“Qué coño…” Abro los ojos despacio, algo me ha despertado. Veo a Ainara medio encima de mí durmiendo como un angelito, pero cuando quiere es el diablo en persona. Me da una patada en el estómago y me encojo a punto de gritar, “Maldita niña”. Se frota los ojos desperezándose.
-Venga, arriba dormilona.- digo con la mejor sonrisa que puedo dar un lunes por la mañana.
-Yo no quiero ir al cole, bórrame.- lloriquea.
- Cielo no puedo borrarte, tienes que ir todos los días.- me mira enfadada.
- ¡¿Me habéis apuntado con boli?!- la miro boquiabierta; es lo que tiene Aina, que dice gilipolleces que si las piensas tienen sentido. Se levanta de la cama y sale de la habitación enfadada, “No tiene remedio”. Me desvisto y voy al baño a ducharme, diez minutos después salgo con una toalla enrollada al cuerpo y secándome el pelo con otra, cuando entro en mi habitación recibo un mensaje de Maki.
Maki-Maki: Buenos díaaaas, Aliiiii. ¡Hoy empezamos el insti!¡Yujuuu! (Qué coñazoL). ¿Sabes que va a venir un chico nuevo? Creo que es francés, no estoy segura. Espero que sea guapo;). Estoy en tu casa a las 8.00 h. ¡Adiós!
No puedo evitar sonreír. Makena es mi mejor amiga desde que tengo memoria; ella, kevin y yo somos como una piña, estamos juntos el 80% de las veces, el otro 10% se lo pasan Makena y kevin haciendo sus “cositas” y el restante yo y kevin en casa. Makena es un terremoto, no para quieta y siempre está fuera de casa; su madre dice que el día que se caiga la casa con todos dentro, la única que se salva es ella. Es un poco más bajita que yo, muy morena, el pelo negro azabache y rizado y los ojos grandes y grises; vamos, como dice Kevin, un pivón.
Cojo unos shorts vaqueros y una camiseta de tirantes con flores azules. Me pongo unas sandalias marrones y voy a la habitación de Kevin, a continuación de la mía. Abro la puerta despacio para no hacer ruido, me subo a la cama y empiezo a saltar.
-¡Despierta, despierta, despierta!- grito a pleno pulmón.
- Vale, vale. Ya me levanto.- dice entre risas. Me tira en la cama cogiéndome de las piernas y sale de la habitación. Me peino un poco en el espejo del armario y voy a la cocina. A medida que bajo las escaleras oigo como mi madre se desahoga con el pobre Kay, que se está tragando uno de sus cabreos matutinos.
-¡Mira que se lo dije!¡Vete a por leche que los niños tienen que desayunar!¡Pero no, se ha quedado leyendo el periódico y se le ha olvidado!¡Y encima se va a escondidas para que no le eche la bronca!¡¿Te parece normal?!
-No, mamá.- el chaval es listo y le da la razón.
-¡Pues claro que no es normal!
-Mamá, divorciaros y así te ahorras tantos disgustos.- digo de broma.
-No, hija no. Pero a tu padre hay que comprarle unos cojones nuevos, que no tiene.- se abre la puerta principal.
-¡Buenos días!- hablando del rey de Roma.
-¡Papi, papi!- Ainara baja las escaleras corriendo para lanzarse a sus brazos.
-¡Ya era hora! Pensaba que no te ibas a despertar nunca.- dice él.
-¡Papi, papi¡ Hay que comprarte unos cojones nuevos, que mamá dice que no tienes.- todos la miramos flipando, incluso Kevin que acaba de bajar. Mi padre mira a mi madre, deja a Ainara en el suelo y se acerca a ella.
-Así que, no tengo cojones.- dijo.
- No.- le contesta mi madre muy digna.
-Pues no decías lo mismo anoche.
-¡Papá!- gritamos Kevin, Kay y yo al unísono. Kay le tapa los oídos a Ainara.
-¿Qué? Hijos, ya va siendo hora de que os concienciéis de que vuestros padres tienen sexo todas las noches.
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¿Y si te callas y nos besamos?
ParanormalAliona, una chica de 17 años, se encuentra de sopetón con el amor por primera vez; pero ella no cree en esas cosas, demasiado bonito para ser verdad, ¿no? Sin embargo, es algo que no puede obviar porque lo está viviendo. Lo que pasó hace años la ha...