dream boy || maylor

❝08❞

ambos enamorados corrían por aquella bonita pradera, con sus melenas "volando" por la suave brisa que corría por aquel bonito lugar.

—¡a que no me atrapas! —exclamó desafiante el rubio sin dejar de correr.

—¡eso ya lo veremos! —respondió el rizado persiguiendolo.

una vez que lo alcanzó se abalanzó hacía el. —¡te tengo! —gritó y ambos jóvenes cayeron al césped abrazados soltando múltiples risas por lo sucedido. —yo gané. —respondió de forma altanera pero burlona.

—¡no es justo, me agoté! —se defendió el ojizarco haciendo un puchero que causó ternura en el de ojos hazel.

—admite que eres malo para perder. —ambos rieron y luego, el rubio prosiguió a acurrucarse en el pecho del más alto.

—está bien, tú ganas. —roger rodó sus ojos y luego se dedicó a jugar con los rulitos del mayor haciendo que sus dedos se enreden de vez en cuando en estos.

—te ves hermoso cuando intentas parecer enfadado, ¿sabías? —comentó brian y las mejillas de su amado enrojecieron.

—tu te ves lindo siempre, brimi. —ambos se sonrieron y luego brian acarició la espalda del menor con delicadeza.

—me encanta estar así contigo... —añadió dejando besos en las suaves mejillas de taylor.

—a mi igual, brimi. —respondió y soltó algunas risitas por las cosquillas que le causaban los besos del mayor. —brimi... —lo llamó el rubio con timidez.

—¿si, roggie?

—¿m-me das un be-besito...? —preguntó tímido con sus mejillas rojas a mas no poder.

—por supuesto, bonito. —brian se acercó a la mejilla del rubio y dejó un beso en esta.

—no... no ahí... —brian lo miró confundido al no entender a qué se refería. —a-aquí... —roger señaló con sus dedos sus labios y brian comprendió.

—oh... por supuesto... —rió leve y se acercó con lentitud a los finos labios de su amado.

siempre que llegaba ese momento se ponían muy nerviosos. pero aún así sus ganas no se iban.

y justo cuando estaban a pocos centímetros de acortar esa distancia que los separaba todo se esfumó.

—¡brian! gracias a dios despiertas, cariño...

como siempre, su madre era la que lo traía a la realidad.

brian abrió sus ojos lentamente sintiendo un pequeño dolor en su cabeza, producto del golpe que se había dado hace unas horas en la calle cuando se cayó.

cuando por fin sus ojos se acostumbraron a la luz de aquella habitación pudo divisar dos personas.

la que estaba frente suyo, su madre, quien respiraba ya más calmada.

y la segunda, a roger. que lo miraba soltando algunas lágrimas con sus manos temblando.

inmediatamente comenzó a recordar todo lo que había sucedido hace un rato, y el último recuerdo que tuvo hizo que su pecho doliera y sintiera ganas de llorar.

—¿q-qué pasó? —quiso saber. según lo que recordaba el estaba en la calle, llorando. y luego de eso todo se había vuelto negro. 

—te desmayaste en la calle. ibas corriendo y te caíste. tuviste un ataque de ansiedad de nuevo cariño... por suerte roger te encontró y te trajo hasta aquí . —explicó su madre acariciando los rizos de su hijo.