El Alfa cargó a su Beta para sacarlo de la tina y del baño. No dejaron de besarse en ningún momento, Yoongi lo dejó en la superficie mullida de la cama mientras Jimin se aferraba a la idea de no soltarlo nunca. Pero más que ser un acto apresurado, en realidad ninguno tenía prisa. Nunca la tenían a la hora de amarse. Se tocaban con todo el afecto que se tenía el uno por el otro. Jimin solo podía decir su nombre en quejidos de placer mientras sus piernas eran acariciadas por el Alfa, aunque él no se quedaba atrás. El Beta jadeaba en su boca, siendo esto el fuego que encendía por completo el deseo de Yoongi. Finalmente se fundieron en un beso apasionado y hambriento, las manos del Beta recorrieron los brazos de Yoongi, subiendo hasta llegar a su nuca donde lo tomó para profundizar el beso.
El Alfa gruñó en su boca, y abandonó sus labios, encaminándose de nuevo a su mandíbula, mordiendo y lamiendo aquellas áreas sensibles. Comenzó a mover las caderas, creando una fricción placentera y Jimin echó la cabeza hacia atrás para darle más acceso a su cuello. Escuchó un ligero ronroneo venir de la garganta de Yoongi y eso le provocó una sonrisa que desapareció cuando una mano del Alfa se presionó en su zona íntima, tomándolo y apretándolo. Gimoteó, disfrutando de ser tocado por su esposo y abrió más las piernas para que sus dedos mágicos entraran despacio en su interior.
—Oh —Jimin entrecerró sus ojos, cegado por la candente estimulación—. Y-Yoongi...
Yoongi admiró el rostro de su Beta. Una leve capa de sudor bañaba la frente de Jimin, sus labios abiertos dejaban escapar suaves gemidos, una bendición para sus oídos, tenía el cabello plateado revuelto y la respiración agitada. Era una vista agradable que, gracias a la luna, tenía la dicha de ser expectante. Sacó sus dedos, pero antes de escuchar las quejas de Jimin, se adueñó de sus labios al tiempo que se alineaba en su entrada. El Beta volvió a gimotear, estaba sintiéndose necesitado de más contacto.
La estrecha cavidad de Jimin lo envolvía de una manera tan caliente que perdió el control. Rasguños en su espalda, un par de buenos muslos enredados en su cadera, mordidas en su hombro, gemidos en su oído; eran demasiados incentivos los que su pareja debajo de su cuerpo le brindaba a la hora del sexo. El Alfa gruñó aumentando la velocidad de sus estocadas y se deleitó con los bellos sonidos agudos que el Beta liberaba sin cuidado.
Sus respiraciones se mezclaron. Las penetraciones que propinaba Yoongi eran tan fuertes que el sonido de sus pieles chocar con brutalidad enviaba constantes ecos en la habitación. Era excitante para los dos. Jimin jadeaba fascinado mientras Yoongi ingresaba una y otra vez, todo sin olvidarse de que era algo que ambos debían disfrutar. El Alfa siempre hallaba el punto débil en su cuerpo, besaba su cuello, dejaba incesantes mordidas en él y le susurraba al oído lo bonito que era.
Se besaron con necesidad, Yoongi ayudó a Jimin con su libido y este se apretó a él como agradecimiento.
Un familiar cosquilleo se asomó en el vientre del Beta, lloriqueó pidiendo más, y por supuesto, Yoongi no dudó en entregárselo porque su tarea principal era complacer a Jimin en lo que quisiera. El Alfa mordió el labio inferior de su Beta y continuó moviéndose ferozmente dentro de él, sintiéndose también en el borde del placer. Los dos estaban cegados por sus instintos. Eran rudos y apasionados, a los dos les gustaba que su coito fuera así.
Las paredes internas de Jimin se ciñeron muy bien entorno al falo grueso de Yoongi que en el momento menos esperado liberó su esencia dentro del Beta.
—Maldita sea... —siseó Yoongi—. Oh, Jiminie...
Jimin perdió el aliento y alcanzó su punto un poco después que su Alfa. La mano de Yoongi se llenó de su líquido viscoso pero a ninguno pareció importarle porque estaban tratando de recuperar la calma.
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❝내 천국❞; You're my Heaven |Yoonmin|
FanfictionMientras el Beta espera la llegada de su Alfa, cuida a la camada de Lobeznos y trata de pensar en cómo será ese nuevo día. La marca de lo que fue el peor momento de sus vidas, hará que Jimin se sienta atascado en un agujero de tristeza. Pero Yoongi...