Mis noches,
las amo.
Dolorosas
y profundas.
Mis noches,
si yo pudiera,
pero no puedo,
esto es serio.
Llanto amargo,
condenado,
sin armas.
No hay defensa,
es el odio.
Mis noches,
quejumbrosas,
pretenciosas,
prepotentes,
poderosas...
Quiero,
no quiero.
Pienso,
actúo,
condeno...
Mis noches,
oscuras,
fuertes,
crecientes,
desesperadas.
Soy,
¿Qué soy?,
¿quién soy?
¿Dudar?,
¡¿de mí?!
Huir o liquidar.
Construir o perecer.
El débil,
el asustado,
el inquieto...
¿Sentido?,
¿libertad?
Conciencia degollada.
Incauto en el vestíbulo.
Metáfora incoherente.
No tiene perdón.
Esto no es arte,
es fallecer.
Mis noches,
cortadas,
inquietas y negativas.
Confiar,
¿en quién?
Soledad,
superioridad.
Me deterioro,
pero exagero,
¿será pesimismo?
¿Me voy?,
¿me quedo con ella?,
¿la deshecho?,
¿la idolatro?
Remendar, no puedo...
Reanudar, a tiempo.
¿Soy el único
o soy el pretexto?
Jugar,
crecer,
manipular,
quebrar.
Mis noches,
impredecibles,
sedentarias.
Buscar, encontrar.
Limpiar, revelar,
vincular...
lazos...
¡Están rotos!
Mis noches,
Mis noches,
Mis noches,
Mis noches...
Si las olvido,
me olvido.
Si las culmino,
me trituran.
Quizá,
la probabilidad...
El tiempo cesará,
y la muerte
cenará.
Mis noches...
no...mi noche,
mi verdad,
mi realidad.
El fin,
al fin.
Comprendiendo,
abandonando.
Esta noche,
inaudita.
Me lleva,
me llevan.
Mi noche,
la de ellos.
