VI

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No estaba bien. No debería estar ahí. Tomioka Giyuu, sal de ahí, ahora.

—Tomioka-san... ¿No es así?—Rengoku Senjuro frente al ex pilar mostró una sonrisa nerviosa.—¿Puedo ayudarlo en algo?

Tomioka sudo, apretando los puños con ligera molestia.

"Kochou..."

—¡Es tan lindo!, Sólo había oído de él, pero verlo confirma mis sospechas, es muy adorable.—Flotando al rededor del joven Rengoku, recibió una mirada furiosa y penetrante de Giyuu.

—¿Etto..., Tomioka-san, hice algo malo?—Senjuro no era consiente del ente a su alrededor, así que era lógico para él pensar que esa furiosa mirada era dirigida a su persona.

—¡No es así!—Mordío su lengua ante el tono usado, podía ver el ligero susto en el joven.—Yo... Lo siento por venir tan de repente.

—N-No hay problema, está bien, eras amigo de mi hermano de todos modos.—La palabra hermano pesaba en su boca. Shinobu y Giyuu eran consientes de ese hecho.

—Amigos no es...—Iba a corregirlo, pero Shinobu hizo gestos de que no dijera más.

—Nii-san hablaba mucho de sus compañeros, entre ellos de usted, Tomioka-san.—Con una sonrisa aclaro, el ex pilar del agua no evitó sorprenderse un poco de ese hecho.—Nii-san siempre daba detalles de sus misiones, de lo que hacía, Nii-san quería... Mucho a todos...

Ese tono amargo. Ese dolor.

Tomioka entendía cada detalle de ese sentimiento.

—Nee, nee, Tomioka-san, es hora, por favor.—Con una amable sonrisa, le guiño un ojo, dando por entendido que hiciera aquello.

—Senjuro.—Rasco su cabello, y otra vez en su cabeza se planteó eso.

¿Por qué él?, No era bueno con las palabras, ¿Por qué Kochou lo eligió a él?

—¿Tomioka-san?—El pequeño Rengoku apreció a Giyuu tomar aire.

—Rengoku siempre dijo... Que tenía un hermano muy lindo.—Las mejillas ajenas tomaron un precioso carmesí.—También que, su sonrisa era la más brillante, y si debía arriesgar su vida cada día luchando contra demonios para poder verla, era la mejor oferta que se pudo haber topado... Porque para Rengoku, su hermano lo es todo.—Cada palabra tenía un peso. Y Senjuro oía con tanta atención, que ni siquiera logro notar como sus ojos dejaban caer lágrima tras lágrima.—Y Rengoku sólo tuvo un arrepentimiento...

—Nii-san... ¿Se arrepiente de algo?

—En su último momento... Siempre pensó; "Lo hice bien, pero, nunca veré esa sonrisa otra vez, así que, ¿Realmente valió la pena?, —Ya no era la voz de Tomioka la que oía con atención. Ese era... Su hermano, ¿No es así?—Se que Senjuro será fuerte y seguirá adelante... Pero no se si yo pueda hacerlo sin él... Nii-san realmente lo siente mucho..."

Esa imagen, esos ojos, esa voz, esa sonrisa...

Rengoku Kyojuro estaba frente a él. Su hermano mayor.

—¿Puedes perdonarme, Senjuro?—Con los brazos extendidos, y sonrisa brillante como el mismo sol. Ese pequeño que tuvo que llorar en silencio hasta dormir. Podía al fin... ¿Llorar en los brazos de su amado hermano?

—Nii-san... ¡Nii-san!—Casí con desesperación, se lanzo en esos brazos cálidos y llenos de amor fraternal.—N... Nii-san, no me dejes nunca más, por favor... Nii-san...

—Eso no está bien, Senjuro.—Con esa voz digna de un líder, acarició la cabeza de su hermano.—Tendre que irme, arriesgué mi vida y debo pagar las consecuencias...

—¡No, no es justo!—Aferrandose aunque sus manos dolieran. Llorando aunque sus ojos se secarán. Gritando aunque su garganta no pueda más.—¡¿Por qué tenías que morir, Nii-san?!

No quería dejarlo ir, y nunca lo quiso.

—Senjuro... Crecer y morir es parte de la belleza de esa criatura que siente a la que llaman ser humano.—Con esa frase nuevamente en uso, acarició su cabeza.—Quiero despedirme adecuadamente de ti, ¿No puedes cumplir mi deseo egoísta?—Acariciando la mejilla ajena, sonrió, y el segundo hijo lo entendió.

Su hermano lloraba, porque igual que él, jamás podrían verse otra vez.

—Soy egoísta también.—Senjuro seco sus lágrimas en vano, seguían cayendo.—Lo siento, Nii-san...

—También lo siento.—Esa caricia cálida nuevamente hacía difícil la despedida.—Pero hay que decir adiós, ¿Está bien?

Senjuro tuvo un nudo en el estómago. Era doloroso tenerlo en frente y decir adiós.

—Si.—Pero aguantaría. Porque lo amaba demasiado como para dejarlo ir sin darle una sonrisa como él siempre se las dió.—Gracias, Nii-san.

—¿Podrás perdonarme?

—Hoy y siempre, Nii-san.—Esa brillante sonrisa triste, acompañada de amargas lágrimas. Se esforzaba en no sucumbir ante el inmenso dolor de decir adiós directamente a su amado hermano.

—Estoy orgulloso de ti, Senjuro.—Con un beso en la frente, Senjuro cayó dormido en los brazos de su hermano.

—Rengoku-san... ¿Estarás bien con esto?—Kocho hablo al ver la triste imagen de Rengoku aferrado a su pequeño hermano. Esas grandes manos no querían soltarlo, era notorio.

—Si...—Su sonrisa nunca se desvanecía, y eso era doloroso para él.—Gracias, Tomioka.—Dicho esas palabras, salió del cuerpo de Giyuu.

—No es nada... Supongo.—Con Senjuro en sus brazos, observó a Kochou y Rengoku.

—¿Te irás ahora, Rengoku-san?

—Si. Logré hacer lo que quería, y todo gracias a ti, Tomioka.—Esa sonrisa brillante otra vez.—Siempre supe que eras alguien confiable. Y bueno.—Por un segundo sus ojos fueron a su hermano.—Debo irme.—Pero inmediatamente dió la espalda.

—Rengoku-san, te veré después.—Con una sonrisa Shinobu se despidió. Y tanto ella como Giyuu lo vieron desvanecerse.

—Adiós, Senjuro...—Como último susurro, lo soltó.

Tomioka aprecio al joven en sus brazos, y con cuidado lo recostó en la pequeña mesa donde bebían el té, sentado y con la cabeza recostada en sus brazos, simulando que se quedó dormido.

—Muchas gracias por esto, Tomioka-san.—Shinobu con gran dulzura miraba al pequeño dormir aún con lágrimas cayendo.—Se que es duro para ti también, tener que ver a tus compañeros otra vez. Pero sólo será un poco más... ¿Si?

—Esta bien.—Tomioka sonrió fugaz y gentil.—Saber que puedo ayudarlos... Es suficiente para mí. Después de todo, sólo deben poseer mi cuerpo.

—Si...—Un susurro y mirada triste. Shinobu dejo que el agradable viento se oyera.

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"No dejaré que nadie muera aquí..."

—Rengoku Kyojuro

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Si hay alguien a quien respeto, es a Rengoku.

Su muerte me devastó, me hizo creer que era indigna de vivir, y por ello quería hacer esto.

Aprovechar está historia y homenajear a los caídos en batalla.

Aunque sea un poco, y aunque realmente Rengoku y Senjuro tuvieron su momento en el manga, quería hacerlo más real. Más directo, uno frente al otro.

Espero que hayan podido sentir lo que quería transmitirles con esto.

Y si alguien aquí no ama a Rengoku que se large, no merece vivir >:0

Con eso, me despido diciendo;

"Vive con orgullo y con la frente en alto."

Duelo | GiyuushinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora