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Me estacioné en mi lugar acostumbrado y luego la ayudé a bajar, entrelazamos las manos y caminamos hacia el ascensor, un par de ancianos también lo estaban esperando y nos saludaron. Subimos los cuatro y ellos bajaron en el segundo piso, mi departamento está en el noveno así que MiSuk y yo seguíamos subiendo, nuestras miradas se cruzaron un instante y eso bastó para que ambos levantáramos la mano al mismo tiempo y apretáramos el botón para detener el elevador.

Nos besamos desesperadamente en tanto nuestras manos se deshacían de nuestras prendas, el abrigo cayó al suelo igual que mi camisa, seguidos por mi pantalón y mi bóxer. MiSuk lamía mi torso al tiempo que deslizaba su mano a lo largo de mi dureza, yo terminé de desnudarla y llevé dos de mi dedos a su intimidad, ella me mordió un pezón al sentir cómo la invadían, con su lengua fue subiendo hasta llegar a mi cuello que mordisqueó, yo la tomé de las nalgas y ella me rodeó con sus piernas, entré en su centro y comencé a moverme presurosamente en tanto ella se aferraba a mi espalda y susurraba mi nombre acompañado de suaves gemidos que aumentaban de volumen a medida que yo incrementaba la velocidad de mis embestidas. Entrelacé mis manos a las de ella y las puse a los costados de su cabeza, sobre la esquina en la que nos encontrábamos, me moví con urgencia, estábamos a punto de llegar y cuando yo lo hice no pude contener el impulso y mordí el hombro de MiSuk que gritó.

– Perdóname, no quise lastimarte – exclamé avergonzado aún con la voz retorcida.

– Tranquilo, no me has lastimado – aseguró absorbiendo mi labio inferior en su boca.

– Me vuelves loco.

– Tú me tienes loca desde el primer instante que te vi, te amo.

– Yo también te amo.

Nos besamos y después nos vestimos, terminamos de subir los pisos que nos faltaban y finalmente llegamos a mi departamento, MiSuk se quedó boquiabierta al ver el camino de pétalos de rosa, lo siguió y llegó hasta el jacuzzi de mi habitación, que estaba rodeado de velas que fui encendiendo poco a poco, cuando terminé abrí la llave del agua para que se llenara, me acerqué a ella y la abracé.

–JaeHyun, todo esto es tan hermoso – exclamó emocionada rodeándome por el cuello con sus manos.

– Quería que esta noche fuera muy especial, diferente.

– Contigo todas las noches son especiales y diferentes.

– Tendré que seguir esforzándome.

Le di un corto beso en los labios y después tomé el recipiente que tenía pétalos y los eché sobre el jacuzzi, luego vacié un poco de jabón y por ultimo destape el champagne y lo serví en dos copas, le ofrecí una y le di otro beso.

– Por nosotros, que nunca se nos termine el amor ni la pasión – dije chocando su copa.

– Que estemos juntos toda la vida y más allá de ella, te amo.

– Te amo corazón.

Nos bebimos el líquido y después nos besamos apasionadamente, me separé para cerrar la llave y al girarme MiSuk ya estaba completamente desnuda, me maravillé mirándola y vi una vez más el parche anticonceptivo que empezó a usar después de aquella vez que pensó estar embarazada, mi niña aún no estaba lista para ser mamá, pensaba que aún era muy joven para eso, luego de contarme la historia de sus padres entendí que lo que en realidad tiene es miedo de serlo y de fallar, ya le demostraré yo con el tiempo que será una labor que no hará sola, yo la ayudaré y juntos seremos los mejores padres, como lo han sido los míos.

– ¿En qué piensas? – preguntó caminando sensualmente hacia mí.

– En todo lo que te amo... y lo que te amaré más cuando el fruto de nuestro amor empiece a crecer dentro de ti – respondí acariciándole su abdomen.

– ¿De verdad quieres un hijo?

– Sí – aseguré acariciándole la mejilla – en un futuro, cuando ambos estemos listos.

– ¿Qué te parece un par de años?

– ¿Es una promesa?

– Es un plan de vida, creo que es tiempo suficiente para consolidar nuestra relación, además quiero seguir preparándome en el ámbito profesional, pero ya hablaremos de eso más tarde – lamió mis labios – ahora disfrutemos el presente – agregó abriendo mi camisa con tal fuerza que los botones salieron volando.

Fue lamiendo mi abdomen y subió hasta llegar a mi cuello, me quitó la camisa por completo y me besó frenéticamente mientras desabrochaba el pantalón para luego reírse sobre mis labios y se metió al jacuzzi. Yo le sonreí, terminé de desnudarme y entré con ella, serví un poco más de champagne y lo bebimos cruzando nuestras copas, después nos besamos y el licor de sus labios me supo mucho más rico. MiSuk acariciaba mi espalda en tanto yo hacía lo mismo con sus senos mientras nos mirábamos sin decir nada, volvimos a besarnos apasionadamente en tanto nuestras manos se deslizaban hacia nuestros sexos que cuando estuvieron listos volvimos a unir, esta vez no tratamos de ser silenciosos, al fin estábamos solos completamente, sin peligro a que alguien nos descubriera y nuestros gemidos eran bastante audibles debido a las magníficas sensaciones provocadas por la fusión de nuestros cuerpos hasta que llegamos al orgasmo una vez más.

Salimos del jacuzzi, nos secamos, nos colocamos una bata, apagamos las velas y después nos dirigimos al comedor, puse uno de mis CD's favoritos, MiSuk se quedó sorprendida y me comentó que a ella también le gustaba. No me dejó servir la cena, me dijo que yo ya había hecho suficiente con prepararla, así que mínimo a ella le tocaba servirla y lavar los platos, acepté su propuesta y cenamos, nuestras miradas decían más que mil palabras y nos acariciábamos las manos.

Una vez que terminamos de cenar, caminamos a la recámara y volvimos a amarnos, recorrí el cuerpo de MiSuk con las yemas de mis dedos, con mi lengua, con mis labios, incluso mis dientes se clavaron en algunas partes. MiSuk estaba acostada boca abajo, yo estaba tan excitado que la hice hincarse y apoyarse con sus manos sobre la colcha, empecé a frotar en medio de sus nalgas y después introduje mi dedo, MiSuk lanzó un pequeño grito, entonces saqué y metí mi dedo varias veces, hasta que ya no pude aguantar más y lo sustituí por mi miembro, ambos gritamos y fui moviéndome acompasadamente en tanto mi dedo acariciaba su clítoris, vi como se aferraba al edredón y gemía como nunca antes lo había hecho, yo seguí con mis movimientos en tanto vociferaba cuanto me fascinaba aquel exquisito roce en esa parte tan estrecha de su anatomía. Emití un grito casi inhumano cuando alcancé el orgasmo, luego salí de aquel paraíso que era la misma gloria y seguí frotándole su centro con mi dedo hasta que sentí que ella llegó también.

欲 Tentación → Jung JaeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora