Su visión se movía inquietamente mientras patrullaba las calles de Snowdin, con sus orejas en punta y respirando fuertemente por las fosas nasales para captar cualquier olor sospechoso; el toque de queda había sido decretado desde hace varios días y se aseguraba que fuese respetado.
Su pupila amarilla destellaba como un pequeño faro en medio de aquella oscura noche, mientras un trozo de gasa cubría su ojo izquierdo, el cual aún no se recuperaba de las heridas sufridas en la guerra. Su cuerpo tampoco estaba en la mejor forma dado que estaba usando un bastón para ayudarse a caminar, el descanso había sido obligatorio pero después de una semana no había aguantado más.
El olor de los instrumentos médicos y el aire del laboratorio le hacían sentir más enfermo que sano.
De mala gana Winter le permitió tomar lugar junto al resto de la guardia real para patrullar por las noches, aunque sólo durante dos horas. La nueva Alfa temporal de la guardia real era Dogaressa, quien había tomado el puesto sin dudar cuando Undyne había sido encarcelada junto al resto que osaron rebelarse.
Ese era el trabajo de los perros y un rol que Furs entendía muy bien: Obedecer, no pensar.
Un soldado que confiaba en más en su juicio que en el de su líder era un peligro para él mismo y para aquellos por quienes luchaba.
La visibilidad de aquella noche era casi nula puesto que una ventisca se encontraba asolando el pueblo de Snowdin, aunque para Furs aquello no era problema puesto que él estaba en parte hecho de hielo así que no necesitaba gafas protectoras, aunque sí llevaba sus dos abrigos para evitar congelarse.
De pronto captó un olor no correspondiente al de los integrantes de la guardia así que se apresuró en rastrearlo y seguirlo, un lobo común y corriente estaría en problemas, pero él poseía el olfato más agudo de todo el multiverso por lo cual no tuvo problemas en llegar a la fuente del olor.
En medio de una de las plazas de Snowdin se hallaban Dogaressa y Dogamy frente a un leopardo de las nieves, al acercarse a ellos notó que el felino era joven pero fuerte, de unos diecinueve años quizás. Sus pupilas eran violetas y sus manchas de un tono grisáceo más oscuro que el resto de su pelaje. Al verlo aproximarse siseó con amargura, aunque los otros dos lobos no reaccionaron.
— Oh, genial. Ustedes lobos cobardes nunca se atreven a dar pelea si están solos, ¿Verdad? — Movió su cola con molestia, observando cómo los tres se colocaban en formación de triangulo a su alrededor.
— Vuelve a casa, Dante, sabes que hay toque de queda en todos poblados. — Habló la alfa con tono autoritario.
— Para ustedes es fácil decirlo, soy nocturno así que no puedo quedarme encerrado toda la noche. — Se defendió mostrando los dientes. — ¿Cuándo se supone que podré salir a cazar?
— En el día, como todos los demás. — Respondió Furs y el leopardo lo miró con odio.
— ¡Jamás! ¡Asgore sabe que debe respetar las costumbres, tradiciones y estilos de vida de todos los monstruos! Él nunca-
— ¿Vives bajo una roca, leopardo? — Furs interrumpió. — No estamos siguiendo las órdenes de Asgore. — El menor lo vio con genuina sorpresa y confusión. — Esta situación supera con creces los conocimientos del Rey Asgore, problemas modernos requieren líderes modernos. Nosotros estamos a las órdenes del Príncipe Winter Chara Dreemurr.
Durante unos segundos el único sonido audible fue el que estaba siendo ocasionado por la ventisca que los asolaba.
— ¿¡Estás tratando de decirme que un humano está al mando de nuestro reino!? ¡Eso explica el caos! — Vociferó sacando sus garras.
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[FursTale] - Antes de Historia (Cómic)
FanficUn conflicto con un Sans rival impide que FursTale se termine de desarrollar como un AU independiente y legítimo, por lo cual Furs!Chara ha de unir fuerzas con sus aliados para mantener su hogar a salvo de las amenazas. Poco a poco, más personajes s...