Una recopilación de huesos descompuestos y carroña humana. Una recopilación donde más de uno se perdió en el camino y no fue capaz de reencontrarse a sí mismo. Donde más de uno torció el rumbo y le escupió a su cara trastornada en el espejo.
Ah, co...
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A Laurel le obsesionaba la belleza del universo. Pero ya no siente más amor por ello, sino un terror espeso, pegajoso, un dolor agudo en la nuca. Ha visto la noticia de la fotografía del agujero negro. Mas no es algo nuevo para ella. Lo había visto antes, duplicado en las pesadillas que ha tenido desde que su madre tomó el turno nocturno. Lo ha visto cada viernes a las doce, cuando no hay más luces encendidas en la casa y por el pasillo resuenan las suelas de unas botas pesadas. Cuando tras la puerta, se forman esos agujeros negros supermasivos en las pupilas de su tío Gio.
