Kim Seokjin se encuentra confinado en un lugar extraño con 10 de sus compañeros de clase. Ellos se ven obligados a jugar el juego de los hombres lobo, donde deben matarse unos a otros para sobrevivir.
Seokjin deberá ganar el juego para poder sobrev...
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El detective Namjoon había regresado a aquel que había sido su hogar hacía tiempo, no quería dar la cara y presentarse ante su madre, no después de todo lo que estaba pasando, sabía que ella no estaría en un buen estado, no había manera de que estuviera bien.
Entró en la casa pero, a penas entró, se topó con la figura de su madre sentada en el sofá, sosteniendo un álbum de fotos, admirándolo mientras lloraba, tan desconsolada.
Se acercó a ella y posó su mano en su hombro para reconfortarla un poco, aunque sabía que eso era imposible.
—Lo siento. —Fue lo único que se le ocurrió decir.
—Todos lucen tan bien en esta foto —dijo con una sonrisa lastimera en el rostro—. Él se ve tan serio, tan apenado y me hace recordar todas las veces que tuve que chantajearlo con regalos para que se dejara tomar una foto.
—Siempre fue un chico peculiar.
—¿Quién querría hacerle daño? —Se cuestionó—. Jamás tuvo problemas con nadie, solo se dedicaba a hacer sus tareas y pasaba la mayoría del tiempo en su habitación, no entiendo por qué tuvo que pasarle esto a él.
—Yo también quisiera saberlo, mamá —respondió—. Estoy trabajando duro para que esté a salvo.
—Cada día me sorprendes más —comentó—. Nunca parecía importarte, siempre lo ignorabas, incluso lo niegas, pero ahora lo estás buscando, ahora quieres que esté a salvo.
—No solo lo estoy buscando a él, busco a más estudiantes, no es algo personal es mi trabajo.
—¿Cómo puedes comparar a tu hermano con simples estudiantes? —reprochó con gran enojo.
—Él no es mi hermano, no llevamos la misma sangre —dijo de inmediato, posicionándose frente a su mamá—. Ninguno de ellos es mi hermano, adoptar fue tu decisión no mía, no quiero hermanos, estoy bien así.
—¿Por qué eres tan egoísta?
—¿Y cómo pretendes que los acepte como mis hermanos si tú siempre los quisiste más que a mí? ¿Puedes imaginarlo? Yo soy tu hijo, tu verdadero hijo y sin embargo no te importo tanto como ellos.
—Ellos necesitaban más atenciones, toda su niñez la pasaron en un orfanato.
—Yo también te necesitaba, madre.
Namjoon caminó hasta la segunda planta de la casa y entró en la habitación de él, así era como solía llamarle, no era su hermano, solo una persona común y corriente más.
Observó su habitación, todo estaba muy ordenado, tan pulcro, en la estantería de la habitación solo habían libros y cosas de poca importancia para Namjoon.
