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—¡brian harold may despierta de una vez holgazán!

los gritos de su madre hicieron que el rizado despertara de golpe haciendo que intentara levantarse rápidamente, pero en vez de eso solo logró enredarse con sus sábanas para después acto seguido caer de su cama directo al suelo.

gran forma de despertar.

—agh... mamá... ¿qué te  pasa? —se quejó brian sobándose su cabeza ya que se había golpeado muy fuerte ahí.

—hoy es el gran día mi hombrecito, y no quiero que perdamos tiempo. tenemos que ir a buscar tu traje, te llevaré a desayunar, luego a  la peluquería, compraremos tus zapatos, y luego tu padre y yo te daremos una sorpresa, ¿qué dices? —explicó su madre con emoción. ahora, su tono de voz era mucho más relajado. mucho más distinto al vozarrón que tuvo que usar cuando despertó a su hijo.

—suena genial, ma... ¿pero por qué me despertaste de una forma tan... imprevista...?

—te estuve llamando diez veces, bri. así que tuve que usar otros medios. —contestó ruth entre risas y luego ayudó a su hijo a levantarse del suelo y a quitarse todas esas sábanas.

05:45

eso marcaba su reloj. era muy temprano.

por suerte no debía ir a la escuela hoy. le habían dado el día a su curso para que pudieran prepararse para la ceremonia de graduación que sería en la noche.

aunque no ir a la escuela significaba no ver a su rubio favorito, pero le tranquilizaba el hecho de que lo vería en la noche.

—vamos, lávate los dientes, vístete que no tenemos todo el día. —lo apuró su madre y no le quedó de otra que obedecer.

caminó hasta el baño, y una vez que llegó se cepilló sus dientes, hizo sus necesidades y volvió a la habitación para cambiarse de ropa.

se decidió por ponerse un suéter con rayas rosadas, rojas y moradas, junto con unos pantalones negros acampanados y unos zapatos de tacón color blanco. algo sencillo.

arregló sus rizos un poco y luego salió de su habitación bajando las escaleras yendo a la cocina donde su madre estaba tomando una taza de té.

—ya estoy listo. —avisó por lo que ruth dejó la taza a medio terminar y se levantó rápidamente de la silla donde estaba sentada. 

—bien, vamos, vamos, vamos. —habló apurada y tomó las llaves del auto para luego salir de la casa a pasos rápidos mientras brian la seguía.

—¿por qué tanta prisa? —quiso saber el ruloso soltando algunas risitas.

—la modista que nos atenderá es una de las mejores en la ciudad y tiene muchos clientes. así que debemos llegar temprano para ser atendidos lo más rápido posible. —explicó con prisa y luego se subió al asiento del copiloto entregándole las llaves a su hijo quien las tomó y se dirigió al asiento del conductor.

durante los últimos dos meses, brian estuvo tomando clases de manejo con ayuda de su padre, ya que este quería que apenas entrara a la universidad supiera manejarse fácilmente con un auto.

volviendo al tema, brian condujo por las calles que su madre le indicaba y luego de unos quince minutos llegaron al local. entraron y tomaron asiento. ruth ya tenía un turno reservado. a brian le sorprendió que había varias personas adentro a esta hora de la mañana.

los minutos pasaban y aún no eran atendidos por lo que brian decidió tomar una pequeña siesta ya que estaba con mucho sueño aún y apoyó su cabeza en el hombro de su madre. ruth esbozó una sonrisa ante esto y se dedicó acariciar los rulos de su hijo. había extrañado estar juntos como antes.

dream boy || maylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora