y agarrando camino y buscarle. Albert la siguió y vio como Candy tomaba las riendas del caballo y le acariciaba la crin. Albert se acercó pero escucho un leve quejido y se percató que en medio de unos matorrales se encontraba un hombre con bastante sangre en la cabeza. Llegó hasta el y le vio. Albert le reconoció, jamás le había olvidado, como podría olvidar el rostro sanguinario del hombre que dio muerte a su madre y abuela. No podía articular palabra alguna, los recuerdos de aquel horrible día se le vinieron como flashes. Recordó la promesa jurada de vengar a sus madres y ahora ante él se encontraba el hombre que había desgraciado su existencia. Albert estaba por acercarse al cuerpo de ese mal hombre. Pero se detuvo en seco al escuchar el grito de Candy.

-OH, NO, NO... ¿PAPÁ?-Candy se arrodilló ante él. Solo así Albert fue consciente de que este hombre que ha odiado toda su vida es el padre de la mujer ama.

Continuará

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