[FursTale] - Antes de Historia (Cómic)

[Tamer - 01]

— Gaster... ¿Falta mucho para llegar? — Preguntó Tamer con cansancio, caminando varios metros detrás de él. — Gastamos toda nuestra magia para teletransportarnos aquí y seguimos estando lejos...

El más bajo tuvo que detenerse unos instantes y se encorvó un poco para recuperar el aliento, era la primera vez que experimentaba la pesadez de su cuerpo al haber gastado toda su magia.

Se sentía agotado, y el hecho de que estuviesen andando por un sendero de montaña con pendiente pronunciada no lo ayudaba. A su alrededor sólo habían rocas y árboles solitarios, el calor se sentía en el aire aunque no le molestaba. Era una especie de calor seco y fresco, parecía que estaban en alguna zona desértica puesto no había rastros de civilización en algún sitio.

— Falta menos desde la última vez que preguntaste. — Respondió con tranquilidad, suspirando al ver que el menor se había detenido. — Está bien, voy a ayudarte un poco... — Cuando se acercó lo tomó en brazos y lo puso sobre en sus hombros, asustándolo un poco en el proceso. — Será más rápido así.

— Gracias... — Tamer no pudo evitar dudar unos instantes, abrazando un poco a Gaster. — Gracias, h-hermano...

— A veces olvido que sólo eres un bebé, ¿Sabes? — Comentó a la vez que empezaba a caminar, haciendo que el menor frunciese el ceño.

— Tengo 12 años y medio... no soy un bebé...

— Los dragones viven más de mil años, Sans. — Hubo una corta pausa, donde estuvo pensativo. — O al menos los pura sangre lo hacen... nosotros viviremos unos 200 años quizás, somos de los primeros así que es algo que debemos averiguar por nosotros mismos...

— ...al menos ya exhalo fuego, no soy sólo un 'lagarto'. — Gaster rio un poco.

Era algo complicado de entender, pero Tamer sabía que siendo su padre un dragón y su madre una humana, sus poderes y temperamento habían sido alterados por completo. Aunque su padre era el último dragón existente... así que poco podía hacer para salvar a su especie de la extinción.

Mientras pensaba en ello, vio por el rabillo de su cuenca algo inusual, al voltear para ver notó que se trataba de algunas piezas de armaduras algo enterradas... parecían llevar varios años allí. Se sorprendió cuando repentinamente encontró más a su alrededor a medida que avanzaban, incluso había varias armas rotas y grandes trozos de metal aplastados.

— Gaster, ¿Y esas cosas...? — Hubo un corto silencio.

— Normalmente 'ellos' no encuentran este sitio, este desierto y los hechizos ilusorios deberían ser suficiente pero... — Hizo una pausa, suspirando. — Han sido varios los humanos que han tratado de darle caza a nuestro padre, quizás saben que es el último restante... y él ha tenido que defenderse. — Oh... entonces, esos eran los restos de los humanos...

— Es... difícil imaginarme a un humano haciéndome daño...

— La mayoría de ellos no son como nuestras madres, casi todos odian a los monstruos o buscan domarnos para aprovecharse de nuestros poderes. — Tamer no pudo evitar mirar la muesca en su cola, sitio donde podría encajar algún objeto de valor entregado por un humano y convertirse en su familiar.

— Creo que no me molestaría ser 'domado' algún día, ¿Eso es malo?

— Depende de ti. Sólo asegúrate de pedir algo muy valioso, tu libertad debe tener un muy alto precio. — Se detuvo frente a una cueva de gran tamaño mientras bajaba al menor y señalaba la entrada. — Adelante, él te espera.