Nick

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Por fin es verano y no voy a tener que levantarme a las siete de la mañana. A pesar de que mis notas no son muy buenas, mi madre me ha dejado salir de fiesta y no me ha echado la bronca por haber suspendido lengua. Me ha dicho que sabe que he estado estudiando mucho y que el cambio de familia no ha ayudado. Por fin alguien que aprecia mis horas de estudio y mi esfuerzo.

Bruno y yo hemos conseguido convencer a Gérard para que saliese esta noche, aunque se va bastante pronto. Javy nos dice que un primo suyo trabaja en una discoteca de portero y que ha conseguido entradas gratis y barra libre. No dudamos en ir. El sitio está muy bien. 

En la discoteca, también están otros chavales del curso, el Hugo y Rafa y la amiga de Anne que no me acuerdo de cómo se llama. 

No entiendo por qué, pero cuando salgo de fiesta el tiempo se me hace muy corto. En cambio, cuando estoy triste o aburrido no se me puede hacer más eterno. ¿Por qué no es al revés? Nos quedamos en la discoteca hasta que cierran. Bruno va bastante mal como para volver a su casa ya, así que vamos a por comida a una gasolinera.

Despúes de dar vueltas por la calle, decidimos volver cada uno a su casa. Son casi las seis, estoy agotado. A sido una noche muy divertida, pero ya es hora de dormir. Intento no hacer mucho ruido para subir a mi habitación. Que suerte tengo de que mis padres no se despierten a la mínima. Todavía me pitan los oidos, que horror.

A la mañana, el ruido del aspirador me despierta. Miro la hora, las doce menos cuarto. Que mal, no he dormido casi nada. Me levanto de la cama y voy al baño. Mi padre está en el pasillo con el aspirador. Me da los buenos días y bajo a la cocina, me estoy muriendo de sed.

Desayuno algo y pongo a cargar mi móvil, ayer se me debió de acabar la batería. Lo enciendo y veo que tengo tres llamadas perdidas de Bruno y diez mil mensajes. Los leo y me entero de que ayer Bruno perdió las llaves de su casa y tuvo que llamar a sus padres que le han hechado una bronca de tres pares de narices. Pobre chico, que mala suerte. Creo que no va ha poder quedar en una temporada.

Me quedo hablando con mi hermano un buen rato hasta que mi madre me llama.

-Nico, mira, ya tengo los tickets de tren.

-¿En serio?Que guay.

-Sí, y el hotel donde vas a dormir no está nada mal.

-Tío, tengo ganas de ir. Me hace mazo ilusión.

-Ya verás como lo haces genial. Te va ha ir muy bien.

-Jo gracias, eso espero.

-Te vamos ha echar de menos este mes Nico, mas vale que disfrutes mucho.

-Tranquila que seguro que sale muy bien.

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