Kim Seokjin se encuentra confinado en un lugar extraño con 10 de sus compañeros de clase. Ellos se ven obligados a jugar el juego de los hombres lobo, donde deben matarse unos a otros para sobrevivir.
Seokjin deberá ganar el juego para poder sobrev...
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Namjoon miró el lugar por fuera y suspiró, totalmente decidido a investigar sobre el pasado de Seokjin, sobre lo que lo había llevado a cometer tal atrocidad. Ahora no solo lo suponía, estaba convencido de que su hermano era quien había organizado todo, no había duda alguna, no después de haberlo escuchado de Yoongi y de sentar cabeza.
Por un momento creyó que podría salvar a Seokjin, confío en que él no era el culpable y que todo era por una venganza hacia su hermano, obligándolo a participar en ese juego que tanto amaba. Se había negado a creer que su hermano era el culpable, pero ahora ya no podía seguir evadiéndolo, tenía que atraparlo, incluso si eso lastimaba a su madre.
Se encontraba frente al orfanato, no en donde había sido el hogar de Jin por algún tiempo, pues ese había sido abandonado hacía tiempo, sino uno nuevo, en donde todavía vivían las mujeres que habían cuidado de Seokjin.
Cuando entró en aquel lugar, lo primero que vio fue a muchos niños y niñas corriendo de un lado a otro, jugando, algunos estaban en otras actividades. Namjoon no pudo evitar sonreír por ello, incluso sin padres, los niños se veían felices.
—Disculpe, ¿puedo ayudarlo? —preguntó una mujer de, aproximadamente, 40 años de edad.
—Sí, hablé por teléfono con Gwon Hyerin, necesito hablar con ella sobre un chico que ella cuidó hace unos años.
—Yo soy Gwon Hyerin, un gusto —dijo con una dulce sonrisa, la cual Namjoon correspondió.
—Kim Namjoon. —Se presentó de manera cordial.
—¿Cómo puedo ayudarte?
—Bueno, es sobre Seokjin, supe que estuvo a su cuidado mientras estuvo en el orfanato.
—¿Lee Seokjin? —preguntó con gran sorpresa.
—Mi madre lo adoptó hace siete años, ella es Kim Youna —explicó en un intento por orientar a la mujer frente a él—. ¿La recuerda?
—Sí, es Lee Seokjin, ese solía ser su apellido cuando todavía no había sido adoptado —respondió—. Tenía una hermana, Lee Miyeon.
—Sí, él.
—¿Hubo algún problema con él? —preguntó con suma preocupación—. ¿Acaso hizo algo malo?
—¿Por qué supone que hizo algo malo? —cuestionó, sumamente intrigado.
La mujer suspiró y respondió—: Creo en el cambio, creo que las personas pueden llegar a cambiar, que todos evolucionan para convertirse en buenas personas, pero Seokjin... —Guardó silencio por un par de segundos, no sabía cómo decirlo—. Honestamente, nunca creí que podría llegar a cambiar, aún lo dudo. Así que... ¿hizo algo malo?
—¿Cómo llegaron él y su hermana aquí? —preguntó, omitiendo el cuestionamiento de la mujer—. Me refiero a ¿quién era su madre y por qué los dejó aquí?
