[FursTale] - Antes de Historia (Cómic)

[Furs!Chara - 01]

El híbrido esperaba pacientemente apoyado contra una de las paredes del castillo, ambas manos se encontraban en sus bolsillos y un pañuelo cubría parte de su rostro. Había olvidado su bozal en la Omega Timeline así que había tenido que improvisar.

Cuando Ponpon volvió de su viajecito para ayudar a Tamer a escapar él no le recriminó nada, era Ponpon, le hubiese extrañado que él no interviniese para salvar a Frisk... aunque estaban de acuerdo en algo: La próxima vez serían más hostiles con sus ataques. El asesinato de Asriel fue definitivamente una clara declaración de guerra.

Fue una pena que olvidase decirle a Ponpon que le trajese su bozal cuando volvió.

— Muy bien, Sans. — Una voz tranquila y gentil lo hizo voltear, al frente de una puerta Furs!Toriel le dedicaba una leve sonrisa. — Ya puedes entrar, pero procura que tu visita no sea extensa, mi bebé todavía necesita descansar...

Era divertido cuando Toriel se refería así a Furs!Chara, pero sabía que no era momento de chistes. — Entendido, Tori. No creo tardar de igual manera. — Ella asintió. A pesar de que su rostro se veía tranquilo, para Furs era obvio que estaba atravesando una situación sumamente difícil en aquellos instantes. — Lamento mucho no haber podido hacer algo para evitarlo, debí ser más fuerte...

— Sans... — Colocó las manos en sus hombros, haciendo que la mirase directamente. — No hay manera de saber si podrías haberlo evitado o no, ciertas cosas simplemente suceden. — No pudo evitar bajar las orejas. — Ahora, mi niño te espera. Adelante. — Señaló la puerta y él asintió.

— Seré breve, no se preocupe por ello. Gracias.

Le hizo una leve reverencia a su reina en señal de claro respeto, yendo luego hasta la gran puerta y empujándola para que se abriese y así pudiese entrar.

Casi nunca había estado en la habitación de Chara, así que se dedicó a curiosearla mientras cerraba la puerta tras de sí. Lo primero que notó fue una mesa con una canasta encima, dentro parecían haber varias cartas y regalos... muy seguramente de monstruos que esperaban que se mejorase. Su cuarto era muy amplio y poseía un balcón, todo estaba limpio, ordenado, había un gran espejo, unos tocadores, candelabros, pinturas y... ¿Eso de ahí era la puerta a otra habitación que servía de armario? Con razón Chara tenía un enorme ego, literal vivía como un rey.

Incluso su cama era enorme, tenía a los lados algo así como unas cortinas que ni siquiera sabía para qué eran.

Antes de que empezase a cuestionarse para qué usaba la familia Dreemurr sus impuestos decidió acercarse con lentitud a la cama, viendo como el humano parpadeaba un par de veces antes de girar su rostro para verlo, estaba muchísimo más pálido que de costumbre. A Chara le tomó al menos unos instantes reconocerlo, incluso su ceño se arrugó un poco al no conseguirlo a la primera.

Llevaba en ese estado cinco días, pero recién ahora tenía suficiente fuerzas para una visita.

— Te ves terrible, "príncipe". — Se animó a decir, sentándose en la cama.

— Perdí casi litro y medio de sangre... ¿Esperabas algo más? — No conocía mucho del cuerpo humano, pero suponía que aquello era mucho. Al menos era bueno verle de, ¿Humor?

— Si te soy sincero... esperaba verte muerto. — Comentó con naturalidad y el contrario levantó su mano, mostrándole el medallón que portaba.

— 99 de Defensa. — Furs no pudo evitar sonreír. — Tenía el presentimiento que alguien saldría herido, así que llamé a mi padre pero... no me esperaba que Asriel... — Se quedó en silencio, desviando la mirada. — Nunca debí pedirle que viniese... — El dolor de perder a su hermano era sincero, podía notarse en su mirada apagada y vacía.