Mi corazón en otras manos

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Es difícil, es difícil dar tu corazón,  y que lo aplasten con sus mismas manos. Es difícil, perder el miedo, volver a dar tu corazón y que de nuevo lo aplasten; o puede que esta vez tú misma lo hayas aplastado. 

Hay personas muy sensibles, personas que si las dejas un momento a solas, lágrimas caen de sus ojos en un rincón oscuro, con pensamientos rondando por su cabeza, pensamientos tan oscuros como el mismo rincón. Hay personas que dan su corazón muy fácilmente, y cuando ven que su corazón no es valorado como lo esperaban, lentamente van cayendo. 

¿Por qué? ¿Por qué mi corazón debe estar en otras manos? ¿Por qué no puedo simplemente quedármelo? Es triste, tener que depender de otras personas para ser feliz, para sentirse valoradas y suficientes. Necesito ese aprecio, ese aprecio y cariño que con el tiempo fui perdiendo. ¿Qué pasa cuando nadie me lo da y ni yo misma me lo puedo dar?

A veces quisiera ser la única niña en los ojos de alguien, a veces quisiera ser suficiente para alguien, para que no tenga que buscar a más. Soy fácil de reemplazar, fácil de olvidar.

Y con mi corazón en otras manos, es aun más fácil. 




¿Por qué la vida es cómo una cama?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora