Fujoshi Girl | Xiaojun

capítulo 8

– ¿Y bien? ¿No vas a decir nada?–había encontrado a Meiling un par de minutos después de que salí corriendo y nos encerré en un salón.

– ¿Qué quieres que te diga? ¿Que estaba enamorada de ti y por eso no podía decirte que me gustan las mujeres?–me quedé estática al escucharla, me miró por última vez antes de salir del salón.

Me quedé ahí un rato más sin saber qué hacer. Y después de que salí de mi trance me fui a mi casa.

Meiling estuvo enamorada de mí. ¿Cómo es que no me di cuenta? Era mi mejor amiga y no supe que yo le gustaba.

Eso era demasiado para mí, así que comencé a llorar como la débil que soy. Perdí a mi mejor amiga, lo sabía, ella no volvería a hablarme.

Analicé qué fue lo que hice mal para que ella no me lo dijera y recordé la manera en la que hablaba de las lesbianas. Mi madre se había ido con una mujer cuando yo apenas era una niña. Y eso me afectó mucho a tal punto en que menospreciaba a las parejas de mujeres. Con el tiempo ese rencor se fue yendo pero tal vez Mei sentía que la alejaría de mí.

Limpié mis lágrimas y miré la hora en mi teléfono. Me levanté del sillón y fui a darme un baño, pronto llegaría Yukhei por mí para ir a cenar.

Aunque no tenía muchas ganas de salir necesitaba hablar con alguien y Yukhei siempre lograba levantar mi ánimo.

Después de bañarme, me puse un vestido color violeta y peiné mi cabello en una coleta. Me maquillé ligeramente y bajé a la sala a esperar a que Yukhei pasara por mí.

Los minutos pasaron muy rápido por suerte, escuché el timbre de casa, así que me levanté a abrir. Era Yukhei.

– Hola, Jingjing, ¿por qué esa cara larga? ¿está todo bien?–la bonita sonrisa que adornaba el rostro de Yukhei se borró al verme, le sonreí levemente.

– ¿Podemos hablar?–pregunté señalando el interior de mi casa indicándole que habláramos adentro. Asintió y me hice a un lado dejándolo pasar.–Mei... Meiling estuvo enamorada de mí.–solté cuando nos sentamos en el sofá.

– Por fin lo sabes.–fruncí el ceño por sus palabras.

– ¿Qué? ¿Tú lo sabías?

– ¿Por qué crees que ella y yo no nos llevamos bien?–seguí mirándolo confundida, ¿de qué rayos estaba hablando?–Jingxiao, llevo enamorado de ti muchos años y Mei lo sabía, digamos que nos peleábamos por ti.

– Espera, ¿qué?–dije aún más confundida.–¿Yo te gusto...? –me señalé y luego a él, reí negando.–¿Acaso es éste un sueño? Porque en mis casi veintiún años nunca le había gustado a nadie.

– Te digo la verdad, Jing, me gustas mucho y no sé... –tomó mis manos haciendo que lo mirara.–¿Me darías una oportunidad?

No dije nada, sólo me quedé mirándolo en silencio. Me puse nerviosa al verlo acercarse hacia mí, mi corazón latió con fuerza cuando posó sus labios sobre los míos, besándome. Seguí su beso tímidamente.

– Ya llegué... ¡Santo Dios, Li Jingxiao!–me separé de Yukhei al escuchar el grito de mi padre.

– Ehmm, hola, suegrito.–habló Yukhei riendo y le di un golpe.

– Vas con todo, hija.–dijo mi padre guiñando un ojo refiriéndose a que había besado a dos chicos dos días seguidos.

La cena entre Yukhei y yo terminó siendo en mi casa con la compañía de mi padre, no era lo que esperaba pero fue divertido. Además a mi padre le cayó muy bien Yukhei, incluso más que Xiaojun según sus palabras cuando mi amigo se fue.