Ella...... La hija del presidente más importante del mundo, el un ladrón que quiere secuestrarla para un plan siniestro... Como terminará este amor? Sigue leyendo esta maravillosa historia que te intrigará cada vez mas.
No dormí demasiado, ya que a los pocos minutos empezaron a entrar los alumnos. Llegaron Tony y Jennifer al salón y Jennifer le empezó a gritar a una chica que nunca la había visto en mi vida.
- Hey! quítate, ese es mi asiento-. Dijo Jennifer poniendo su bolso en el escritorio.
-Obligame- dijo la chica desafiándola.
Tony no hacia nada, pero en cambio Jennifer alzo su puño pero me levante rápido a detenerla.
-Quien te ha dicho que te metieras?- dijo Jennifer.
-Como sigue tu peinado, lo pudiste salvar?- dije en tono de burla.
Ella se marcho sin decir ni una sola palabra más.
-Hola- dijo la chica.
-Hola, disculpala esta enojada porque le tire un helado en su rojo y postizo peinado- dije mirando y riendo.
-Mucho gusto, Jade- dijo riéndose y estirando la mano.
-Skylar- dije sonriendole.
Jade era una chica alta y se vestía completamente de negro, tenia mucho delineador en los ojos pero no se le veía tan mal, su cabello era rubio y liso.
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Me senté con ella toda la clase, era muy divertida.
-Oye, te gustaría venir a mi casa esta tarde?- dijo Jade con una sonrisa en el rostro.
-Claro, por que no.
Después de pasar por el aula de matemáticas para pedirle al profesor que me lo entregara, salimos Jade y yo a su casa. Cuando llegue a la casa de Jade por fuera se veía gigante, con un jardín muy bonito con rosas blancas y rojas. Jade abrió la puerta, y la casa estaba sola, tenía unas escaleras largas que llevaban a las habitaciones.
Subimos a su habitación, estaban pegadas fotos de ella y de una banda que yo no conocía ya que no me gustaba la música Metal.
-Espera, iré al baño- dijo Jade entrando al baño de la habitación.
-Bajaré a la cocina a tomar algo- le dije.
-Esta bien- dijo.
Baje y abrí la nevera, saque una coca-cola, pero al cerrar la puerta, me hizo erizar algo...
El... el que me robo mi tobillera... estaba parado enfrente mio.
Al verme coloco una sexy y aterradora sonrisa...
Quería correr en ese preciso momento.
-No digas nada- dijo el chico de ojos azules cogiendo un cuchillo de un cajón. Me temblaba todo, quede paralizada, no sabia que hacer si correr, si gritar o defenderme.
Si corría no llegaría muy lejos, era obvio que el era mas rápido que yo; no sabia como defenderme, mi madre me decía que tomara cursos de defensa personal pero nunca lo hice. Así que opte por lo segundo.
