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– Ah que muchachitos – exclamó MinHo con una amplia sonrisa.

– ¿Y tú adónde vas a esta hora? – preguntó JaeHyun para desviar el tema mientras yo me ponía detrás de él para tratar de cubrirme.

– ChanMi tiene antojo de limones así que voy a la cocina por unos... aunque me doy cuenta que no es la única con antojos en esta casa – dijo de lo más divertido.

– Buenas noches, MinHo – respondió JaeHyun ignorando el comentario.

– Buenas noches jóvenes, no se desvelen mucho que mañana desayunamos temprano y no quiero que se estén durmiendo en la boda.

– Espero que a ti te deje dormir ChanMi o serás tú el que se esté durmiendo.

– De ningún modo, yo soy fuerte, descansan, ¿eh?, recuerden que mi habitación está pegada a la suya y me daré cuenta si están dormidos o no.

JaeHyun movió la cabeza negativamente y seguimos caminando, yo ni siquiera quise darme la vuelta cuando pasé al lado de MinHo que bajó las escaleras.

– Qué vergüenza.

– No te preocupes corazón, ignoralo como yo.

– No podré mirarlo a los ojos mañana.

– MiSuk, no quiero que vuelvas a decir eso, no tienes nada de qué avergonzarte, eres mi novia y ya te dije que no estábamos haciendo nada malo.

– No, pero, es tu casa y siento que le hemos faltado al respeto.

– Tranquila corazón, créeme que MinHo y ChanMi también tienen su historia y no nada más en esta casa, una vez los pillé en la biblioteca de la universidad.

– No quiero detalles, por favor.

– Vale, sólo te lo digo para que no te alarmes.

– ¿Así que eso de exponerse a que los descubran viene de familia?

– Creo que sí, al menos del lado masculino, nunca he pillado a SeulGi y más le valía.

– Ay, tu lado machista tenía que aflorar – dije moviendo la cabeza negativamente.

– No es eso, es obvio que ya lo ha hecho con SeongJin, pero, de aceptarlo a verlo – se sacudió como si le hubieran dado escalofríos – es mi hermanita.

– Típico – exclamé mirando hacia el techo y él me abrazó y me besó la mejilla,

Abrí los ojos con dificultad cuando sentí los tibios rayos del sol tocar mi espalda desnuda y me encontré con la imagen más hermosa frente a mí que me hizo despertar por completo, JaeHyun con su pelo revuelto estaba acostado de lado mirándome y, al darse cuenta de que ya estaba despierta, me sonrió y acarició mi mejilla.

– Buenos días, corazón – dijo y me dio un tierno beso en los labios.

– Buenos días, mi amor – respondí en sus labios sonriéndole.

– Me encanta como suena eso.

– ¿Hace mucho que despertaste? – pregunté mientras le acariciaba su mejilla.

– Como diez minutos, te ves tan hermosa dormida, tan pacífica.

– Tú me das esa paz – aseguré acariciando ahora sus labios – ¿qué hora es?

– 8:15 – respondió y luego besó mis dedos.

– Hora de levantarse.

– Si, ¿quieres bañarte primero?

– Estaba pensando que... podríamos bañarnos los dos.

– Esa idea me fascina.

Nos levantamos y entramos al baño, nos lavamos los dientes. Una vez que terminamos nos abrazamos y nos besamos bajo el chorro de agua tibia, la sensación era maravillosa, excitante, pero sabía que nos esperaban y no intenté nada más ni él tampoco. Cerré la llave, él tomó una toalla, me secó, y luego yo a él también.

Salimos y nos vestimos, yo me puse una camisa ligera y unos pantis, él también una camisa y un pantalón. Me cepilló el pelo y yo a él, sin decirnos nada, era un momento mágico en el cual las palabras salían sobrando. Cuando terminamos bajamos con las manos entrelazadas. En el comedor estaba toda la familia y me enterneció tanto ver que MinHo le estaba dando fruta a ChanMi en la boca, quien estaba encantada de que su marido la consintiera.

– Buenos días – dijimos JaeHyun y yo al mismo tiempo.

– Buenos días, hijos – respondió MiJa con una tierna sonrisa.

– Vaya, pensé que no se levantarían a tiempo, par de... tórtolos – exclamó MinHo,

– Amor, es muy temprano para que empieces a molestar – dijo seria ChanMi.

–Cierto, mi hijo no debe enterarse de las travesuras de sus tíos – señaló mientras le acariciaba el abdomen – aunque quizá pronto podrías tener con quien jugar – añadió

ChanMi tomó un trozo de piña con el tenedor y se lo puso en la boca a MinHo mientras todos nos reímos. JaeHyun y yo nos sentamos en una orilla de la mesa, frente a SeulGi y SeongJin que se veían nerviosos.

– ¿Listos para el gran momento? – les pregunté.

– Sí, más que lista – respondió SeulGi entusiasmada.

– Yo también, aunque la verdad, tengo un poco de nervios – exclamó SeongJin.

– Es comprensible, pero estoy segura que les va a ir muy bien, se ve que se adoran.

– Eso sí, esta hermosa niña me conquistó desde la primera vez que la vi.

– Y tú a mí, osito, nunca imaginé pasar mi vida con alguien más.

– Sha la la la la la – empezó a tararear MinHo la canción Historia de amor.

– No nos critiques – dijo SeulGi y le sacó la lengua – o te grabo dándole de comer a tu esposa y lo subo al Youtube para que te vean tus seguidores – agregó riéndose.

– Pequeña malévola, no serías capaz.

– Sabes muy bien que si, no me retes.

– Tranquilos chicos, discúlpalos MiSuk, creo que les dimos demasiada libertad YongBok-

– No te preocupes, yo soy hija única y me hubiera encantado tener hermanos, supongo que nos llevaríamos así.

– Pues ya nos tienes a nosotros – aseguró SeulGi guiñandome un ojo.

– Gracias, la verdad estoy muy sorprendida, pensé que eran la típica familia millonaria que no se prestaba atención y que cada quien andaba por su lado.

– No MiSuk, a nosotros nos interesa mucho la integración familiar y desde pequeños se la inculcamos a nuestros hijos, sé que se molestan entre ellos porque es su forma de demostrarse cuanto se quieren – dijo MiJa.

– Eso es lindo.

– Corazón, no sabes lo que acabas de decir, le estás dando armas al enemigo.

– ¿Me estás llamando enemigo Jung JaeHyun?, no le hagas caso MiSuk, no lo soy, al contrario, te admiro porque lograste conquistar al soltero más codiciado del mundo hotelero... aunque tengo una ligera sospecha de cómo fue que eso sucedió – exclamo en tono pícaro levantando las cejas.

– Amor, deja de darle ese ejemplo a nuestro hijo – intervino ChanMi dándole un ligero golpe en la cabeza y todos nos reímos de la expresión de MinHo.

Seguimos desayunando entre bromas y anécdotas, me sentía tan a gusto rodeada de todos ellos, era una verdadera familia y deseé con toda el alma pertenecer a ella. JaeHyun me miraba y me sonreía, creo que estaba feliz por la aceptación que yo había tenido y por lo rápido que me había integrado a ellos. 

欲 Tentación → Jung JaeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora