Taza 15- La nueva inquilina

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Normal Pov

Masuki se sentía algo mal por dejar a una desconocida en estado de ebriedad al cuidado de su mejor amiga, pero en estos momentos ella tenía más prisa por acabar con el “encargo” que su madre le había encomendado.

Siguió su camino hasta llegar al aeropuerto, una vez llegó y se contacto con su madre a través de mensajes de texto fue que está última le mando una imagen de la chica en cuestión.

-Vaya, pero si es una belleza -. Dijo la rubia para si misma esperando que nadie haya escuchado ese comentario.

-Muchas gracias, mucha gente me lo dice a menudo -. Contesto una voz detrás de la rubia.

-Oh, lo lamento ¿Llevas mucho tiempo esperando? – pregunto Masuki esperando que el piropo anterior quedará en el olvido.

-No, pero llegué justo a tiempo para que una belleza como tú halagara mi persona -. Comento la chica con una leve risita.

Masuki se sonrojo ante el comentario que la chica le hizo, la chica sin más tiempo que perder se fue con la rubia.

-Bueno tendremos que irnos en moto ¿Tienes algún problema con ello? – pregunto Masuki para evitar incomodar a la chica.

-No te preocupes mi ex novio me llevaba en moto, estoy acostumbrada.

Masuki mando un mensaje a su madre y decidió partir hacia el local para esperar la respuesta. La rubia le ofreció un casco a la recién llegada y una vez que la última se lo coloco fue que partieron…

Una vez que ambas llegaron al local decidieron acomodarse en lo que la madre de la rubia daba una respuesta aunque pronto el descanso de Masuki se vio interrumpido por el sonido de sus tripas rugiendo.

-Oye… emmm – Masuki se quedó sin habla al no saber el nombre de su invitada improvisada.

-Rei, Wakana Rei -. Dijo ella.

-Rei-san haré algo de comida ¿Deseas algo?

-Algo de arroz no estaría mal.

-Enterada.

Una vez dicho eso Masuki comenzó a preparar la comida, por su parte Rei para matar el tiempo decidió ponerse a escuchar música. Se colocó sus audífonos y pronto comenzó a reproducir la música que tenía en celular, pasados unos minutos alguien se había acercado a ella, era Masuki.

-La comida ya está hecha, Rei-san.

-Gracias.

Ambas se sentaron a comer en silencio pues ambas aún no se conocían lo suficiente para hablar de algo. O al menos eso pensaba Masuki…

-Masuki-san ¿El local es tuyo?

-Masuki está bien, y respondiendo tu pregunta… no

-Oh, ya veo.

-¿Qué me dices de ti Rei?

-Wow, me sorprende lo rápido que agarraste confianza.

-No soy de perder la oportunidad si se me presenta. Y contestando tu pregunta anterior, no, el local no es mío -. Contesto la rubia.

-¿Es de tu madre?

-Si, es de mamá. Ella lo abrió con el fin de alimentar y conseguir fondos para su banda, aunque tiene rato que tuvo que dejarlo por problemas de salud -. Lo último lo dijo con algo de tristeza.

-Lamento escuchar eso -. Expresó Rei tratando de simpatizar con la rubia.

-No te preocupes estoy mentalizada para lo mejor… o para lo peor -. Lo último lo dijo en voz baja.

Rei siguió consumiendo su platillo y termino, una vez que ambas terminaron su comida fue que la madre de Masuki les había dado una respuesta. Una que ambas no esperaban para nada…

-¡¿Ah?! – exclamó la rubia.

-¿Sucede algo malo? – pregunto la invitada.

-Mamá dice que cuide de ti.

-¿Eh?

-Lo que quiero decir es que serás mi roomie.

Continuará…

Café para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora