YOUNGBLOOD.

Capítulo 1

Hoy era veinte de marzo, lo cual no solo significa que es el comienzo del verano, sino que de igual manera significa que me tocaba asistir a la escuela de verano y campamento al igual que todos los años. Aunque mis dos mejores amigos, hacen que me divierta infinitamente y por eso no puedo evitar estar algo ansiosa por ir.

Estaba terminando de guardar algunas de mis cosas esenciales en mi bolso de mano cuando mi mejor amiga, Dove, se infiltró a mi habitación como es de costumbre. Nos conocemos desde pequeñas, por lo que prácticamente es normal que esto suceda.

– Hey, hey, hey! ¿Cómo está la mejor amiga más bella de todas? ¿Ya preparaste todo tu equipaje? –Preguntó carismáticamente a lo que respondí con una sonrisa mientras agitaba mi bolso de mano en su rostro, provocando una risa sonora en ella.– Deja que tome una de tus valijas y la lleve a la limo.

Seguido esto, bajamos todo hasta la limosina de su padre y saludé al chofer amablemente para así adentrarme en esta. Realmente había dormido poco por las ansias de ver qué cosa legendaria haríamos en nuestro último campamento y a la vez había estado algo triste porque nuestro amigo KJ no iba a poder acompañarnos este año, al igual que la vez pasada.

El camino iba silencioso, lo cual se me hacía muy extraño por parte de mi energética y charlatana mejor amiga, pero no dije nada hasta que noté que el camino que estábamos tomando no era el de siempre, lo que me hizo realizar una mueca extrañada.

– Mira perra, si vas a secuestrarme, procura que nadie de mi familia lo sepa. –Hablé a tono de broma, haciendo que hasta el chofer soltara una carcajada.

–Claro que no, no seas ansiosa. –Respondió la rubia entre risas mientras que me empujaba levemente. Y en cuanto iba a responderle, pude notar cómo llegábamos a la entrada del aeropuerto y nos encontrábamos con un KJ lleno de valijas, con su cabello despeinado y sus infaltables auriculares color azul.

El recién nombrado no dudó en soltar todo su equipaje y abrir la puerta del vehículo para así tirarse sobre nosotras en un intento de abrazo, y digo intento porque prácticamente nos aplastó, pero así de bruto lo amábamos. Sinceramente él había pasado bastante tiempo alejado de nosotras ya que estuvo estudiando actuación y logró conseguir algunos papeles en teatro o cameos en la televisión, lo cual nos alegra muchísimo ya que a diferencia de su familia, nosotras sí lo apoyamos y admiramos.

Después de haber guardado su equipaje, todos nos relajamos y comenzamos a ponernos un poco al día, ya que Dove no se había quedado atrás y por su parte también se encontraba actuando en algunas obras de teatro y concentrándose en terminar la escuela para poder desplegar su carrera fuera de los telones. KJ tenía la suerte de poder estudiar en su casa, en especial porque sus padres le pagaban todo para que no les molestara y yo por mi parte, solo intentaba encontrar algo que realmente me interesara hacer.

–Chicos, les tengo una noticia. –Mencionó Dove, a lo que nosotros dos la vimos entrecerrando los ojos y cruzando los dedos, rogando que no sea un embarazo. – ¿Recuerdan a Thomas? El chico del que les hablé? –Preguntó esperando respuesta, a lo que negamos. – Definitivamente son unos despistados. ¿Cabello negro? ¿Ojos claros? ¿Va conmigo a clases de teatro en el colegio? –Habló ella esperando que nos diéramos cuenta de quién era. A lo que ambos tardamos unos segundos en caer, pero al recordar quién era, asentimos como niños pequeños.

–Si estás embarazada de ese, van a salir muy lindos niños, pero no me alegra, eres joven para eso. –Mencionó KJ fingiendo ser mayor y poniendo cara de desaprobación.

–¿Qué? Claro que no. –Respondió Dove viéndonos horrorizada, haciéndonos suspirar al mismo tiempo por el alivio hasta que comenzamos a reírnos a los pocos minutos y en cuanto las carcajadas cesaron, la rubia prosiguió. – Planeo llevarlo a escondidas al campamento.

–¿Estás loca? Si tu papá se entera, va a matarnos a todos. –Dije un tanto nerviosa, oh, ¿olvidé mencionarlo? Su padre es el dueño del terreno y las cabañas que usa la colonia de verano.

–Sí, lo sé, pero... –Esta vez la interrumpió KJ, por lo que ella cerró sus ojos un tanto frustrada.

–De igual manera, tu cabaña está a parte de las demás, así que no creo que haya problemas para ocultarlo. –Estuve a punto de golpearlo en el rostro, ¿acaso nadie notaba que si se enteraba alguien iban a encerrar a Dove para siempre? Y diría que es casi literal que eso pasaría, su padre es la persona más cuidadosa del mundo con su hija.

–En verdad voy a golpearlos a los dos tan pero tan fuerte, que en lugar de llevarlos al campamento, el chofer los va a llevar al hospital. –Sinceré ya que al parecer era la única que estaba pensando en las consecuencias de todo esto.

Claramente, después de la insistencia de Dove y de la idea de que KJ iba a ser su guarda espaldas, terminé por aceptar ser cómplice de mis amigos al igual que siempre. Continuamos el viaje con risas y música de por medio hasta que el pendrive reprodujo "Youngblood" de 5SOS la cual obviamente cantamos a todo pulmón para finalizarla con una risa sonora de parte de todos.

–¿Recuerdan cuando salió? La cantábamos cada cinco minutos. –Mencionó Dove, trayéndonos recuerdos de aquellas tardes en las que solo nos juntábamos a jugar a las cartas y a contarnos chismes sobre cosas que habían pasado en el colegio.

–Claro, en especial porque literalmente la cantábamos cada cinco minutos. –Agregué riendo por rememorar a KJ desafinándole a la mayoría de las notas a propósito, el cuál cabe destacar que acababa de quedarse dormido ya que por suerte es muy normal, digo, ¿quién se duerme después de cantar a todo pulmón? Obviamente sólo el pelinaranja podía.

No tardamos mucho en unirnos a su siesta, por lo que terminamos usándonos de almohada mutuamente hasta que sentimos que había frenado la limosina, o bueno, sólo KJ y yo lo sentimos ya que Dove estaba prácticamente hibernando.

Los empleados del lugar, no tardaron en reconocer el vehículo y hablaron con el chofer para así llevar las maletas a los respectivos lugares mientras que nosotros nos bajábamos de la limosina para estirarnos y Dove... Bueno, es Dove, y no quería levantarse de su lugar, por lo que KJ la cargó en su espalda con una mirada de desaprobación para así dirigirnos los tres hacia la cabaña de la rubia. En el camino íbamos riéndonos de KJ porque casi suelta a la rubia por accidente, haciendo que ella se despierte de golpe y se enfadara, hasta que llegamos a la lujosa y apartada cabaña que estaba preparada para ella, por lo que hubo que bajarla de KJ para que abra la puerta. Corrimos a la cocina para buscar algo que podamos comer, pero al parecer no nos encontrábamos solos, Dove palideció al encontrarse con la persona que menos esperaba ver.