Tomioka pudo oír a la perfección como ese tronco era cortado de golpe por la hacha de Sanemi.
Definitivamente no quería hablar con Shinazugawa si este tenía esa arma en sus manos.—Nee, nee, Tomioka-san, ¿No deberías iniciar la charla?—Shinobu le susurro, esté bufo.
Estaba claro que el mayor Shinazugawa daría varios problemas si hacía lo que Shinobu le pedía.
—Traje un poco de limonada.—Himejima apareció, aliviando al joven Giyuu, traía consigo una bandeja con cuatro vasos llenos del líquido amarillo.
—¿Cuatro?—Sanemi secando su sudor, tomo uno de los vasos y sin evitarlo cuestionó.—¿Por qué cuatro, Gyomei?
—Uh... Creí que había otra persona además de Giyuu.—Tomando asiento junto a Tomioka tomó también un vaso.—Lo siento, había sentido a alguien más.
—¡Como se esperaba de Himejima-san!—Shinobu río con las mejillas sonrosadas, no esperaba menos de la persona que tanto admiraba.
—¿Giyuu...?—El albino gruñó, casi escupiendo el nombre. Tomioka prefirió beber silenciosamente que ser asesinado por esos ojos oscuros.
—Ara, ara, ¿Qué sucede aquí?, ¿Paso algo cuando morí?—Shinobu sentía la tensión en el aire.—Nee, nee, Tomioka-san, ¿Que este raro ambiente entre Shinazugawa-san y Himejima-san?
—Sanemi, no seas grosero con las visitas.—Era un tono serio, pero no enojado ni mucho menos.
Aún así.
—Tch. Como sea.
Podía notarse como el Shinazugawa estaba bien domesticado.
"Increíble, Himejima-san." Pensaron Giyuu y Shinobu.
—¿Y a que se debe la visita, Giyuu?—El ex pilar de la roca puso su atención en el invitado.
—Uh... No sé si sea el momento adecuado, pero quisiera que habláramos dentro.—Explico, después de todo, estaban en el patio de su hogar. Y Sanemi estaba bastante sudado.
—¡¿Himejima-san y Shinazugawa-san viven juntos?!—Shinobu no salía de su sorpresa al ver por dentro la residencia. Habían muchos aspectos de ambos ahí, combinados.
—Muy bien.—Sanemi ya estaba aceado y fulminaba con la mirada a Tomioka, nada nuevo.—¿De que querías hablar, mier-?
—Sanemi.—Era ciego, pero el albino sentía a la perfección esa mirada molesta sobre él.
—Tomioka.—Se corrigió.
—Yo...—El ex pilar del agua bajo la mirada.—Conocí a alguien que cometió muchos errores.—La mirada de desinterés en Sanemi era notoria.—Por algún motivo decía las palabras incorrectas a las personas que más amaba. Y lastimó a tanta gente, que a veces la muerte hubiera sido mucho más sencilla...
Sanemi miro a Giyuu al fin.
—Y cuando al fin creyó que estaba bien, cuando logro formar lazos nuevamente, pensó; "Ahora Nii-san podría verme, quizás ahora sí pueda perdóname."
—Tomioka, ¿Qué mierda estás...—Estaba enfureciendo lentamente, pero la mano de Himejima en su regazo lo detuvo de levantarse a golpearlo.
—Pero Nii-san era terco, aún no era reconocido por él, eso no importa, porque Nii-san es la persona que más amo... Aún así, otra vez hice que Nii-san llorara... Y a pesar de que Himejima-san me entrenó, no fui nada fuerte... Y morí...
Sanemi dejo de moverse cuando levantó la cabeza.
Ese era...
—Genya.—Esos ojos intimidante, pero tristes, ese cabello negro, esa cicatriz...
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Duelo | Giyuushino
Fanfiction[ Historia Corta ] Para algunos momentos de la vida, no hay palabras. O a veces, quizás sólo no hubo el tiempo para dar esas palabras.