El deseo de una pasión mortal ~kengan ashura x lectora ~ One Shot's

Kiryu Setsuna ~ Eres mi dios ~

Fundemonos en una pelea mortal, tú cuerpo contra el mío cubiertos de sangre.... De solo pensarlo mi cuerpo se  excita~ Kiryu Setsuna a Tokita Ohma.
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- ¿ Que debería decir en estos momentos ohma?, ¿Como debo reaccionar ante tal situación ?-
" No importa cuánto tiempo pasara frente a la tumba de nuestro padre adoptivo y ahora tu tumba, simplemente las palabras no salen de mi, ni las lágrimas ni los gritos desgarradores, las personas a mi alrededor lloran, gritan y se desesperan... en cambio yo..... "
- Lamento su pérdida señorita (...) -
Aquel hombre de 3ra edad, el ex jefe de mi hermano, Kasuo Yamashita se encontraba dando me el pésame, al igual que todos los conocidos y amigos de mi hermano me decían cuanto lamentaban mi pérdida, la novia que dejó atrás, la hermana que dejó atras, el mundo que dejó atras solo para coronarse como el peleador más fuerte de todos, al final yo fui la única en permanecer frente a ti, frente a padre pensando en lo que tendría que afrontar sin ti.
- Lamento mucho la pérdida de ohma, el para mí..... era mi dios- Aquellas palabras bizarras provenientes de aquel desconocido eran raras, solo mire por encima de mi hombro hacia atrás y le vi. Un chico de cabellera larga y ojos grises, era el chico más sexy que había conocido en mi vida, de repente sentí un jaloneo, mi cara quedó a su total merced, sus ojos se salían casi de sus órbitas mientras una sonrisa de oreja a oreja adornaba su empapado rostro, ese fue el principio de mi fin, ese día lo escuché susurrar.
- Sabia que tu no podías morir.... mi dios-.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤ 6 meses después ♤♤♤
- Oh mi querida tardaste en salir, ¿con quién estabas?- Aquel chico de larga cabellera y ropa casual siendo rodeado por un círculo de calientes féminas se acerca a a mi, este sub-normal tenía rato acosándome y yo no sabía cómo salir de el.
- Otra vez aquí, si que tienes tiempo libre- el sarcasmo emanaba de mis palabras sílabas por sílaba mientras el ni se imutaba, me hacía pensar que era un masoquista, y yo bien cansada del trabajo, al final me habia retirado de las peleas y me había convertido en una de las secretarias del CEO Nogi.
- Tu sabes que siempre tengo tiempo para ti- respondió colocándose unas gafas de sol, el murmuró de las compañeras del trabajo se escuchaban como el canto de un gallo al amanecer, fuerte y claro. " el es tan sexy" " Que le ve a esa ". Entre otras cosas.
- No tengo tiempo de jugar contigo, pierdete- sentencie, me había artado, todos los días eran lo mismo, aguantar los celos de mis compañeras, si no tuviese la protección de la señorita kaede y el señor nogi ya me hubieran hecho bullying a más no poder.
- Oh si nena, esa fría mirada es igualita a la de ohma, haces que mi cuerpo temble y escurra de emoción ohma!!-
Todos los días eran igual, pero ese fue la gota que arrebato el vaso. Al llegar a mi casa con el acosador pegado no abrí la puerta principal, fui caminando directa mente al patio rodeando la casa, dejando mi bolsa en la entrada trasera y quitando me esa falda pegada al cuerpo que usaba 6 de los 7 días de la semana.
La mirada de setsuna podía sentirla sobre mi cuerpo a pesar de que el traía gafas obscuras al final había quedado en medias y short de licra, atando mi cabello ondulado en una coleta.
- ¿nena acaso piensas hacerme un baile sexy?-
- Tu mente está más podrida de lo que pensé, debo enseñarte a respetar a una dama ..... perro- El enojo había controlado mi cuerpo, mi mente se encontraba nublada y mi corazón de alguna manera dolido, podría no mostrar casi ninguna emoción, pero algo que me sacaba de casillas era que me compararan con mi difunto hermano, el que era más adicto que yo a las peleas, el que era impaciente, testarudo, arrogante pero daba la cara planteando todo lo que viniera a por el, era algo lógico que yo me pareciera a él pero no era el.
- Kiryu Setsuna cuando planeas dejarme en paz ! - Un puño viajo rápido mente a la cara de este, un sonido ronco se escuchó mientras el afectado solo retrocedió un par de pasos atrás tocándose la nariz, el golpe no fue hecho fuerte mente pero si con la fuerza necesaria para darle una advertencia.
- ¿Eso a que a venido?- pregunto setsuna tocando su nariz, poco a poco sus dedos se colorearon de un intenso color rojo, le había hecho sangrar.
- Me tienes hasta la coronilla con ohma esto, ohma aquello, cuando entenderás que el está muerto!!- grite, hay se fue mi paciencia, grité como niña pequeña y sin saberlo mis mejillas se tornaron rosas, mis ojos se cristalizaron empapando mi cara.
"¿ Porque estaba llorando si el es una molestia? " - ese pensamiento venía a mi mente mientras el limpiaba su nariz "respira, relajate"- me decía eso a mi misma para tomar control, el peor enemigo en una pelea es uno mismo.
- Tu eres quien no entiende, ustedes son Gemelos, comparten un Alma fraccionada en dos, cuando su suculento cuerpo decayó su espíritu solo fue al único recipiente sobreviviente.... tu -
Su safada explicación me tenía anonadada, sabía que me acosaba por parecerme a mi hermano pero no por que el creyera ciega mente que su espíritu estaba dentro mío y esas cosas raras religiosas.
Me hirvio la sangre, yo como tonta ilucionandome un poco con ese acosador hijo de puta, siendo franca si un tipo súper sexy se te avienta como loco llegas a pensar que al menos tienes un poquito de chance.
- Ahora tengo más razón para romperte la cara - Mi corazón empezó a palpitar más rápido, más fuerte y de un momento a otro me encontraba dándole un combo de patadas y puños, a la mierda las técnicas quería ver a ese guapo, sensual y estupido hombre pedir disculpas de rodillas. Mi piel cambió a color rojo, esa técnica era la técnica de mi hermano, nunca la usé mientras el estaba con vida pero setsuna era más fuerte que yo al menos quería darle unos buenos golpes que le doliera y esperaba que la técnica de rotación me ayudara, le dejaría una marca tan notoria y profunda que le iziera pensar en mi y no en mi hermano, quería el reconocimiento como persona y no como suplente.
El ambiente pesado y cargado de adrenalina llenaba el patio, setsuna empezaba a bloquear mis ataques, sus ojos se desorbitaban perdidos en la adrenalina y la sensación de caza, poco a poco el empezaba a contra atacar, esto no era bueno. El estilo Koe y el estilo Nikko son dos ramas diferentes, si el usaba sus técnicas especiales yo estaría en aprietos.
- Sii, lo sabía mi Dios esta hay dentro, tú eres mi Dios, peleemos hasta quedar satisfechos fundiendo nos en este amor mortal!!-
La emoción de sestuna arrebasaba todo lo que había visto y a mi se me agotaba el tiempo.
- PARPADEO -
En un momento a otro el desapareció, mi técnica de rotación no la pude mantener por más tiempo, sus grandes manos rodearon mi cintura y me pegaron a su cuerpo, sus labios pegados a mi oído izquierdo izieron sentir mi cuerpo en carburacion, sus músculos contra mi espalda hacia hormiguear mis entrañas.
- Ahora no hay escapatoria, realmente me alegro que ahora seas una chica, así podré fundirme con mi dios-
Sus palabras las tarde en procesar pero cuando eso pasó era tarde empezaba a ver borroso.
- No te preocupes, cuidaré muy bien de ti yo soy tu primer y más leal seguidor-. Susurro a mi oído como canto de sirena a marinero mientras caía en una total obscuridad.
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El tiempo pasó y ahora estoy bajo su merced, aún que me a dejado de llamar ohma sigue diciendo que soy su Dios, al final eso parece bastarle a mi corazón para estar contento.
Actualmente pedí mi permiso por maternidad, esa noche en la que el me venció invadió mi cuerpo y lo proclamo suyo. Ahora los papeles se invirtieron, si el no podía vivir lejos de mi ahora soy yo quien no vive sin el.
- ¿Te as puesto el regalo que te di? - pregunto con un tono cariñoso.
- Me da pena enseñarlo yo.... no tengo el cuerpo que tenia- timida mente saco mo cabeza de entre las colchas ya era temporada de invierno, pero aún así en casa parecía ser siempre Verano.
- Estas embarazada es normal y aún que fueras gorda seguirías gustandome- dijo sacándome de la cama, aquel baby doll rojo con encaje negro me daba pena, sus labios no dejaron lugar a las dudas, empezaba a devorar me sin duda, su adoración cruzó ma línea carnal y cada noche lo hacíamos hasta tarde.
- Ponte en 4 y habré tu trasero- ordeno, yo como poseída lo ize sin dudar, me ponía en cuatro abriendo mi trasero con ambas manos dejando expuestos mi ano y coño por igual.
Su mirada lasiva contemplaba cada pliegue y dimensión de mi cuerpo y por haber, entendiendo la siguiente fase.
- Por favor purifique con su leche este sucio, caliente y apretado coño-ano por favor, su Dios se lo implora-
Aquellas sucias palabras le encantaban a él y como prueba de ello aquel firme e Inmenso pene goteaba líquido pre-seminal, listo para volver a embarazarme en cualquier oportunidad.
- Si es lo que desea le atenderé de la manera más ferviente posible..... tu eres mi Dios - .