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¡Sweet baby! → Kiho, especial.


— Bebé, ¿Estás listo ya? — Kihyun se mordía los labios, estaba nervioso. Su novio se compró un disfraz, aclarando que su contenido era sorpresa, ¿Que clase de disfraz se había comprado?, ¿Vampiro, o zombie?, Lo único que era cierto, era que cualquier cosa que se pondría, le quedaría sexy.

— Cierra los ojos, voy a salir.

El menor obedeció sin pensárselo dos veces, rápidamente, tapando sus pequeños orbes azulados con las palmas de sus manos. escuchó un "Ya" por parte de su novio, lo cual generó mucha más angustia en su pequeño cuerpo, esperó unos segundos, para así, quitarse de una vez lo que ocultaba su visión.

- Hoseok... - Ahogó un gritito, dejándolo caer por su garganta, deslizándose por su estomago, para así dejar que desapareciera, fundiéndose con su ser. 
Se había vestido de policía, ¡Policía!, Kihyun, con la boca aún abierta y mirándolo, no se lo podía creer.

El traje le quedaba estupendamente, se ceñía perfectamente a sus carnes, marcando todo lo bueno que tenía el mayor, incluso su... Eso. Kihyun ni quería pensarlo, porque cuanto más lo hiciera, más rápido se pondría duro.

- ¿Te gusta? - El menor no tenía fuerzas para responderle, porque estaba seguro de que si hablaba, un pequeño jadeo se iba a escapar, y no quería eso.
Pronto, Hoseok comenzó a dar una vuelta sobre sí mismo, luciendo lo bien que le quedaba ese disfraz, a lo cual Kiki no pudo dar otra respuesta mas que mirarle sus perfectos y redondos glúteos que portaba su sexy novio.
Porque, vamos, ese pantalón de cuero se ceñía muy bien a esa parte de Seok.

Kihyun sonrió acalorado y un poco abochornado, no obstante su traviesa mano dió a parar en una de las nalgas de su novio, dándole una fuerte palmada en ella, haciéndole saber que estaba satisfecho con el traje, Seok le dedicó una sonrisa con un toque coqueto y atinó a besar sus labios con impaciencia. - Estas jodidamente genial, Hoseok.

- Bebé... Quiero jugar a algo... tú serás un ladrón, mientras que yo tendré que atraparte y castigarte hasta que saldes tus pecados.

- Pero amor... la fiesta es en unos minutos.

- ¡A la mierda la fiesta!, toma, te compré un traje... A juego. - Su sonrisa podría llegar a dar miedo. Sus ojos, hambrientos por devorar todo el cuerpecito pequeño de su novio.

La habitación se llenó de un ambiente sensual, la respiración de Hoseok se volvió intranquila cuando su pequeño y lindo novio entró al cuarto vestido de prófugo, un prófugo demasiado sexy como para describirlo.
Una sexy camiseta de tirantes adornaba su pecho, transparentando los botoncitos rosados que poseía, un short, muy revelados, que apenas cubría sus nalgas.

- Con que aquí estabas... Te he pillado. - De la bolsa que portaba el mayor, sacó unas lindas esposas rosas, aterciopeladas, para que no causasen ningún daño a su bebé.
Una vez puestas, tiró de su menudo cuerpo, apoyándolo contra su amplio pecho.

Decidí seguirle el excitante juego que había comenzado, ¿Quien era yo para cortarlo? - Traté de escaparme..., nadie me retiene mucho tiempo en un mismo lugar, lindo.

- Creo que el niño merece un buen castigo... No puedo permitir que te vayas así como así.

Kihyun fué empujado firmemente por Seok.
Cayó encima del sofá, haciéndose algo de daño trás la estrepitosa caída que protagonizó.

- Haré que respetes a la autoridad. Quieras o no. - Kiki, un poco asustado, se dejó llevar por las grandes manos de su novio, que lo llevó a estar en una posición un tanto... irritante.

Prosiguió con un bamboleo, creando fricción entre los dos miembros ajenos, correspondiendo con dulces jadeos y gruñidos, que solo lo podían presenciar ellos mismos.
La inestabilidad de aquel beso lo transfiguraba a uno desenfrenado, loco, pasional y rudo, una canción sonaba en sus mentes, como si la pequeña Alexa hubiera reproducido esta.

Lento, así se describían las acciones de Seok, mientras que Kihyun, con la cabeza echa un lío, no podía hacer más que gemir, y gemir para Hoseok. Lo alentaba a seguir, y que subiera más de tono sus acciones.
En cuanto comprendió las acciones del menor, agarró con parsimonia los finos shorts que llevaba el menor, arrancándolos de un gracil tirón, dejando expuesta la zona baja de su bebé.

- Eres tan pequeño, que incluso tu pene lo es, ah, eres tan lindo, si no fueras un maldito ladrón.

Kihyun estaba anonadado, su novio, lindo y tierno, se había sumido en el papel de policía, y no lo reconocía.
Pero, al ver que la situación era tan placentera y excitante, no dijo que no.

- O será que tú eres un gran gorila. - Dijo en tono burlón.

Si, Wonho y kihyun eran el uno para el otro.

Halloween. /Jookyun. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora