Capítulo 6 》Muerte

1.1K 105 32
                                    

–Emperatriz, lamento mucho su perdida– dice el guardia alado de Finn

Rey dejó su enojo fluír hasta el punto en el que este comenzó a ahogarse, ella no aflojó los puños y eso provocó la muerte del soldado.

–¿Qué harás ahora?– pregunta Finn

–Terminar lo que el empezó, tomaré mi lugar como Emperatriz– dice con la voz quebrada y los ojos llorosos

La noticia de que el Emperador había muerto se corrió muy rápido, Finn volvió a Coruscant herido y con el sable del difunto Emperador en manos, Rey sintió que el coraje le recorría el cuerpo al saber que había sido traicionada por uno de sus amigos y le puso precio a su cabeza de inmediato.

Edmont vio una oportunidad, tenian que salir de ahí, los planetas estaban en total desorden, después de la muerte de Palpatine la gente vio una luz de esperanza y todos los líderes esperaban hablar con la última Palpatine para saber que era lo que pasaría, si debían rendirse. Edmont sabía que su hija estaba sesgada por la oscuridad y que no cedería tan fácilmente, ya había analizado las posibilidades y no saldría bien. Ambos estaban listos para abordar una nave pero Rey los confronta antes de abordar.

–¿Qué creen que están haciendo?– Pregunta molesta, Edmont da un paso al frente con decisión

–Nos vamos de aquí y tu deberías de hacer lo mismo

–No me iré, no dejaré todo por lo que lucho mi abuelo

–Rey, sabes que esto no es lo correcto, ven con nosotros– su madre se acerca a ella –recuerda todo lo que te enseñamos cuando eras pequeña– Aledis se acerca a su hija y pone ambas manos sobre las suaves mejillas de Rey, dentro de ella había confusión, dolor y sufrimiento, no sabia que hacer, su alma estaba en conflicto y lo único que quería era venganza, Palpatine había logrado corromperla, había logrado su objetivo –No seas una Palpatine– Rey la miro con ojos de una niña la cual acababa de perder lo que más quería

–Lo lamento– dice ella con la voz rota y los ojos cristalizados.

Con todo el dolor en su corazón hizo lo que el viejo Palpatine le había dicho "elimina al que se interponga con tu propósito, no dejes que nadie intervenga de cumplir tu cometido, eliminalo incluso si se trata de alguien cercano, si no es aliado entonces es enemigo" Rey solo quería poner en práctica lo que había aprendido, todo era por un bien mayor. Rey tomó su sable sigilosamente, todo pasó en solo segundos y mientras veía a los ojos a su madre ella clavó el sable en su estómago, Aledis nunca dejó de ver a su hija con los ojos con los que siempre la veía, sabía que su hija seguía ahí. Rey se fue de la sala y fue a encargarse de los demás afuera.

–¡NOO!– Edmonto corrió alado de su esposa la cual estaba perdiendo la vida –No me dejes– dice con la voz rota, el hace el truco de sanación, pero ella necesitaba una revisión rápidamente –¡Din ayúdame a llevarla a la nave!–

El la toma en sus brazos y sube a la nave, solo eran ellos dos y el fiel amigo de Edmont, Din. Ya en la nave mientras Din entraba a velocidad luz Edmont intentaba curar a Aledis de una mejor forma, pero ella ya estaba muy mal, con manos temblorosas ponía una venda sobre su abdomen pero ella lo detuvo y lo miró a los ojos de una manera muy pacífica, el estaba que se moría, sus ojos estaban llenos de lágrimas, ella le sonrió y removió las lágrimas.

–En unas horas llegamos a Ajan Kloss, ahí podrán atenderte bien– dice Edmont intentando ignorar la realidad

–Sabes que no será así– dice con dificultad, el aprieta los ojos haciendo que las espesas lágrimas caigan al suelo con más rapidez –mírame, Rey no sabe lo que hace, esta cegada, Palpatine se encargó de que ella fuera así, pero hay conflicto en ella, salvala Edmont, fuiste lo mejor que me pudo pasar en esta vida, tu me diste una vida perfecta... hazle saber que la amé hasta el último segundo de mi vida

Aledis sostenía su mano fuertemente y poco a poco fue perdiendo esa fuerza y murió, se fue, el dolor en el alma de Edmont es indescriptible, perdió a la mitad de él, perdio una parte de su vida, Ed llora sobre el cuerpo sin vida de su esposa, la mujer que lo apoyó sin ninguna duda o condición, la mujer que amó a su hija toda su vida y durante mucho tiempo tuvo que estar en un mundo lleno de odio y maldad, cuando Aledis no era así, ella no merecía vivir esto.

Din aterriza en Yavin, un planeta lejos de Coruscant, ahí es donde Edmont la conoció y ahí es donde la dejara. Estaban fuera de la nave, Din preparaba un espacio en el jardín  de el palacio donde ambos vivieron un tiempo, Edmont arreglaba el cabello de su esposa y ponía pequeñas flores blancas en su cabello, Ed le quitó el colgante que traía con la foto de su familia dentro y después con el dolor en su corazón dejó a Aledis dentro de la cápsula, alrededor de plantas y flores. Ambos se pararon enfrente del ataúd.

–Este era su lugar favorito, le gustaba pasar tiempo aquí– dice a su amigo que lo acompaña –ella sembró las rosas que ahora la cubren

–Hay que irnos majestad, o nos encontraran

Los dos abordaron de nuevo la nave y siguieron su camino de regreso a casa. Aledis había quedado en el jardín, enmedio de rosas rojas que adornaban su ataúd, una mujer fuerte y que siempre luchó por mantener a su hija y esposo con vida.

(...)

Rey estaba enojada, ya la había traicionado un amigo cercano y ahora sus padres, al clavar la oja de la espada sintió como algo dentro de ella se rompió y al sentir su partida se le hizo un nudo en el estómago, derramó lágrimas de dolor, ella lo había causado y ahora ya no sabía como callar su conciencia.

–Majestad, la gente está enfurecida, quieren entrar al palacio, vienen por usted– dan informes

Ella se prepara para salir, no permitiría que acabaran con todo por lo que su abuelo luchó, todo por lo que ella entrenó toda su vida. Sale a confrontar a estas personas las cuales al verla se quedan quietas y calladas.

–¡A todo a quien tiene duda tiene que saber que ahora yo soy la Emperatriz!– nadie decía nada –¡Y que las cosas no cambian, el Emperador lo dijo claramente, cualquiera que no se someta a mi autoridad tendrá que aprender de la mala manera!

–¡No nos sometemos a su imperio creado desde la oscuridad!– un valiente de la fila de enfrente levanta la voz causando que las demás personas hablen, Rey comienza a extrangular a todos los de la primera fila hasta que mueren

–¿Alguien más?– en cuanto todos vieron lo que pasó nadie más hablo –¡La asquerosa Rebelion que la resistencia creo no servirá de nada, somos más fuertes que ellos y todo aquel que sea parte de aquella rebelión tendrá que afrontar terribles consecuencias!– la gente la veía con miedo –¡Soy una Palpatine y no deben de subestimarme; la cabeza de Ben Solo y Poe Dameron están a la venta, quien me los traiga vivos tendrá una valiosa recompensa!

Estaba pasando por muchas emociones en conflicto, no sabia lo que quería y sabía que todas las muertes que estaba causando tendrían una consecuencia, ahora tenía que cargar con el remordimiento de haber matado a su madre.

Un mundo paralelo 》Reylo《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora