sis.

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Taehyung se encuentra sentado frente a Jungkook mientras lo mira fijamente con sus ojos azules como zafiros. El cabello rubio del de piel acanelada se encuentra algo desarreglado. Jungkook intenta acercarse a Taehyung pero este se aleja aún intentando procesar todo lo que ha pasado.

No puede creer que la Bestia fuera tan solo un chico maldecido por su propia madre.

—Cariño... Deja de darle vueltas a eso, por favor —insiste Jungkook tomando las manos de Taehyung y este tan solo niega con su cabeza.

—¿Aún te puedes transformar, Jungkook? —pregunta y Jungkook se encoge de hombros.

—No lo sé y aún si pudiera, no lo haría. No sabes lo que es haber estado durante miles de años en esa forma y mucho menos que te tengan como un demonio porque los desgraciados asesinaron a tu madre —escupió con rabia mientras llevaba sus pálidas manos hasta su negruzco cabello y lo acariciaba intentando calmarse—. Debes aceptarme tal y como soy ahora para que esto no vuelva a ser como antes, Taehyung.

—¿Y si no puedo aceptarte? Hasta hace menos de veinticuatro horas eras un monstruo gigantesco medio lobo —respondió mientras se levantaba y caminaba hacia la salida de la cueva—. Debo volver a la aldea. No puedo dejar a mi madre sola.

—¿Y entonces por qué viniste conmigo si no tenías pensado quedarte? —la voz de Jungkook empezó a volverse mucho más gruesa, llegando a sonar como gruñidos.

—Fue un impulso. No quería verte morir frente a mí —contestó con simpleza mientras salía de la cueva.

Taehyung sintió una gran mano cubierta de pelaje sobre su espalda y se giró.

—¿Debo quedarme contigo por obligación, no? —susurró a la vez que agachaba su rostro.

Jungkook asintió con suavidad volviendo a su forma humana.

—Lo siento. No pensaba que ya no querrías estar conmigo —murmuró acariciando su brazo derecho—. Pensaba que tus ojos zafiro seguirían mirándome como lo hacían antes. Pensaba que podría volver a oler tu dorado cabello. Saborear tu dulce piel. Pero sobretodo, pensaba que volvería a sentirme amado.

—¿Por qué no vienes a la aldea junto a mí? Podemos ayudarte y ya no estarás solo —intenta convencerlo Taehyung.

—No eres el único que sabe que yo no soy una criatura —confiesa y Taehyung lo mira con el ceño fruncido.

—¿Qué? —se acerca a Jungkook aún con el ceño fruncido y este asiente levemente.

—Hay una familia que sabe la historia original de todo lo que pasó, una familia que se encarga de guiar a la aldea —explica mientras toma la mano de Taehyung.

—¿Estás hablando de...? —Taehyung al pensar que su mejor amigo lo podría haber estado mintiendo toda su vida niega con su cabeza—. Es imposible, nadie en la aldea debe saber nada sobre ti, Jungkook —dice intendando defender a los Park.

—Eso crees tú, seguro que si aparezco contigo así se vuelven locos —responde rodando sus ojos.

—Pero Jimin no debe saber nada —responde.

—Tal vez él no, pero te digo yo que la familia Park lo sabe, Taehyung. ¿A caso piensas que te estoy mintiendo? —la oscura mirada de Jungkook se posa sobre el acanelado rostro de Taehyung—. Te amo, nunca te mentiría.

—No digas eso. A penas me conoces —murmura algo afectado por toda la información que está recibiendo.

—Pero es cierto.

—Vamos a la aldea —suelta intentando cambiar de tema mientras tomando de la mano a Jungkook sale de la cueva—. No te van a hacer daño y si lo intentan, los delataremos. No voy a dejar que te dañen.

—Gracias, Taehyung... —susurra Jungkook y ambos chicos empiezan a caminar por el bosque tomados de la mano mientras un cómodo silencio los invade.




💎



—¡Exijo que vayan a buscar a mi hijo! —la señora Kim se encuentra en casa de los Park mientras golpea con fuerza la mesa del comedor de estos—. ¡Me da igual que él haya decidido ir y me da igual todo lo que haya tras eso, pero lo exijo de vuelta! —la mujer mira al alcalde y lo toma por el cuello de la camisa blanca para luego acercar el rostro de este al suyo amenazadoramente—. Como no muevan ni un maldito dedo pienso meterme yo misma en el maldito bosque e ir a por mi hijo, ¡estoy harta de tener que aguantar cada maldita hora esta ansiedad por no saber si Taehyung estará bien o no! —grita mientras sus ojos se cristalizan y lágrimas amenazan con escapar de sus ojos.

—Señora Kim, sabe que no podemos hacer nada cuando se trata del territorio de la Bestia... Durante siglos se ha intentado, incluso atravesar el bosque para ver el exterior, pero no se ha podido... —se excusa el señor Park mientras que con su mano logra hacer que la mujer afloje el agarre en su camisa. Coloca sus manos en los hombros de la contraria y la empuja con suavidad hacia atrás—. Entiendo como se siente, si mi hijo estuviera...

Es interrumpido por la mujer de cabellos castaños: —No tienes ni idea de como me siento. Tú no has perdido a tu único hijo en el bosque.

Jimin observa todo desde el sofá que se encuentra en el centro del comedor mientras que Yoongi, quien estaba con ellos ya que estaban esperando a Hoseok, se levanta y mira hacia la ventana al ver cierta cabellera dorada en medio de la plaza llamando la atención de todo el mundo. La tela rojiza de la caperuza de Taehyung ondea a causa de la leve brisa que invade la aldea. Los ojos de Yoongi ahora se fijan en un chico de cabello azabache que viste con ropas antiguas y se encuentra tomando de la mano a Taehyung. Frunce el ceño y se gira a mirar a los adultos.

—Creo que Taehyung está de vuelta —habla llamando la atención de todos los presentes. Señala hacia la ventana y la señora Kim corre hasta la entrada de la casa para abrir la puerta y salir hacia la plaza, donde se encuentra su hijo y un chico misterioso.

Gran parte de la aldea se queda atónita al ver a Taehyung intacto junto al desconocido.

—¡Taehyung, cariño! —la señora Kim, sin pensarlo dos veces, corre hacia su hijo con las lágrimas descendiendo por su rostro.

Taehyung la mira con una pequeña sonrisa en su rostro y la abraza, soltando la mano de Jungkook, cuando la mujer llega hasta él.

Jungkook al ver a la madre de Taehyung siente un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Tal vez Taehyung no se hubiera dado cuenta en el sueño, pero la señora Kim es idéntica a la difunta madre de Jungkook.

Los ojos oscuros de Jungkook se posan en la mujer que abraza a su alma gemela, a su destinado.

La familia Park sale de la casa y el alcalde al ver a Jungkook en medio de la plaza empieza a alterarse.

—¡¿Qué haces tú aquí?! —exclama el hombre señalando al chico pelinegro.

—Buenas, señor Park.

Beast - kookv (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora