Que difícil es no tenerte.

Prólogo.

Hola, me llamo Ale, bueno, Alejandra. Chica normal, bajita, y morena, ojos marrones y piel blanquita. 14 años, sevillana. Y esta es mi historia.

Me levanto, son las 9, hoy no voy al instituto, me visto y desayuno, me voy al psicólogo, la verdad es que estoy mucho mejor desde que voy, porque cada vez que le recuerdo, cada vez que hablan de él, cada vez que sale en la tele... Bueno, mejor vamos a dejar el tema.

Camino rápido, siempre camino rápido, hasta que giro la esquina... Llego a la consulta, a la consulta de la mujer que me escucha muchos días a la semana, que aunque me ayude, no sabe nada de la verdad, nadie lo sabe, nadie sabe porqué realmente vengo aquí, todos creen que es depresión o ansiedad, bueno, mis mejores amigos lo saben, los idiotas esos que me hacen sonreír y disfrutar de los días. Llego a la consulta y entro.

-¿Qué tal hoy, Ale?- pregunta con duda y preocupación.

Y empiezo a pensar, voy a estar amargada el resto de mi vida. Quiero contárselo para que me ayude, pero no estoy segura, si existiera la mínima posibilidad de que se acordara de mi, o su hermano, alguno de los dos, pero es que no ha habido ni una llamada, ni un mensaje, nada. 'Que difícil es no tenerte' pienso y bufo, es que ni se acordará de mi cara, no creo que se acuerde de mi nombre, ve 1.000 caras todos los días y les dicen nombres de todo tipos, está demasiado ocupado como para llamarme o escribirme aunque sólo sea una simple 'E', sólo eso me alegraría el día, o la semana, quizás el mes entero.

Voy a contárselo, ya da igual, sigo pensado como empezar a decírselo, hasta que ella me interrumpe:

-Ale cariño, ¿estás bien?- me pregunta, y ahora si está preocupada. -¿Ocurre algo?- vuelve a decirme.

-Llego la hora de que sepas el 'por qué' de mis llantos. Y vas a saberlo ahora.

Y levanto la vista, la miro y me mira, preocupada e intrigada. Voy a llorar contándolo, lo sé, no soporto la idea de no poder abrazarlo ahora mismo. Pero algún día debo hacerlo, y ese día es hoy.