Capítulo 4: Primera cita II

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Remy: Hola, profe. Tengo q llevar algo?

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Yo: La merienda y agua. El resto lo llevo yo.

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Remy: Ok. A dónde vamos?

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Yo: Ya lo verás.

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Remy: Venga, dímelo.

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Yo: Adivínalo ;)

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Remy: En la azotea de un edificio? Como en las películas.

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Yo: Vaya, q original. Pero frío, frío.

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Remy: No sé, dímelo.

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Yo: No.

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Remy: Jo :(

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Yo: Jajaja, te va a gustar.

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Remy: Vale. Me voy, xao profe ;)

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Yo: Xao alumno ;)

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Cuando llaman a la puerta bajo corriendo las escaleras con una mochila que es casi tan grande como mi hermana. Mi padre está llegando a la puerta cuando bajo los últimos escalones y, como soy muy chula y quiero abrir yo la puerta, le hago un placaje con la mochila haciendo que se caiga al suelo de culo.

-¿Pero qué haces, esa es forma de tratar a tu padre?- no le hago ni caso, estoy más ocupada intentando arreglarme un poco el pelo en el espejo de la entrada (al parecer unos cuantos mechones se han salido de la coleta al arrollarle).- Bueno, podrías ayudar a que tu pobre padre se levante.- le miro por primera vez siendo consciente realmente de su presencia.

-Tienes dos brazos y dos piernas, si no están ahí de adorno, dales uso antes de que se llenen de polvo.- y con esta frase (que me ha quedado bien bonita) abro la puerta, encontrándome con la preciosa sonrisa de Remy.

-Hola, ¿qué tal?- me saluda.

-Bien, ¿y tu?- le respondo coqueta.

-Yo también estoy bien, tranquilos.- dice mi padre llamando nuestra atención, levantando la mano y rascándose la parte baja de la espalda con la otra.- Solo me ha arrollado mi hija cuando intentaba abrir la puerta, me he roto la espalda y creo que estoy viendo una luz, ¡pero tranquilos! Que estoy muy bien aquí tirado en el suelo cogiendo una pulmonía; que seguro que no os habéis dado cuenta pero el suelo está muy frío y...

-¿Quiere que le ayude?

-¡Gracias a Dios! Un chaval con educación.- exclama mientras se levanta así, tan pancho, como si nada.- Pero no te preocupes, ya me levanto yo, ¿ves?- me doy una torta en la frente pasando una vergüenza flipante. 

-Si, ya veo.- le contesta Remy divertido.

-Bueno, a disfrutar, ¿eh?

-¡Lárgate ya!

-Y ahora encima me gritas. ¿Pero a ti esto te parece normal?- se dirige a Remy.

-¡Papá, vale ya!

¿Y si te callas y nos besamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora