Capitulo 1

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Evelyn

- Buenos dias. - Saludé felizmente a mi familia, la que consistia de 2 personas, mi hermano y mi padre.

- Buenos dias. - Habló mi hermano con su boca llena.

- Comes como un puerco. - Dijo mi padre mientras se sentaba a su lado.

- Tú pareces uno. - Contestó.

- ¡Ey! Esa falta de respeto. -

Mientras discutian, abrí el refrigerador para tomar el judo de naranja.

- ¿Hoy me llevas? - Preguntó mi hermano, ignorando el sermon de papa.

- No. - Contesté mientras tomaba uno de los vasos de cristal y vertía el jugo de naranja en el.

- ¿Por tener carro te crees superior? Te recuerdo que estoy a un año de conseguir el mio. - Cruzó sus brazos.

- No me creo, soy superior. - Reí.

- Que gran cosa te haz llegado a creer. - Y asi, continuó con su desayuno.

- Me voy en tres minutos. - Terminé mi jugo y deje el vaso a su lado.

Salí de la cocina y tomé mis llaves en el camino, entré a mi auto y minutos después mi hermano me acompañó.

- ¿Tienes practicas después de clases? - Habló después de que puse el auto en marcha.

- Si, tenemos que ir aprendiendo una nueva coreografia. - Conducí sin ninguna prisa, en realidad me encantaba disfrutar de la vista.

Nuestro pequeño barrio no ofrecia muchas riquezas, pero si bellezas. Las casas se veian tan acogedoras y podias ver como todos los vecinos se saludaban. Pero no se equivoquen, a la primera que traigas a alguién extraño a tu casa, te azecharán como una presa.

- ¿Puedo esperar en la cancha? -

Arrugué mis cejas, siempre me pedia eso cada vez que me quedaba practicando, e pensado que solo quiere quedarse para verle la ropa interior a mis compañeras, pero ultimamente su pregunta se a vuelto una suplica.

- Ugh, esta bien. Pero a la primera que te le quedes viendo la falda, te ahorcamos con nuestros cordones. - Advertí.

- No lo dudo. - Suspiró.

Por esta misma razon me gustan las mañanas, puedo charlar con mi hermano de manera tranquila. Aveces me tardo en llegar a la escuela aproposito, asi consigo hablar mas con él.

Después de haber llegado, se bajó mas rápido que un rayo.

De nada, lagartija.

Me dije mentalmente mientras lo veia irse en modo turbo.

Llegué a mi casillero y tomé mi libro de historia y un par de lapices. Siempre se me olvidaba mi mochila y terminaba llevando todo en mis manos. Antes de cerrarlo miré las fotografias que tenia en ella. Eramos Cilix y yo, realmente era una foto hermosa. Aunque ni sé como la tomamos, ambas estabamos tan borrachas que pensamos que unos peces nos habian comido los pies, pero era que teniamos crocs.

Solté una risa después de cerrarlo.

- Leí en un libro que la 3ra fase de llegar a la locura es reirse solo. - Informó Cilix mientras se acercaba.

- ¿Lees libros? - Fingí asombro.

- ¿Tú sabes lo que son? - Respondió con el mismo asombro fingido.

- Lo verdaderamente preocupante es que tengas un libro asi. - Comencé mi camino a mi clase de historia.

- Hay que tenerlo cuando tengo amigas como tú. -

Cambios Del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora