9. Dormir no es para mí, Bakugo.

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¡Aviso!
Este capítulo contendrá escenas subidas de tono.

Después del beso, bakugo se maldijo ya que se sintió una incomodidad tremenda en el lugar, pero pronto desapareció porque habían iniciado una agradable conversación.

En un momento de la conversación el rubio se dio cuenta de lo suave y blanca que eran las manos de la chica, era simplemente un mochi echo persona, esa chica lo traía loco, ¿es posible que pase eso en un día? Tal vez no, pero estos chicos demostraban lo contrario.

— oi, será mejor que nos vayamos, no quiero regaños esta noche — el rubio esbozó una sonrisa.

— creo que sería lo mejor, haha — una breve risa incómoda salió de la boca de la castaña.

Ambos se pararon y caminaron, la castaña seguía con la chaqueta del rubio, cuando entraron al castillo le pasó la chaqueta para que no se le olvidara luego.

Cuando Katsuki se puso su chaqueta, le llegó a su nariz la fragancia de la castaña, la que había quedado impregnada en su chaqueta.

Al ver las manos tan tiernas de la castaña, tomó una de ellas, la entrelazó y la escondió en uno de sus bolsillos. Notó el sonrojo de la chica ante tal acción y se felicito a él mismo.

Al llegar a la habitación de la chica, pararon.

— bueno, supongo que hasta mañana — sonrió Ochako.

— sí, hasta maña- — antes de terminar la frase, Uraraka se inclina en un movimiento rápido y le roba un dulce beso al chico, luego de eso la chica entra rápido a su habitación.

— na — cuando terminó su frase, una sonrisa apareció en su rostro, pero al voltear para ir a su habitación, se encontró con un rostro conocido. Camie.

— ¿porqué? — lágrimas empezaban a salir de sus ojos.

— sé que tardé en corresponderte, pero cuando al fin acepto mis sentimientos por ti, tú te vas con otra que no me llega ni a los talones — las lágrimas se hacían más notorias.

— no digas esas mierdas de ella, tú sabes muy bien todo lo que me ilusionaste — estaba serio, por alguna razón no sentía lo de antes.

— Katsuki, me las pagarás, en serio — camie miraba con enojo al rubio.

— tsk, que te vaya bien — dijo pasando por su lado.

Cuando se puso su ropa para dormir y se acostó, se le quitó todo el sueño acumulado. ¿De verdad camie lo había amenazado? Él sabía de lo que ella era capaz y la verdad, tenía miedo. Pero se en su mente se cruzó el momento en que le dio su primer beso a la castaña, estaba enamorado de esa chica, era como si la conociera de toda la vida, todos esos sueños en donde se le aparecía, ahora se habían vuelto realidad.

Bakugo no pensaba en lo raro que era la situación, sólo pensaba en los suaves labios que tenía Uraraka, ya con dos rozes se había vuelto adicto a sus labios y a sus suaves manos.

Y tal como pensó, no durmió nada aquella noche pensando en lo linda que era Uraraka.

A la mañana siguiente se puso unos pantalones beige y una camisa, habría calor ese día.

Ese día transcurrió bastante tranquilo, pasó la tarde con extras (que al parecer apreciaba)
Ese día vio muy poco a su castaña.

Luego de la cena siempre había un tiempo en donde los jovenes sociabilizaban y bakugo había decidido sentarse un rato en un sillón.

Decidió ir a mirar por la ventana y vio a la castaña con un vestido largo de color rosado floreado que dejaba ver sus hombros y unas franjas blancas en la cintura que hacían resaltar su cintura. Ella tenía un collar realmente hermoso con una piedra morada.

Ella leía un libro, se veía muy tranquila, sin duda, el rubio nunca la vio así de hermosa y tranquila, un pequeño sonrojo adorno su cara.

Realmente no fue tan malo enamorarse de una chica tan rápido.

Ya habían pasado horas desde la última vez que vio a la castaña y la extrañaba, se sentía indefenso con respecto a eso y no quería mostrarse necesitado, así que fue a su habitación.

De pronto, sintió que tocaron la puerta y ¡sorpresa! Era su castaña, aunque ella ya se había puesto un vestido suelto para dormir.

— L-lo siento, no podía dormir y no sabía que hacer, si te molesto, me podría ir — sonrió nerviosa la castaña.

En un momento el rubio tiro a la castaña para que entrara a su habitación y cerró la puerta.

Todos pensarían que haría algún movimiento subido de tono, (sabiendo como era él) pero no.

Él la abrazó calidamente, rodeó la cintura de la castaña con sus manos y escondió su cabeza en el cuello de Uraraka.

La castaña correspondió tímidamente.

Tal vez el rubio sí estaba necesitado, pero no como creen.

El rubio estaba cansado mentalmente, quería recuperarse y sabía que ese abrazo lo ayudaría mucho.

Estuvieron así cinco minutos y el rubio ya se había cansado de estar parado, decidió acostarse en su cama y invitó a la castaña, ella era como el pelo de kirishima en ese momento, pero fue.

Al acostarse, el rubio puso su cabeza en el pecho de la menor y ella le hacía cariño en su pelo, realmente era un momento demasiado tierno.

— dejame besarte una vez — propuso sin rodeos bakugou.

— ¿Q-qué?, b-bueno, por mi está- — no alcanzó a terminar cuando bakugo puso su mano en su mejilla y la beso.

Era un beso tierno, pero en un momento se volvió necesitado, sus cuerpos rogaban por atención.

Bakugou puso su cuerpo encima de la castaña y posó una mano en la cintura de la castaña, la menor puso sus manos en la nuca del contrario. El beso se había vuelto fogoso.

En un movimiento rápido Uraraka tomó la iniciativa y se volteó, quedando arriba del rubio, claro sin detener el beso.

— vaya, miren quién tomó iniciativa — susurro sarcástico el cenizo.

— sólo callate y bésame — Ochako necesitaba más de él.

— sus deseos son órdenes su majestad — sonrió Katsuki.

Se besaron hasta que sus labios quedaron rojos e hinchados.
Ochako empezó a moverse arriba del rubio y este bufó, esto iba en serio.

El cenizo posó sus manos en la espalda baja de la menor para ayudarla a moverse, se necesitaban.

De ves en cuando se le soltaba gemidos a la castaña y a bakugou le encantaba eso.

Escucharon algunos sonidos y se asustaron.

— c-creo que debería irme — dijo susurrando la castaña, estaba totalmente sonrojada.

— esto no acabará así, me debes una — la acompaño hasta la puerta y le dio un corto beso en los labios antes de que la menor se fuera.

Definitivamente estaba loco por ella, y definitivamente sería otra noche sin dormir.

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Al fin! Me costó semanas escribir este capítulo, espero que les haya gustado :(

Trataré de ser más activa.

el primer baile. [kacchako] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora