[FursTale] - Antes de Historia (Cómic)

[Ponpon - 02]

Se encontraba en el patio de 'nuevo hogar' cuando el sonido de unos pasos hizo que Furs!Chara voltease levemente, encontrándose con el esqueleto de cabello celeste que sentía había conocido hace tan pocas semanas, aunque se veía un poco cambiado. En respuesta, su ceño se relajó ligeramente y se levantó.

— Tardaste lo tuyo en llegar.

— ...Para resumir, digamos que no tenía ánimos. — Contestó el mayor sin ganas.

— Ven, hablaremos adentro. — Asintió en respuesta.

Ambos entraron en la casa de tonos colores grises, sitio donde Furs!Chara vivía junto a su hermano y su padre. El ambiente cálido pero tranquilo de la casa los recibió a ambos, haciendo que Ponpon se detuviera tan sólo unos instantes para suspirar y ver a su alrededor, recordando triste la belleza del AU que había perdido hace tanto tiempo.

El menor se sentó en uno de los cojines que estaban en el suelo, frente a una mesita e hizo una seña para que el contrario hiciese lo mismo.

— Tu nuevo atuendo es... magnifico. — Dijo señalando las ropas del esqueleto, por lo cual él se miró a sí mismo. — Te ves mucho mejor que antes, espero que eso no te ofenda.

— Al contrario, gracias. Es sólo que... me costará un poco acostumbrarme. — Jugó con su cabello algo ansioso. — Así que... ya se han establecido aquí.

— Sí, aunque el universo va necesitar varios resets a medida que vaya completándose y más monstruos comiencen a aparecer. Por ahora, sólo existen las ruinas, snowdin... y el núcleo, literalmente sólo hay un espacio en vacío en donde deberían ir el resto de lugares. — Explicó tranquilamente.

— Y... ¿Qué tal está Furs? — Se animó a preguntar, algo nervioso por la respuesta.

— Bastante bien, vive en Snowdin con Papyrus y tiene unos amigos. Debí esperarlo pero se lleva muy bien con los monstruos lobo. — Se quedó pensativo. — De hecho, ahora ni siquiera usa su bozal...

— Puedo ver que ustedes son... unidos... — El menor rápidamente volvió a verlo, notando como miraba algunas fotos en las paredes donde incluso Furs aparecía. — Eso es bueno.

— Por supuesto, él es parte de la patrulla real. — Se encogió de hombros. — Aunque... creo que está intentando algo con mi mamá, quizás sean ideas mías. — Comentó fastidiado y el contrario rio, llamando su atención.

— Disculpen la interrupción. — Ambos voltearon a ver a Furs!Asriel, quien sujetaba con dificultad tres tazas. — Sólo vine a dejarles esto y me iré. — Furs!Chara se levantó para ayudarlo, quitándole dos de las tazas y colocándolas sobre la mesa.

— Gracias, esclavo. — Dijo el humano a modo de broma, haciendo que el más alto le sacase la lengua amistosamente.

— Gracias... Asriel. — El aludido sólo asintió.

— Cuidado, está caliente... te hablo a ti, Chara.

El príncipe se alejó por el pasillo, bajando las escaleras rumbo al jardín real.

Ponpon miró el contenido de la taza y no esperó menos considerando con quien estaba, obviamente era chocolate caliente con malvaviscos. No pudo ni dar un sorbo antes de escuchar al contrario quejarse, viendo como soplaba sobre su taza.

— Deberías esperar a que se enfríe...

— Es chocolate, sencillamente no puedo esperar. — Dio otro sorbo a su taza, quejándose de nuevo.

— Nunca entenderé porqué los Charas aman tanto el chocolate... — Se quedó callado unos instantes. — Entonces es... ¿Definitivo?

— ¿Qué cosa...?

— Furs. ¿Él no va poder recordar a ninguno de los que conoció antes del reset, verdad? — Furs!Chara hizo una pausa, alejándose de la taza unos instantes.

— No debería. Pero logré aislar parte de sus recuerdos pasados y, si consigo encontrar unos códigos faltantes, quizás pueda devolverle la memoria. — Ponpon levantó la mirada, sorprendido. — Aun así, al final será elección de Sans si quiere tener sus recuerdos de vuelta o no, quizás prefiera quedarse así.

— Lo importante es que la elección exista para él. — Tocó su hombro, con una leve sonrisa. — Sé que no era tu obligación hacerlo, no sabes lo mucho que eso significa para mí...

— Quizás lo sé... — Murmuró. — Si alguien me apartase de Asriel... no sé qué haría, puede que no compartamos sangre o seamos de la misma especie pero... él es realmente un hermano para mí.

— Entiendo, también me siento un poco así sobre Furs.

— ¿Un poco? — Repitió.

— Siento que nunca lo conocí bien y... estuvimos sólo unos meses juntos, pero realmente me agradaba. No como un hermano de verdad, por supuesto... pero sí como un gran amigo y compañero... — Dijo con algo de tristeza.

Furs!Chara volvió a tomar su taza ahora un poco más tibia y le dio un largo sorbo, quedándose luego pensativo.

— ¿Y qué harás ahora sin Sans? — Preguntó, tratando de no sonar tan duro. — No sé cuánto vaya a tomarme hacerle recuperar la memoria, sí es que él quiere...

— Supongo que volveré a mi vida de fiestas, trabajo y visitar AUs en mi tiempo libre. — Se quedó viendo su propia taza, animándose a tomar un poco. — De donde vengo siempre hay otros monstruos por conocer, es divertido pasar un buen rato con ellos.

— ¿Hablas de la línea de tiempo omega, cierto? — El mayor levantó una ceja. — Puede que te haya escuchado hablar con Sans un par de veces. — Murmuró. — La Alphys de este AU no existe todavía, pero su laboratorio y sus cámaras sí... — Ponpon desvió la mirada y tomó un sorbo de chocolate.

— Sí, es un sitio agradable para hacer amigos...

— A mí... sinceramente me gustaría ir, estaría bien conocer a otras personas... — Hubo un corto silencio donde el contrario pensaba muy bien lo que iba a hacer.

— Si gustas puedo llevarte, también puedo mostrarte como ir cada vez que quieras para que no dependas de mí. — Furs!Chara casi se ahoga con su chocolate caliente al oírlo.

— ¿Eso estaría bien para ti...?

— No confío del todo en ti, aunque me hayas salvado. — Confesó el de ojos celestes. — Pero no creo que sólo por ser Chara debas ser cruel o malvado, así que te daré el beneficio de la duda.

— Está bien, lo entiendo... espero que logres ver quien soy en realidad...

En un par de minutos, el chocolate caliente de ambos se había terminado y justo después fueron a la línea de tiempo omega.

Para Furs!Chara el paisaje de una ciudad repleta de monstruos fue impresionante, edificios, fuentes, tiendas... con tan sólo unos pocos humanos a la vista. Ver a alguna versión alterna suya mirarle con curiosidad también se sintió tan raro como asombroso, aunque terminó por sentirse intimidado por el número de gente a su alrededor.

Por suerte, Ponpon estaba ahí ya que seguramente no se habría animado a hablar con nadie de haber ido él sólo.