el primer baile. [kacchako]

7. ¿Aceptación?, Bakugo.

Sentía la cálida mano de camie y recordaba todo lo que habían pasado juntos, en resumen, sus padres eran mejores amigos, el día en que el padre de camie murió, bakugo fue quién la apoyó durante ese duro tiempo, conociéndola más que muchas personas, enamorándose de ella. Pero había un problema, pues ella se enamoró de alguien más.

Cuando iban caminando, se dio cuenta de que no había notado la presencia de camie hasta este momento, ¿la razón?, una chica de pelo castaño.

También se dio cuenta de otra cosa, el vestido de camie. Era muy lujoso, muy colorido, era como un carnaval en un vestido, iba mucho con su personalidad.

Mientras llegaron al salón, sonaba una canción y ella fue quien lo invitó a bailar a él y aceptó algo malhumorado. notó que la rubia estaba nerviosa, tenía algo que se estaba guardando.

— katsuki bakugo, cuanto tiempo, ¿no? — dijo mirándolo a los ojos, seguía igual de linda.

— sí, sí claro, ¿que te traes en las manos?, se que tramas algo — dijo serio el de ojos carmesí.

Mientras bailaban, vio entrar algo agitada a la castaña, se quedó mirándola, es que era preciosa, espera, ¿qué?.

— ¡katsuki! Ponme atención — dijo camie haciendo una cara triste.

— ya, ya, dime — dijo, ahora sí, poniéndole atención.

— hace algún tiempo me he dado cuenta de algo que no me di cuenta en años — dijo nerviosa la chica rubia.

Espero unos segundos y lo dijo.

— me gustas, y mucho — dijo mirando los ojos de bakugo. En ese instante sintió que alguien lo miraba, miró por el rabillo del ojo y vio a la castaña, por alguna razón se sintió orgulloso, una chica hermosa lo estaba mirando.

Pero claro, había un problema. Cierto rubio estaba desarrollando extraños sentimientos por alguien que ni siquiera conocía, y obviamente no sabía cómo responder. Gracias a Dios, pasó algo que lo salvó.

— El primer baile real ha terminado, por favor, diriganse a sus habitaciones, mañana se les llama a las nueve de la mañana a llegar a el comedor principal para un desayuno en conjunto —  dijo la voz de un encargado, literalmente, salvandolo.

De pronto, vio a la castaña pasar por el lado, dejó sola a camie quedándose con un sabor amargo, la rubia se fue lo más rápido que pudo a su habitación. Tomó a la castaña del brazo y habló.

— ven conmigo — dijo tratando de ocultar su nerviosismo el rubio.

Cuando ya estuvieron en un lugar apartado, el chico empezó a hablar.

— ¿qué eras lo que me querías decir? — dijo el cenizo con algún tono de indiferencia, que en el fondo escondía esperanza de que fuera lo que pensara que era.

Vio que la chica se quedó en silencio unos segundos y pudo apreciar su cara con un leve rubor en sus ya rojas mejillas.

— p-pues, digamos que... — nuevamente la chica se había quedado en silencio unos segundos, se notaba a kilómetros de distancia lo nerviosa que estaba.

— se que es extraño, pero te has aparecido en mis sueños desde hace semanas y verte acá me hizo sentir asustada y quería saber si a ti también te paso, porque si no te pasó olvida todo lo que dije, ¿sí? — escucho todo eso tan rápido que lo costó procesar tanta información junta, pero con todo lo que pasaba, algo había quedado claro, al rubio le estaba gustando la castaña.

El rubio estaba empezando a verla como un ángel, su cara le transmitía paz, pero a la vez un nerviosismo que pocas personas habían llegado a lograr. De hecho una de esas personas era camie, ¿qué pasaría con ella?, se le acababa de declarar y no podía rechazarla así nada más, era como su mejor amiga de la infancia, en ese momento no pensó mucho en eso, pero soltó una pequeña risa.

La chica de sus sueños, le dijo que él también aparecía en sus sueños y digamos que se emocionó, pero lo escondió de una forma muy buena.

— es gracioso, porque me pasó los mismo con usted — dijo con mirandola con un poco de indiferencia, intentando calmar sus emociones, como la chica se quedó en shock, para hacerse el cool, comenzó a caminar hacia las escaleras que llevaban a los cuartos, pero escucho que la chica le gritaba.

— ¡espera!, ¿cuál es tu nombre? — grito la de ojos cafés.

— Bakugo Katsuki, príncipe de springland, un gusto encontrarme con usted, princesa Uraraka — dijo subiendo un poco la voz, luego de eso, fue a su cuarto exhausto por todas las emociones que sintió en un día y se tiró en su cama. Escucho una voz peculiar conocida, se acercó a la y ¡confirmado!, el cuarto de la castaña estaba al lado de su cuarto, el mundo estaba haciendo cosas sin su permiso.

Escuchó algo que lo sacó de sus pensamientos.

— tengo una pregunta, tal vez sea extraño — el rubio escuchó una voz conocida y miró cuidadosamente la ventana, era la chica con la que tuvo un encuentro hace un rato, ella estaba sentada en la ventana con sus piernas para afuera, ¿cómo no se caía?, pensó bakugo.

— ¿cómo están tus pulmones, están adoloridos?, porque los míos sí lo están — el rubio sintió preocupación por la chica, sin embargo, siguió escuchando.

— y creo saber porqué, de todas maneras me gusta sentirlo, ¿te gustaría probar? — literalmente sintió miedo. Por alguna razón, las palabras de Uraraka le llegaban a él.

— oh, ¿serías tan amable de gustar de mí?, verás, me gustas, eso no es suficiente, así que si lo eres, porfavor empieza a gustar de mí, ¿seré solo yo?, pero siento algunas mariposas en alguna parte, ¿quieres algunas?, porque me gustas y eso no es suficiente, así que si eres amable, porfavor enamórate de mí — con esas palabras, el rubio se sonrojó más que el pelo de kirishima, el no se sentía tan indefenso desde que le gustó camie. Sintió un silencio y luego vio un poco más por la ventana, la vio sentada en la ventana con las piernas para afuera, si seguía así se caería, pero tampoco podía decirle, ya que saldría a la luz que él la estaba escuchando, decidió esperar un poco.

— escribamos una historia, ven a mi página, tienes que unirte, al menos echa un vistazo, ¿dónde están tus modales, necesitas tiempo? —

En la última parte, se notó una voz más triste está vez.

— hazme un favor, has que tu pulso aumente al verme — el rubio dijo para si mismo, si se trata de mí, ya lo te hice un favor, tonta.

— así que tu nombre es bakugo katsuki, al fin pude saberlo — al escuchar eso, bakugo confirmó que esas palabras eran para el, se sintió especial, más ya no escucho nada.
Luego de un rato viendo las estrellas, se acostó pensando en que al fin iba a dormir y obviamente, no pudo.

Una castaña no paraba de estar en su cabeza.

———

ANTES DE QUÉ ME DIGAN QUE ES PLAGIO, sí, se me ocurrió la idea de usar una canción porque creí que se vería bien.

Canción :

Would you be so kind – dodie