Cambios Del Corazón

Capitulo 2

Evelyn

- Como ya saben, la presidenta de la clase nos vendrá a visitar. Asi que nada de tonterias. - Hablé fuertemente.

-¡Si señora! - Contestaron en unisión.

Me disgustaba que me llamaran señora, pero con estas chicas no se puede. Suspiré y miré mis alrededores, visualicé a  Nael 0.2 sentado en uno de los bancos de la cancha, fumando. En realidad se llamaba Zahir, pero al ser el hermano de Nael y ser tan parecidos, su nombre conmigo se a mantenido Nael 0.2

- Muy bien, chicas. Vayan estirandose. - Les informé mientras me acercaba a él.

- No puedes estar aqui. - Mis cejas se arrugaron desde que llegué a él. Apestaba a Marihuana, asqueroso.

- ¿No puedo o no quieres que este aqui? - Preguntó burlón.

- Ah, que bueno que entendiste la indirecta y no tengo que ser amable. Largate. - Puse mis manos en mi cintura.

Me observó por unos segundos, sin ninguno rastro de lujuria.

- No. - Continuó fumando.

- Eres un... - Estaba apunto de discutirle por su estupida escena de niño pequeño, hasta que vi como su rostro se tornó serio y con un poco de terror.

Tiró el cigarrillo y lo pisoteó rapidamente.

- ¿Qué rayos te sucede ahora? - Me volteé para ver a Meghan, la presidenta de la clase, saludando a todos mientras se acercaba a nosotros.

- Con que llego tu gato, rata. - Me reí de Zahir.

Me miró con odio, pero yo solo queria estallarme a reir.

- Buenas tardes. - Saludó Meghan.

- Hola. - Contestamos ambos.

- Zahir no estará molestandote, ¿O si? - Preguntó con una sonrisa, que de seguro para Zahir fue un claro " Estas en problemas."

- Bueno... - Vi como Zahir se tensó y tuve que taparme la boca para no soltar una carcajada.

Estaba horrorizado.

- No te preocupes, ya me da su peste. - Zahir rodó los ojos ante las palabras de Meghan.

- Zahir, - Empezó- te e dicho que puedes fumar donde se te venga en gana, pero solo porque tú fumes no significa que los de tu alrededor les encante el olor. El olor a cigarrillo no te queda, asi que hazte un favor. - Todo eso lo dijo con una sonrisa.

Zahir iba a responder, pero Meghan continuó.

- Deberias estar agradecido que por lo menos te ignoro cuando lo haces, pero si es una molestia para los demas, ten la cortesia de marcharte, como ahora. - Sentenció.

- No me iré. - Se cruzó de brazos.

¿Enserio? Ella acaba de dar un ensayo digno de ser escuchado en la ONU y la defenza de él es ¿"No me iré"?. ¿De donde vienes? ¿Del Kinder?

La sonrisa de Meghan no se inmutó.

- ¿Tendremos que sacarte? - Preguntó Meghan.

Zahir bufó y se levantó de su asiento sin otra palabra.

Entendia el terror de Zahir, Meghan tomaba clases de defensa personal y  unos idiotas intentaron probarlo, para su sorpresa , era cierto.

Después de que estaba lo suficientemente lejos, hablé.

- Es todo un crio insoportable. -

- Dimelo a mi. - Se quejó Meghan.

- ¿Solo viniste a observar? - Le dije, refiriendome a su visita.

- Queria hablar contigo sobre el tema que querrán para su presentación. -

- Aun no lo sabemos, apenas tenemos la coreografia aprendida. -

- Pues necesito que te pongas en contacto con la lider del club de arte, asi le dices a ella directamente lo que desean. - Meghan estaba apunto de retirarse.

- Espera, ¿La lider de Artes? No nos llevamos bien. - La seguí.

- Evelyn, si yo no hablara con las personas que me caen mal, no estaria aqui. -

- Jaja, que graciosa. - Llegamos hasta la puerta.

- ¿No solo puedo pensarlo por unos dias y decirtelo a ti? -

- Me estan bombardeando con trabajo, no puedo estar de mensajera cuando ambas tienen boca. -

- Me odia, ¿Sabes? ¿Y si intenta arruinarlo por eso? - Mentí, sabia que Carla no era capaz de eso y al parecer ella también lo sabia.

- Confio en Carla, no te preocupes. - Se despidió con la mano y se fue.

- Ni ti preocupis. - La mimiqué.

La adoraba, Meghan era muy amable la mayoria del tiempo, pero cuando necesitaba decirte las cosas, no tenia pelos en la lengua.

Resoplé y dí un pisotón. Es ironico como me quejaba de Zahir cuando yo era peor.

- ¿Ya terminaste el berrinche? - Se acercó Cilix.

- Quiere que me reuna con Carla para el tema de nuestra coreografia. -

- ¿Y eso que? - Caminamos hasta las chicas y comencé a estirarme ahi mismo, ya todas habian terminado y faltaba yo.

- Pues que si no tengo idea que tema queremos, tendremos que reunirnos mas de una vez. -

- Si... eso es lo que hacen personas normales, hablar para entenderse. -

- Pero yo no quiero hablar con ella. -

- ¿Cuando dejarás los estupidos celos? Carla es una chica muy amable. -

- ¿Cuando dejarás tú de hacerme esa estupida pregunta? -

- Cuando los dejes vivir tranquilos. -

- Exacto, nunca. - Terminé de estirarme y me acerqué mas a ellas.

- Comencemos. -