kuranak

CAPITULO 6 : UN LUGAR EXTRAÑO (CONCLUSIÓN)

La tenue luz de la luna filtrándose entre las grietas de aquella antigua edificación servían de guía para la pequeña coneja, la cual corría despavorida mientras, gracias a sus grandes orejas, era capaz de escuchar los pasos de algo enorme que estaba por alcanzarla, el corazón le latía de manera desenfrenada mientras que el sudor se deslizaba de su cara y caía en picada al piso. Aquel lugar era enorme, la joven coneja giraba en algunas esquinas con la intención de encontrar la salida de aquel lugar. El enorme lobo desenfrenado no necesitaba seguir tan deprisa a la coneja, puesto que con su olfato era capaz de saber en donde se encontraba, avanzaba rápido y sin titubear mientras finos hilos de baba resbalaba de su hocico y se desparramaban en el suelo. Bafaro y reicho huían por un pasillo todo recto.

-- maldición... Use la luna para distraerlo y darle tiempo a estos imbéciles para reducirlo y traerlo aquí... pero ahora está descontrolado, no ahi nada que hacer... Esa bestia acabará con todos!! -- pensaba amargado el viejo búfalo mientras corría lo más que podía a la salida

-- lo que dijeron... Lo que dijeron es cierto señor? -- pregunto reicho con cara pálida y con una expresión de duda en su rostro, bafaro al escuchar esto frunció el ceño

-- NO PRESTES ATENCIÓN A LAS ESTUPIDECES QUE ESCUCHASTE!!, QUIEN TE CRIÓ EH!!?!, QUIEN TE DIO UN HOGAR Y UNA FAMILIA EH!?!? -- exclamaba báfaro echándole todo lo anterior en cara a el primate, este se quedó en silencio viendo la sutil, pero obvia muestra de pánico en los ojos del viejo búfalo, en cierto punto bafaro se paro en seco frente a reicho

-- que ocurre jefe? -- pregunto reicho. Bafaro, luego de jadear un poco dijo

-- tu... Tu te quedarás aquí-- ante esto reicho abrió más los ojos

-- de que habla señor ese loco me hará pedazos!! -- bafaro lo miro a los ojos y con tono frío exclamó :

-- que te quede una cosa clara reicho, me debes la vida.. Así que como tal tu deber es mantenerme seguro aún acosté de tu vida. Quédate aquí y esfrentate o, al menos, conten a ese monstruo hasta que yo esté en un lugar seguro está claro!!?!? --luego de decir esto bafaro echo a correr hacia la salida, el primate se quedó de pie en ese lugar, reflexionando sobre las palabras del lobo antes de perder la razón.

--" eres solo su juguete" --

Bafaro ya estaba prácticamente en las puertas de el calabozo, los 2 primates que la custodiaban giraron al oír a Bafaro jadeando mientras corría.

-- s... Señor? Que hace aquí por qué corre? -- pregunto uno de los primates mientras miraba extrañado a su jefe huyendo del lugar, Bafaro con algo de esfuerzo exclamó

-- ah... ah.. Reicho a sido asesinado!! El lobo enloqueció, destruyan todo el lugar y llevenme a... -- intento explicar el viejo búfalo pero este fue interrumpido por un grito desgarrador, al otro guardia le había saltado algo al cuello, eso lo estaba mordiendo y arrancando con  fuerza, desgarrando su pelage y la piel que recubría su garganta el otro gorila, ante esto retrocedió un poco asustado y sorprendido, mientras Bafaro que había caído al suelo se alegaba a gatas negando con la cabeza, mientras una expresión de pánico y horror se marcaba en su rostro, los gritos de horror y pánico del gorila habían cesado mientras la sangre cubría casi todo su cuerpo creando un pequeño charco bajo el, encima del cuerpo se encontraba entrelamiendose los dedos el asesino, sus dientes brillaban tétricamente con la luz de la luna,. Mientras su pelaje manchado con sangre seca que salía del orificio en su estómago el cual, poco a poco se iba cerrando. La hiena lo miró con una retorcida sonrisa.

-- AdoNde crEees qUe VaaaAas? -- exclamó la hiena hablando de manera maniática, Bafaro se puso de pie rápidamente y retrocedió, giro a ver a el primate que estaba junto a él, este también lo miró