Seok Jin yacía despierto en la cama, pero no fue por la emoción de su cumpleaños. Hace mucho que se había enterado de que su cumpleaños era solo otra excusa para emborracharse y tener una resaca que le durara una semana entera.
Desde sus años de adolescencia había sido la misma rutina, una reunión con sus amigos en casa, luego iban a un restaurante a comer y siempre terminaban en uno de sus bares favoritos. Este año, sin embargo, no deseaba hacer más que estar en su cómoda cama y terminar de hundirse en su miseria.
Odiaba todo aquello que le había sucedido. Joder, solo quería volver a ser el muchacho despreocupado que había sido en el pasado. Pero también sabía que eso no era posible.
Su perro comenzó a ladrar con fuerza mientras él tomaba en su mano la botella de whisky que había ocultado la noche anterior después de que le pidiera a su madre que lo dejara solo por algunos días. Amaba a su madre, con todo su corazón, pero deseaba que lo dejara solo, pero deseaba que ella regresara a casa con su padre y dejara de ocuparse de él. Después de muchas horas asegurándole que estaría bien solo la convenció, dejándolo solo por primera vez después de muchos meses.
Destapó la botella que había colocado debajo de su almohada la noche anterior y bebió un gran sorbo, dejando que el líquido quemara su garganta. El ardor que está le provocó hizo que se sintiera vivo nuevamente, un recuerdo que aún podía sentir.
Uno, dos, tres,cuatro... Quince tragos más tarde y ya no se encontraba en sus cinco sentidos.
Su perro volvió a ladrar con más fuerza.
Los ladridos hicieron eco en su cabeza haciendo que esta le doliera.
—¡Cierra la boca! Estúpido perro. —gritó lanzando una almohada a algún lugar de la habitación.
Cuando los ladridos cesaron él se recostó aún más sobre las almohadas y siguió bebiendo hasta que se acabó la botella.
Con dificultad se levantó de su cama, necesitaba ir al baño y luego también tomar otra botella de alcohol.
El teléfono sonó. Jin se detuvo con extrañeza y respondió el teléfono.
— ¿Hola?
— Oye, Jin-ah.
— Q-qué quieresss NamJoon-ah. —logró responder con dificultad.
— ¿Feliz cumpleaños? Sólo quería felicitar a mi mejor amigo por su cumpleaños — él podía oír su tono de preocupación en su voz.
— Gra-gracias...
— ¿Estás ebrio? ¿Tú madre te dejó beber?
Él suspiró.
—N-o soy un jodido niño para que mi madre me esté cuidando... Y-O PUEDO CUIDAR DE MIII.
Pateó enfurecido el aire y giró sobre sus pies para ir primero a por otra botella de whisky. Jin se tambaleó por su poca estabilidad y hombre cayó golpeándose la cabeza contra uno de sus muebles, finalmente terminando en el suelo.
Luchó para mantenerse despierto, a pesar de que sus ojos serehusaban a cooperar. Una intensa somnolencia se apoderó de él, ymantenerse consciente le era muy difícil. Escuchó a su perro aullar y la voz de Namjoon gritando antes de perder el conocimiento.
(*****)
Jin despertó con el olor característico de hospital penetrando en su nariz y un fuerte dolor en su cabeza. Se sintió
desorientado. Su primer instinto, fue pensar que se hallaba en su departamento , y la pesadilla que tuvo que soportar los pasados meseshabía sido más que un sueño.Abriendo sus ojos, se dio cuenta que no había sido un sueño. Estaba equivocado.
Esto no era un sueño, no veía nada y todo estaba sumido en la oscuridad. Había perdido la vista por siempre.Resignado, intentó recordar lo que le había sucedido.
La última cosa que recordaba era estar hechado en su cama bebiendo. Se apresuró a sentarse para no más que sacudir la confusión de su cabeza. Antes de que tuviera laoportunidad de incorporarse unas suaves y delicadas manos se apoyaron en sus hombros devolviéndole a su posición anterior.
—No debe incorporarse aún, el golpe que recibió su cabeza fue fuerte. Debe descansar.
La suave y femenina voz lo dejó temblando por un momento.
—¿Quién es usted? ¿Dónde estoy y por qué diablos me duele tanto la jodida cabeza?
—Soy Kim JiSoo, está en el hospital nacional de Seoul y...
—Al fin despiertas bello durmiente. —interrumpió a la dulce voz femenina una voz masculina que reconoció casi inmediatamente.
—¿Qué diablos fue lo me pasó?
—Veo que estás de buen humor.
—Este... Doctor Namjoon-ha, creo que es mejor que me retire, estaré ayudando en la habitación 203.
—Claro JiSoo-ah, si el paciente te necesita tocará el botón.
Jin escuchó unos pasos alejarse, seguidos por una puerta siendo abierta y cerrada en menos de dos segundos. Un sentimiento de vacío se instaló en su pecho, Jin frunció el seño ¡Ni siquiera conocía a esa chica!
— ¡Ahora sí vas a decirme que mierda hacías bebiendo!
—Era mi cumpleaños, solo quería celebrar.—bufó.
—En este momento me arrepiento de no haberle dicho a tu madre lo que te pasó, me encantaría ver como te daría un golpe por las palabras que acabas de decir.
Jin se sorprendió, pero al mismo tiempo se alegraba del hecho de que su madre no se enterara de que había estado ebrio.
—Gracias Namjoon-ha.— musitó— ¿Qué me pasó?
—Llevas dos días inconsciente, luego de que no contestaras fui a tu apartamento y te encontré en el piso con una gran cantidad de sangre y una gran herida en tu cabeza. Por suerte no fue nada grave y no tienes heridas internas. —Jin escuchó el fuerte suspiro que soltó Namjoon— Eres un jodido imbécil.
Una gran carcajada brotó de la garganta de Jin, segundos después Namjoon lo acompañó, riéndose con él.
—Ya, lo siento ¿Bien? Prometo no volver a embriagarme.
—Y yo me voy a encargar de eso.
—¿De qué hablas?
No le gustaba para nada a dónde iba esa conversación.
—Mira, sé que no te gusta que tu madre esté cuidándote, pero no puedes estar solo.
—¿Entonces? —quería saber cuál era su punto.
—Te mandaré a tu casa junto con una enfermera del hospital, ella te ayudará durante algunos meses.
—¿¡Qué!?
No, no, no, no ¡No lo iba a permitir!
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Hey! Ya regresé ! uwu
¿Como están? ¿Se encuentran bien?
¿Se están lavando las manos?
¿Cómo la están pasando en la cuarentena?
Yo ya me voy a volver loca, no me soporto ni a mi misma :)Cuidense muchooooo.
Asky ❤️
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❝ Blind ┊ Ksj + Kjs ° ❞
RomanceKim Seok Jin es un hombre de 27 años, tras un terrible accidente automovilístico queda ciego y con una gran depresión. Kim JiSoo es una mujer de 24 años, ella siendo una enfermera recién incorporada en el hospital dedica un poco de su tiempo libre...