Taza 14- La alumna misteriosa y la maestra curiosa

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Normal Pov

Minato Yukina se podría describir con una palabra: carácter. Se trata de una mujer con cierto tono y manera para afrontar las cosas, no había alguna cosa que la llegará a sorprender, excepto la situación en la que se encontraba actualmente.

-Minato-sensei por favor, no tenemos señal aquí. Dejé de gastar su batería y mejor venga a dormir -. Decía una voz externa a la mujer albina mayor.

«¿Cómo diablos acabe en un love hotel con mi alumna?» fue lo que se preguntaba Yukina mientras trataba de hacer memoria…

Unas cuantas horas antes…

Yukina estaba de camino a su hogar, la jornada había sido algo pesada y el tratar con su alumna “favorita” no mejoraba el asunto. Lo que en estos momentos Yukina pensaba era en preparar su clase del día siguiente, comer algo, tomar una ducha y dormir. Al menos ese era su plan hasta que en su camino se terminó topando con un local sumamente llamativo…

-Un local de masajes… - dijo Yukina al mirar el lugar detenidamente.

No pasó mucho tiempo para que alguien en la tienda notará la para nada sutil presencia de la maestra curiosa.

-¿Quiere un masaje madam? – pregunto una chica acercándose a la curiosa profesora.

-No yo…

-No se preocupe el primer masaje va a cuenta de la casa -. Trato de convencerla la mujer.

Yukina lo medito por un tiempo hasta que pronto recordó que por el estrés tenía dolor muscular en sus hombros y parte de su espalda.

-Esta bien -. Acepto la profesora.

Dicho eso la mujer que le ofreció el masaje a Yukina la guió hacia el interior del local en dónde le dio las indicaciones para continuar. Yukina acato las órdenes cambiando su ropa por una que le proporciono la mujer y dejando sus pertenencias en una pequeña caja.
Al entrar a la habitación donde se haría el masaje Yukina no pudo evitar perderse en el fuerte olor del local.

-¡Oye “Ayane” te encargo a la clienta! – exclamó la mujer que había invitado a Yukina.

-¡Entendido jefa! – exclamó una tercera voz que se aproximaba.

Yukina levanto la mirada por un momento al escuchar la voz de quién le contesto a la mujer que la guio al lugar. De alguna manera ella conocía esa voz, para la mala suerte de Yukina ella pronto disipó sus dudas…

Un sonido de algo cayendo pronto delató a la chica que se encargaría de brindarle el masaje a Yukina.

-¿Sucede algo? – pregunto Yukina levantándose poco para mirar a la encargada de su masaje.

Ambas se miraron y no dijeron nada, frente a Yukina se encontraba una chica que ella ya conocía de antemano.

-Mitake-san -. Fue lo único que salió de la boca de Yukina.

-¡Por favor no diga nada a la escuela! – exclamó la joven de cabello corto.

-¿Qué haces aquí?

-Empecé a trabajar aquí para poder pagar la escuela -. Comento la chica de cabello corto.

Yukina suspiro derrotada, por mucho que lo pensará ella no se proyectaba acusando a su alumna ante la escuela solo por lo que le había hecho.

-No diré nada, pero trata de mantener un perfil bajo Mitake-san.

Dicho eso Ran le agradeció y por la respuesta de su profesora fue que decidió seguir con su trabajo.
Durante la parte final del masaje fue que Yukina decidió hacerle una pregunta que la atormentaba desde hace algún tiempo, a su alumna.

-Mitake-san ¿Cómo te hiciste los rasguños en la espalda? – pregunto Yukina.

-Eso fue por una pelea que tuve cuando era niña, un grupo de idiotas molestaron a unas amigas mías y decidí hacer justicia por mi mano.

-Ya veo, eso fue algo imprudente…

-¡Pero no podía abandonar a una amiga en problemas! – exclamó la joven mostrando algo de su carácter fuerte.

-Sin embargo, es lindo que te arriesgaras en ayudar a alguien más.

Esto último hizo sonrojar a Ran, Yukina por su parte sintió que está experiencia logro que su alumna problemática se “abriera” a ella. Una vez que terminó el masaje Yukina se dispuso a colocarse su ropa anterior e irse del lugar, aunque fue interceptada en medio camino por Ran.

-No olvide nuestro trato, Minato-sensei.

-Por supuesto que no lo haré, Mitake-san.

Ambas estaban en medio de una calle a una distancia considerable del local, para la mala suerte de ambas fue cuando un sonido leve las alertó de una lluvia.

Yukina no tuvo tiempo para pensar y al observar un hotel no dudo en tomar del brazo a su alumna y llevarla con ella para evitar la lluvia, aunque eso sería lo peor para ambas…

Resulta que Yukina y Ran habían entrado a un Love Hotel (en pocas palabras un hotel donde se venía a la “accion”). Yukina no se dio cuenta hasta mucho tiempo tarde de su error, lo peor es que el clima no parecía mejorar y para cereza del pastel las comunicaciones eran pésimas por el mal clima.

Es ahora cuando volvemos al principio, Yukina cansada de tratar de usar su celular se rindió y decidió acompañar a Ran en la cama de aquella habitación. Después de todo sus únicas opciones eran dormir o hablar y Yukina dudaba que su alumna quisiera hacer lo último…

-Minato-sensei ¿Por qué decidió impartir música? – pregunto Ran para “romper el hielo”.

-Amo la música y la disfruto mucho, no fue mi primera opción yo diría que fue la última opción que tome luego de un incidente en la industria musical -. Comento con algo de dolor la albina.

-¿Incidente?

-Resulta que hace tiempo estaba por debutar como una solista, mi padre al ser un músico me había conseguido una oportunidad con una importante disquera pero… - Yukina cortó la conversación puesto que recordarlo era doloroso para ella.

-¿Pero…?

-Uno de los productores quería que me acostara con él para conseguir el trabajo -. Dijo sin tapujos la albina.

Ran al escuchar eso no pudo evitar sentirse asqueada y decepcionada.

-Entonces usted…

-Me negué y obviamente golpee a ese bastardo por insultarme de tal forma, aunque como consecuencia por ambas acciones fui vetada de la disquera y ese cerdo se encargo se hundir mi carrera.

-Que horrible.

-Es lo que uno se gana al negarse a ese tipo de favores, aunque al final pude trabajar en algo relacionado en lo que yo amo y me apasiona -. Comento mostrando una sonrisa honesta.

-Minato-sensei…

-Mitake-san no suelo decir esto pero por favor mantén en secreto esto que te dije, no deseo que nadie se entere de esto.

-Su secreto está a salvó conmigo -. Dijo La alumna.

Mientras ambas hablaban la lluvia disminuyó por lo que ambas decidieron abandonar el pequeño lugar.

-Lo lamento mucho Mitake-san -. Dijo Yukina mientras agachaba la cabeza en señal de disculpa por las molestias que le había causado a su alumna.

-No se preocupe maestra, me gustó haber hablado con usted -. Se sincero la chica a la albina.

-Ya veo, si gustas hablar de nuevo o desahogarte sabes dónde buscarme -. Dijo la albina para posteriormente guiñarle el ojo en forma de burla.

Ran no atino a hacer otra cosa más que sonrojarse y maldecir a su profesora, aunque por dentro se alegraba de haber encontrado a alguien con quién hablar aparte de sus amigas de la infancia…

Continuara…


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