Harry se encontraba frente a un ataúd, estaba rodeado de muchas personas, fuera quien fuese el chico que ahora reposaba en él este sin duda tenía muchos conocidos y familiares. Algunos presentes miraban con curiosidad a Harry, otros con odio y a otros tantos les era insignificante su presencia.
Fue una mala idea venir, para empezar ni siquiera sé porque tomé esa decisión, no conocía al chico que ahora yacía sin vida, debería irme, sí, eso haré. Pensó en irse pero antes dejando las flores encima del féretro, cuando iba con dirección a la salida una mano lo tomo por el brazo volteo a ver en dirección a la persona y se encontró con un chico de complexión delgada, cabello castaño, era un poco más bajo que él y tenía unos hermosos ojos azules que lo veían con cierto recelo.
—Los acompaño en el sentimiento— atinó a decir Harry sin saber que más agregar.
—Eres Harry, ¿cierto?—pregunta el ojiazul examinando un poco al contrario.
—Sí, lo soy. ¿Tú eres?
—Louis. No sé si calificar el que hayas venido aquí como valiente o como estúpido.
—¿Por qué lo dices?
—¿Por qué lo digo? ¿Se te olvida que la familia de Sam te odia? Nunca fuiste bien recibido a lo que Sam me contaba, no sé la razón de eso así que no me lo preguntes, y ahora mucho menos, eres el chico por el cual decidió sumirse en un sueño eterno— El ojiazul parecía meditar realmente como considerar el acto del rizado—. Bien, calificare tu acto de venir aquí como una osadía, tienes pelotas.
—¿Tú crees?
—No sólo lo creo yo. Él también lo creía y nos lo decía, siempre nos contaba tus aventuras y actos de valentía o estupidez.
—¿Sam pensaba eso de mí?
—Claro que lo pensaba y vaya que si tienes pelotas. —El castaño miraba una fotografía que reposaba junto a una gran corona de flores para después volver a mirar al ojiverde—. Bueno, ¿cómo has venido?
—Un amigo me hizo el favor de traerme ya que le quedaba de paso.
—¿Tienes como volver?
—Sí, creo que pediré un taxi.
—Ven, yo te llevo a tú casa.
Y antes de siquiera poder decir algo empieza a andar hacia la salida, su caminar es delicado y rápido. Harry lo sigue con unos cuantos pasos de distancia y puede contemplar el cuerpo y otros detalles de Louis, su cuerpo es delgado pero tiene curvas, sus rasgos son finos, sus ojos se ven algo cansados e irritados muy probablemente por el funeral de su amigo, tiene un poco de ojeras pero aún así se ve bien, es guapo a decir verdad, se mueve con delicadeza pero rápido.
Louis se gira y extiende su mano con un control remoto frente a sí hasta que se oye el sonido de un auto mientras se encienden brevemente las intermitentes.—Casi siempre olvidó dónde lo dejo por eso evito estacionamientos de varios pisos.
Louis sube al auto y le hace una seña al ojiverde para que lo imite, sin más arranca y salen del aparcamiento.
—¿Dónde vives?
—¿Acaso no lo sabes?
—No, no lo sé. Aunque puede ser que sepa otras cosas.
Harry le da instrucciones al ojiazul sobre la ruta a su departamento. Una parte del camino se lleva en silencio hasta que el ojiazul decide volver a hablar.
—Pensé que eras más parlanchín, por lo que contaba Sam lo parecía—. dice estacionándose frente a un edificio que se encontraba cerca del centro de la ciudad.
—No sé de qué hablar—. y no era mentira, en realidad Harry no sabía de qué podía hablar sin meter la pata.
—Háblame de él, quiero saber cómo era cuando estaba contigo. Estoy seguro que hay detalles que no conocía de su forma de ser.
—Pues, él era muy lleno de vida. Quiero decir, si había alguna cosa o aventura que estuviéramos haciendo juntos puedes tener por seguro que habría sido idea suya, Sam era de esas personas que disfrutaban mucho la vida—. Aventuró a decir sin saber que clase de aventuras o proezas pensaba que habían hecho, siguió tentando su suerte.— Lo que más me gustaba de él eran sus hermosos ojos, siempre tenían una chispa especial en ellos.
—¿Con que compararías sus ojos?— preguntó el ojiazul con cierta curiosidad y un poco de desconfianza.
— Con las suaves tintas de las olas del mar—. Esperaba que la respuesta satisficiera al chico ojiazul porque si le preguntaba el color de los ojos de Sam estaba casi seguro de que no iba a poder responder.
—Pero sus ojos no eran azules—. Respondió un tanto confundido Louis
Mierda, mierda, mierda, piensa algo.
—No, pero yo no me refería al color de sus ojos. No podría nunca hacer tal comparación con el color de sus ojos.
—¿Por qué no?
Piensa Harry, piensa.
—Porque estoy muy seguro que fallaría y que no habría una concordancia entre el color de sus ojos y el del de la comparación.
—¿Por qué lo dices?
—Soy daltónico
Muy buena Harry.
—No te creo, quiero decir no lo parece
—Pues no es como que me impida hacer mi vida con relativa normalidad, no es como que me imposibilite a hacer las cosas por mi solo.
—No recuerdo que Sam nos haya contado algo de eso
—Porque simplemente él no lo sabía, dudo que se haya dado cuenta.
—Eso no te lo crees ni tú
—Te lo aseguro
—Siento que me estás tomando el pelo
—Para nada, ¿por qué lo haría?
—No lo sé, ¿algún secreto quizás?
—Oh, no. No tengo nada que ocultar
Ajá si, solamente el hecho de que tú ni siquiera conocías a Sam y mucho menos eres daltónico.
—Muy bien Harry, por fin te conocí aunque me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias y no en estás, probablemente en alguna fiesta o cena.
—Digo lo mismo, Louis. Gracias por traerme aunque no era necesario.
—Lo hice con gusto, Harry—. El ojiazul rebuscaba algo entre sus cosas hasta que dio con una tarjeta la cual extendió al ojiverde—. Ten, te dejo mi tarjeta por si necesitas algo. A decir verdad me gustaría conocerte más, conocerte a ti y a Sam.
—Gracias, pero ¿cómo conocerías más a Sam por mi?
—Quiero que me cuentes lo que el te contaba, sus sueños, sus locas ideas, eso. Que me dejes saber un poco más de lo que puede que solo te haya mostrado a ti.
—Muy bien, Louis. Nuevamente muchas gracias por traerme.
—Por nada, Harry. Cuídate y espero verte pronto en otras circunstancias.
El auto en el que viajaba el ojiazul se fue perdiendo de la vista del ojiverde entre los altos edificios de la ciudad. Harry regresaba a su departamento e intentaba procesar los acontecimientos de hoy, en cuanto llegó a su departamento se dirigió a su habitación para llamar a su amigo Liam y contarle sobre lo que fue su decisión de ir. Ahora ya no lo sentía tan mala idea el haber ido, conoció a ese chico y que sin pedirlo le dio su número, puede que se lo haya dado para que le hablara de su amigo pero aún así lo tenía y debía encontrar una manera de aclarar que él no era el mismo Harry del que se había enamorado Sam, sí, era Harry Styles pero no el que conoció a ese chico, que muy probablemente era una equivocación.
Lo que para nada fue una equivocación fue haber conocido a Louis.
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Harry, ¿Puedes ver el azul? || Larry Stylinson
أدب الهواةHarry tiene tritanopia, un tipo de daltonismo dónde las personas ven los colores con un tono verde / rosa al tener falta de sensibilidad del azul. Es una forma muy rara de daltonismo y Harry asegura poder ver el hermoso azul de los ojos de Louis. o ...