Taza ∅- Inicios

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Notas del autor:

Buenas gente, acá su servidor trayéndoles otra de esas extrañas ideas que he tenido de repente. Espero les guste, aún me estoy debatiendo cuanto durara esta idea, en fin ya no los entretengo y los dejo con esta loca idea...



Normal Pov

-¡Gracias, vuelva pronto!



Y con ese saludo el último cliente salía del café Hazawa, Tsugumi suspiro al ver como su día de trabajo había terminado. Realmente había sido un día largo para Tsugumi, las órdenes no paraban y el lugar se llenó antes de que se hubiera dado cuenta.


Aunque se le veía cansada no podía quitar la sonrisa de su rostro, tal vez sus padres estarían felices si hubieran visto el lugar...



Tsugumi Hazawa, 25 años, soltera; Tsugumi anteriormente vivía en el extranjero por sus estudios en gastronomía, al menos era así hasta que recibió la noticia, su madre había fallecido. Fue ahí cuando Tsugumi decidió declinar sus estudios y regreso a su pueblo natal, Tokyo.



Tsugumi le había prometido a su madre cuidar y mejorar el local en cuanto ella ya no pudiera cuidarlo, una parte de Tsugumi se sentía deprimida por el fallecimiento de su madre, pero otra se sentía extrañamente alegre, pues tal vez ella ya se estaba reuniendo con su amado esposo.



No tardo mucho para que Tsugumi regresara a Japón a "reclamar" el local, cosa que no fue problema pues el local había quedado a su nombre. Poco después de llegar y "reclamar" el local fue que puso manos a la obra y arreglo el local...

Eso nos lleva a la actualidad, donde Tsugumi ahora se encargaba de limpiar las mesas mientras dejaba música de fondo para acompañarla en su labor, en aquella bocina sonaba una canción algo melancólica y que hacía eco en el lugar. Tsugumi solo se dejó llevar por la música y comenzó a bailar sin importarle nada, al final era ahora su casa y podía darse el lujo de celebrar a su manera.



Todo iba miel sobre hojuelas hasta que unos golpes leves en la puerta la interrumpieron, Tsugumi dejo de hacer lo que estaba haciendo y se fue de inmediato a atender. Su sorpresa fue grande al ver a una chica albina con bolsas de papel en ambas manos.



-Disculpa, ¿aun está abierto?- pregunto la chica albina de cabello corto.



-Estaba a punto de cerrar...-



Tsugumi se detuvo al notar que gotas comenzaron a caer en el lugar, para la suerte de ambas chicas había comenzado una leve lluvia.



-Esta bien, creo que me iré-



-¡Espera!- exclamó Tsugumi tomando el hombro de aquella chica.


-Haré algo de café, al menos espera aquí hasta que la lluvia acabe.



Y así fue como Tsugumi conoció a Aoba Moca, la chica que se convertiría en su amiga y cliente regular...



Continuará...




Café para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora