Day 2: Avaricia // Humildad

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"DA MIEDO LO QUE LA AVARICIA PUEDE HACER CON LA GENTE, ¿NO TE PARECE?"

— Akutagawa Ryunosuke (La Vida de un Idiota)

* * *

—Sé bien qué hice.

—Entonces entiendes que debes apartarte.

La contundencia de la aseveración impidió el enmascaramiento de la verdad que se esforzaba por ignorar.

—No puedo —honestidad ante la crudeza de la realidad, ¿qué más le quedaba?

Cubrió una tos:

—No puedo alejarme de Dazai-san.

Un aura peligrosa afiló la presión en los puños de Chuuya.

—¡Haces que el imbécil se caiga a pedazos! —estalló, empujándolo contra la pared, presionando su cuello—, tu maldita obstinación de meterte en su vida lo está destruyendo, Akutagawa.

El perro tosió, entrecerrando ojos.

—¿Tanto le duele que sea yo quien lo destruye, y no usted, Nakahara-san?

El impacto de la pregunta y la osadía desequilibraron al ejecutivo, aligerando su agarre.

Akutagawa realizó un rápido movimiento, apartándose y comprendiendo lo imposible de continuar a medio telón. Lo mejor era renunciar a las apariencias:

—Sabía de los sentimientos de Dazai-san hacia mí, y que era incapaz de aceptarlos. También, que, si insistía en acercarme, tarde o temprano cedería, e implicaría tirar sus defensas, enfrentarlo con sus miedos, hacerlo pedazos, quizás romperlo definitivamente. Lo supe siempre... todos lo sabíamos —a la luz rojiza del pasillo trasero de las instalaciones de la Port Mafia, sus ojos adquirieron un brillo punzante y gélido, apuntando inmisericorde a Chuuya—. Y en vez de quedarme inmóvil, como ustedes, viéndolo consumirse en su coraza —alzó el mentón, orgulloso—, lo obligué a aceptarme, a destruirse para sostenerlo.

Incapaz de replicar, Chuuya sólo agregó una verdad omitida convenientemente por Akutagawa:

—Bien, no finjamos. Perfecto. Pero no digas que obligas a Dazai a aceptarte por su bien. No es un acto noble o humilde, lo haces por la avaricia de tenerlo. Te da igual si logra sobrevivir a la caída de su caparazón, o no —el ejecutivo pasó por su lado, observándolo de soslayo—. Dime, ¿qué es más cruel?, ¿dejar que se consuma en sí mismo, o pretender salvarlo haciéndolo añicos?

La retirada del mafioso destensó los hombros de Akutagawa y dio puerta abierta a sus demonios. Demonios que en las noches lo acompañaban en la cama compartida con Dazai, trucando su descanso, cargándolo de una culpa merecida.

Chuuya tenía razón. Amaba a Dazai con locura, y ese amor se convirtió en avaricia desmedida, que colocaba encima del bienestar del detective sus deseos, sus anhelos. ¿Y lo peor?, no se arrepentía de hacerlo.

Taking Off [#DazAku Week]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora