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> take me over you're the magic in my veins; this must be love <

Hola, mi nombre es Lia y soy una persona horrible. ¿Quieres saber como todo empezó?

... ✨

Me desperté por el sonido de la estúpida alarma de mi hermano mayor. No sé cuántas veces le he dicho que cierre la puerta de su habitación antes de caer rendido, pero al mismo entiendo que no es fácil trabajar hasta altas horas para mantener la casa a la vez que luchas por tu sueño.

No sonará del todo normal pero vivo con mi hermano desde que tengo uso de razón, quizás por eso estoy acostumbrada a todas sus mañas, eso, y que no puedo ser tan malagradecida cuando la mantenida soy yo.

Tras tomar una ducha y vestirme en algo cómodo me dirigí hacia la cocina para preparar el desayuno. No soy la mejor cocinera pero Dean se había acostumbrado a todos mis inventos y hasta ahora no se ha muerto.

El almuerzo ya está listo dormilón

Luego de apretar el botón de enviar, recordé que Dean había tomado el día libre para estar conmigo en mi último día siendo "normal." No sé por qué piensa que desde que entras a la universidad terminas siendo todo menos un humano, pero bueno, cosas de el.

Tendré que ir a despertarlo, pero justo en aquel instante me percaté que ya tenía un pedazo de la tostada en la boca.

—¿A dónde ibas hermanita? Siéntate a comer algo—dijo Dean mientras deglutía el pedazo de pan. —¿acaso ya estás perdiendo tus características de humana?

—Te he dicho que no me gusta que me llames de esa manera—murmuré antes de sentarme en la silla que quedaba en frente suyo.

—¿Qué quieres hacer hoy?—cuestionó no teniendo la menor idea de clases de etiqueta y protocolo, puesto que tenía la boca reventada de comida.

—¿Qué te parece si hablamos después que termines de tragar?—dije bromeando.

—Ese es tu problema Lia, siempre te gusta hacer todo correcto. Algún día tendrás que hacer algo mal y ese día siempre lo recordarás.—dijo Dean bastante serio para mi gusto.

—¿Ahora recibo clases de la vida de mi hermano el artista?—dije y seguido tomé un sorbo de jugo antes de salir hacia mi habitación.

—¡Lia! No me dijiste lo que quieres hacer—gritó Dean.

—Vayamos a tu trabajo.—dije con una sonrisa desganada, puesto que sabía que Dean era un amante al trabajo sin esperanza y amaba cuando iba a su trabajo aún en días libres.

Entré a mi habitación y recordaba las palabras una y otra vez. ¿Qué querrá decir con algo malo?

...

—¿Qué te pasa Lia? ¿Acaso se te olvidó jugar?— cuestionó Ryujin, estando tan fanatizada en el juego que hasta la desconocía.

—Creo que estoy algo cansada, iré a tomar un descanso.—dije.

Ryujin estaba tan inmersa en el juego que apenas había escuchado lo que le dije. Decidí sentarme en uno de los bancos del arcade.

Cerré los ojos por unos minutos. Lo único que quería en ese momento era dormir. No sabía como sentirme, digo, no estaba nerviosa por empezar la universidad mañana; pero tampoco estaba feliz por ir.

—Disculpa, ¿trabajas aquí?—cuestionó el chico con la sonrisa más linda que había visto, eso, y que gritaba perfección por todos lados.

Creo que ahora sí estaba nerviosa.

Estaba por responder pero las palabras simplemente no salían.

—Está bien sino es así... ¿acaso fue mi obvio mi intento de hablar contigo?—cuestionó el chico acercándose un poco más. ¿Acaso quiere que me de un paro cardíaco?

¿Quería hablar conmigo? ¿Para qué? A lo mejor tenía el pantalón manchado con la regla o algo... ¡qué vergüenza!

—Al parecer eres de pocas palabras, pero...—dijo el chico y seguido tomó el celular de entre mis manos.

—Ey, ¿qué intentas hacer? Si querías robarme sólo debiste decirlo, idiota—dije y de no ser por lo que escuché después iba a gritar más que una sirena.

—Espera, espera. Ahora tienes mi número y acabo de anotar el tuyo también. Cuando te escriba espero que no te asustes.—dijo el chico antes de irse.

... ✨

Hola, eh...

Es el chico del arcade

¿Te parece si salimos mañana a las 6?

Por cierto, mi nombre es Soobin.

boyfriend / yeonjun txtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora