No puedo dejar de temblar. Al otro lado de la habitación desde donde Nick me está sosteniendo, apretando su brazo alrededor de mi cuello como si fuera a aplastarlo como haría un chico malo en una película de espías, hay un hombre con cabeza de perro y manos de aletas.
Claramente Nick lo conoce.
Este debe ser el jefe.
"La necesitas", le dice Nick al hombre. "Los Claves no pueden abrir la puerta si una de ellas está muerta."
Supongo que eso es tranquilizador.
El chico juntas sus aletas en lo que parece un aplauso. "Buen movimiento, Niko. Juegas bien el juego." Él mueve su cabeza hacia el tipo corpulento con los pies cubiertos de carbón que se cierne justo a nuestra derecha. "Lástima que estés jugando por el lado equivocado".
"Eso es cuestión de opiniones", responde Nick.
Por un momento –que se siente como una eternidad- se miran fijamente. No puedo ver la cara de Nick, pero puedo sentir la tensión en su cuerpo. Está enroscado, listo para reaccionar. O actuar.
Mi pánico inicial comienza a desaparecer, y me doy cuenta de que, si Nick me quisiera muerta, ya me habría roto el cuello. Respiro hondo, tratando de calmar mi pensamiento para poder ayudarlo a sacarnos de aquí con vida.
"Prefiero dejar que la puerta se selle para siempre", dice Nick, con voz baja y amenazante, "que dejar que la lleves".
El jefe estudia a Nick, tal vez tratando de juzgar su compromiso con esa amenaza. Sé exactamente lo que Nick está amenazando. No lo apruebo. La puerta se cierra si mis hermanas y yo no podemos abrirla a tiempo. No podemos abrirla en absoluto si estoy muerta. Por mucho que me gustaría no ir con este chico baboso y su corpulento guardaespaldas, no es una mejor opción estar muerta.
"Nick", susurro.
Aprieta más fuerte, lo suficiente para transmitir su mensaje sin asfixiarme. No estoy del todo segura si ese mensaje es "calla y déjame manejar esto" o "calla o te aplastaré la tráquea". De cualquier manera, me callo.
"¿Quieres que la busque, jefe?", pregunta el chico de carbón.
Mientras el jefe nos mira con los ojos entrecerrados, Nick me acerca más a su pecho. Su corazón late casi tan rápido como el mío.
"Nah", dice finalmente el jefe. "Déjalos ir".
"¿Estás seguro?"
"Sí". Él mira hacia otro lado, despidiéndonos. "Mejor no arriesgarme. Necesitamos a las Claves intactas."
Siento que Nick suelta un suspiro detrás de mí.
"Sal primero", dice Nick, señalando a la puerta. "Asegúrate de que ninguno de tus matones tenga una idea equivocada sobre la situación. Te seguiremos."
El jefe golpea sus encías. "Lo que tú digas, Niko". Él le gruñe al tipo de carbón, que se dirige hacia la puerta. "Disfrutaré haciéndote pagar por esto más tarde".
"Estoy seguro de que lo harás", responde Nick. Luego, demasiado callado para que alguien más lo escuche, susurra "Si intentan tirar de algo, corre".
Aunque mi corazón todavía late en mi garganta, el alivio me recorre. No estaba equivocada acerca de Nick -Gretchen no estaba equivocada-. Él está de nuestro lado. Y al amenazar con quitarme la vida, creo que acaba de salvarla.
Hay otros dos chicos malos esperando en el pasillo afuera de mi departamento. El jefe los despide, y con cautela se mueven hacia un lado y nos dejan pasar.
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Sweet Legacy
FantasySíntesis La fantástica conclusión de la trilogía Sweet Venom, basada en mitología griega, de Tera Lynn Child, es perfecta para fans adolescentes de la serie Percy Jackson de Rick Riordan. Las chicas no pueden dudar mientras buscan la ubicación de la...