Capitulo 12

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Alexa Stuart

Santiago me empezó a besar, no se porque no hacia nada y lo peor es que me deje llevar no sé si me gustaba el beso, pero solo lo disfruté y en eso reaccione

— !suéltame¡ ¿Que te pasa idiota? —le empujó

— porfavor Alexa, no me vas a decir que no te gustó —me dio una mirada pícara

— no entiendo de que me hablas es obvio que no me gustas —me voltee

— entonces ¿porque me seguiste con el beso?

— yo no te seguí nada idiota —me voltee a verle

— eso lo dejo a tu conciencia amorcito —se va

—que no me llames a si, ag lo odio

Estaba cansada, así que decidí dormir por suerte había una bata, me fui a bañar, cuando sali de la ducha me encontré al patético de Santiago tirado en la cama.

— al fin que sales, ahora yo entraré a bañarme —me da un guiño, el imbécil

— como quieras —me tiro en la cama

Estaba durmiendo, cuando siento unas manos en mi cintura, y me espante voltee encontrándome con Santiago tirado a mi costado que al moverme soltó sus manos de MI cintura

— que haces tú aquí —dije entre dientes

— que piensas, donde crees que dormiré —dio una sonrrisa

— creí que dormirias afuera, no acá

— lo lamento cariño, yo dormiré acá ya que afuera hace mucho frío y tengo mucho sueño llegaremos a las once de la mañana asi que cállate y duerme —quiero matarlo enserio

— no pienso dormir contigo

— bien duerme en tu balcón, a por ciento aca no hay uno, asi que dormirias en el suelo pero se moverá mucho y no lograrás dormir

— ¡te odio!, alejate no te quiero cerca

— como quieras

Santiago Vélez

Me encantaba hacerla enojar se mira muy tierna cuando me reprocha algo, me gusta mirarle sus labios ya que son esquisitos, Alexa se volteó me quedé a su espalda solo optaba por oler su perfume y jugar con la puntas de su cabello, le di una mirada más y me quedé profundamente dormido

Alexa Stuart

A un dormía hasta que alguien me despertó tocando la puerta, era la aeromoza

— ¿Si? —dije con sueño

— buenos días aterrizaremos en 10 minutos —dijo

— bien

Quería moverme pero me impedía la mano izquierda de Santiago ya que estaba en mi cintura y su otra mano en mi cuello de la aparte derecha su cabeza estaba encima de la mía, y su pierna izquierda está encima de las mías, en fin estaba atrapada en su cuerpo

— despiértate que me estás aplastando —dije con fastidio

— Alexa por favor un ratito más —dijo en un balbuceo y se apegaba más a mi hasta que sentí su miembro

— ¡alejate, que tu cuerpo se me está apegando mucho!

— amor, solo un rato

— ¡¿como me llamaste?!, ¡alejate!

— pero no me grites que me espantas —se levanta

— cámbiate que aterrizaremos en diez minutos

El jefe de mi papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora