favores; Replik

veinticuatro.

Manuel se había ido hace una hora literalmente y me empecé a preocupar.
Parece que su familia empezó a notarme nerviosa y Ania habló.
—¿Queres ir a buscarlo?
—No, mira si está ocupado o algo.
—America, es Juliana, y Manuel demasiado bobo, vamos.
Me tomo de la mano y casi a jalones me llevó. En el camino fuimos conversando y decidí contarle lo de la bendi.
—Ani.
—¿Que amor?
—Estoy embarazada.
—¿QUE?—dijo gritando en el medio de la calle—Y MANUEL YA SABE.
—No, se lo iba a decir pero justo llamó tu papá y vinimos para acá, así que sos la primera que lo sabe.
—En tu cara Manuel.
—Es acá—me dijo señalando una casa, quedaba a una cuadra de la casa de mis suegris. Tocamos la puerta y nos abrió un chico de 16 años más o menos, no lo conocía.
—Hola, ¿a quien buscan?
—A Juli—dijo Ania adelantándose.
—Pasen, está con un chabon en la pieza.
Pasamos y subimos por donde nos había indicado el chico. Tocamos la puerta y nadie nos abrió.
—Fue Ani, no están acá.
—Fue nada, ¿no escuchas?
Al decir eso Ania entró y yo entré detrás de ella. Lo que vi después rompió mi corazón en mil pedazos y en ese momento me quise morir. Mis ojos se aguaron y mi pecho subía y bajaba. Ania me agarró de la mano y tosió.
—Ami no, yo te puedo explicar.
"Te puedo explicar", les explico yo mejor, Manuel tenía a Juliana abajo y la estaba besando, mientras le desabrochaba el corpiño y besaba su cuello.
—Deja Manu, no pasa nada, yo me voy, si queres venir a casa, si no quédate acá, no se.
—Ami no bancame.
—Deja, termina.
—Siempre me quedo con lo que es tuyo— susurro Juliana antes de que me fuese. Decidí ignorarla y salí con Ania. Volvimos a la casa de mi suegro y
me despedí llorando, mientras ellos me preguntaban que pasaba.
Llegué a casa y me acosté a llorar, me sentía súper insuficiente y reemplazable.
Te odio Manuel.