— Entonces viniste a ver a tu madre, ¿Cómo está? ¿Aún tiene ese problema con la cabeza?
— No, ya se solucionó pero gracias por preguntar.
Me pregunto cómo es que acabamos así, es decir, no lo entiendo.
Si recapitulamos un poco... después de que salimos, Edward me trajo a un restaurant (cabe decir que conserva el estilo tradicional japonés) y charlamos un poco, y no sé cómo o porqué (razones de la casualidad) una tercera persona terminó sentada en la mesa.
Su nombre, según dijo, es Isabelle Hamilton y es una catedrática de la universidad en la que estudió Edward y la razón de que ahora nos acompaña es porque venía sola y Ed le invitó a cenar con nosotros. Al parecer se llevan bastante bien y... la verdad es que no me he metido mucho en la conversación, simplemente he permanecido en silencio y degustando la comida sin sentirla realmente.
— Entonces, tu nombre es Asher ¿Verdad? — Un escalofrío recorrió mi espalda al sentirme incluido en una conversación en la que en realidad no cabía y a la que no había prestado genuina atención.
— Así es — ¿Debería responder algo más? No sé, como un cumplido o algo..
— ¿A qué te dedicas? — Sentía su mirada examinando y escudriñando como si yo fuera un ser transparente y ella pudiera ver a través de mi.
— Yo, eh... no lo sé — Respondí en voz baja, como quien no quiere la cosa, pero también fue porque me avergonzaba dar esa respuesta.
— ¿Cómo es eso de que no sabes en que trabajas? — Levanté mi vista hacia ella y no supe descifrar su mirada, pero la de Edward... era bastante calmada hasta casi indiferente.
— Es que... sufrí un accidente y perdí la memoria. — No sé si es correcto que ella se entere que en realidad no conozco a su alumno, pero es lo que hay.
— Vaya... lamento eso y también si te incomodó la pregunta, pero... tu rostro se me hace conocido. — Sentí su mirada sobre mi, pero era más profunda que antes. Me sentía como un pequeño animal de laboratorio y odiaba sentirme así. — Edward ¿No tenía James los mismos rasgos? — ¿Quién es James?
— No entiendo a qué te refieres y no sé de que hablas — ¿Está intentando desviar la conversación? Porque no está funcionando.
La mirada de la señora hasta hablaba, es decir, podía ver como le decía “idiota" con la mirada y luego volvió a hablar.
— La verdad es que cuando los vi pensé que era James quien te acompañaba — Repito ¿Quién es James? — ¡A simple vista son iguales! Pero luego de verlo... es decir, Asher es como una versión más afeminada de James. — ¡¿Quién carajos es James y por qué tengo que ser considerado «su versión afeminada»?!
Y la verdad es que el vino que Edward estaba tomando casi sale expulsado por su boca en el momento en el que él se sorprendió provocando que se atorara.
— Isabelle — Dijo después de recomponerse un poco — No creo que sea apropiado que te refieras a él de esa manera y menos aún si él está presente ¿No crees?
— ¿A que te.. — Volteó a verme y dijo algo de lo que yo no me había percatado aún — Vaya no creí que te sonrojarías por ese comentario, lamento si te incomodó — ¡Claro que me incomodó! ¡No todos lo días te dicen que eres la versión más afeminada de alguien que no conoces! — Aunque claro... no es como si fuera demasiado. — ¿A qué se refiere con eso?
La cena transcurrió de manera incómoda luego de eso, con comentarios (hirientes y desagradables) de parte de Isabelle, los cuales ignoré olímpicamente, y ¿Advertencias? de parte de Edward, en cualquier caso yo definitivamente no quería estar en ese lugar en ese momento.
Para mi mala suerte después de la cena hubo una charla de reencuentro en la cual me vi, incomodamente, envuelto.
Al terminar la cena-conversación Edward decidió que era buena idea, y también hora, de retirarnos y debo admitir que estaba totalmente de acuerdo.
— Bueno Isabelle, fue un gusto volver a verte — Tras un cálido abrazo entre ellos dos no pude evitar pensar en lo fuera de lugar que me sentía y el alivio por poder, al fin, salir de allí.
— Si, verás... yo siempre pensé que... — Lo demás no pude oirlo porque Isabelle fue muy amable en susurrarselo a Edward.
— Yo también lo hubiese querido así, pero no se pudo.
— Vaya, que mala suerte~ Y Asher... fue un gusto conocerte — Lamento no poder decir lo mismo de usted.
— El gusto fue mío — Le di una de mis mejores sonrisas (hipócritas) amables a la mujer y me separé del abrazo en el que me encontraba.
.
.
Una canción suave sonaba por los parlantes de el auto, nunca la había escuchado... o eso creo, sin embargo es muy relajante.
Había comenzado a llover de nuevo y mientras ibamos de regreso a el departamento las miraba pasar, se escurrían por las ventanas y una cálido ambiente me cobijaba. ¿Cuándo fue que Edward encendió la calefacción? No lo noté.
Me relaja oir esa suave canción, me relaja oir la lluvia, me relaja el calor y las silenciosas calles que atravesamos ¿En qué parte de Japón estaremos? Es muy calmado. No noté la hora exacta, ni me preocupé por ello, solo sentí como mi cuerpo sucumbía ante la relajación que sentía... y me dormí.
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Como me enamore de ti...
RandomMatthew es un chico que ha tomado vacaciones de Estados Unidos a Japón; durante su estadía sufrió un accidente y conoció a una persona que cambiaría su modo de ver las cosas... \(*∆*)/