Detention

Eres tan...

(Ben)
--bueno, ¿cómo es ella?-- preguntó Joseph de manera amable mientras se apoyaba en su escritorio y tomó su libreta para tomar notas como todo un profesional.
--es muy bonita, ingeniosa y persuasiva. Es muy lista y un poco- me quedé trabado en palabras pues no encontraba la palabra correcta.
--bueno, entonces...¿tú cómo eras con ella?- añadió Mazzello.
--haciamos lo típico; salir a comer, ibamos a lugares que le gustaban... la verdad a veces me aburría cuando ella quería ir de compras, pero jamás se lo dije...-- no mentiría a alguien que quiere ayudarme así que le dije todo lo que yo sabía y hacía.
-- ¿alguna vez... hicieron mucho más?.
-- una vez la cuidé cuando tenía gripe- contesté.
Joey simplemente empezó a reír cubriendo su boca para no ser tan obvio.
--no me refiero a ese tipo de más. Digo otro tipo de más-- hizo un guiño.
No sé si yo era muy estupido o solamente no entendía.
Lo pensé un poco hasta que entendí a qué se refería, <<oh, eso>>. Él asintió.
--sí...eso.
--pues... no, nunca. Para nada.
Se quedó callado por unos segundos. No sé qué es lo que pensaba en ese momento pero paresía confundido, desepsionado, algo así.
--ese era el problema, Jones.
--¿qué?, ¿que nunca lo hice con ella?
--exacto... ya decía que era curioso que todo tu rostro dijera-- hizo unos ademanes muy descriptivos-- vírgen.
Aún confundido, me levanté un poco para verlo mejor y abulté mi labio inferior.
--sólo mirate. Las chicas prefieren a un lobo feróz del bosque, no a un cachorrito-- sus referencias me podían decir mucho, pero no lo exacto. Qué imbecil soy, ¿no?.
--pero yo no quería... siempre he dicho que si voy a hacerlo será con la persona que me ame y yo ame por igual.
--¿no dices que la amas?
--c-claro, pero somos muy jovenes aún.
(Joe)
No podía creer que ese chico fuera tan inocente. Es ese tipo de personas que simplemente quieres abrazar y protegerlas del mundo real porque son muy tiernos. Esa mirada de cachorro me mata y me revíve en el mismo segundo.
--Ben, no puedo creer aún que tú no has tenido relaciones con... nadie.
--¿tú sí?-- no quería contestar en realidad, pero no podía mentirle si lo iba a ayudar.
--sí, pero no es algo importante, lo importante por ahora es arreglar tus asuntos, ¿no?.
Cubrió su boca sorprendído y se quedó sentado con las piernas cruzadas aún ensima de la cama. Tomó una almohada para colocarla entre sus brazos y sus piernas. Seguía totalmente sorprendido y atónito.
--¡Joey!...
Me encojí de hombros un tanto sonrojado y Ben simplemente mordió la punta de su lengua para evitar otra risíta dulce.
Él era un chico con buenas intensiones y yo el chico de muchas intensiones. No deseaba robar su inocencia, pero sí quería robar cada suspiro de sus labios.
--bueno, como sea... ese no es el punto-- apresurado interrumpí apenado.
--¿y qué quieres que haga?.
--podría ser que pueda ayudarte a conquistarla de alguna otra manera que no sea sólo por... eso.
Me levanté rapidamente para buscar entre mis cosas alguna agenda, calendario o lo que sea que funsionara para marcar fechas.
--¿te parece que tengamos un límite hasta...?-- dejé el espacio disponible para que él me diera alguna fecha en la que todo podría pasar.
--¿te parece el baile de invierno?-- algo tan típico pero que funsionaría.

Escuché que alguien abrió la puerta de entrada y yo simplemente me quedé estatico en la silla.
--es tu madre, ¿cierto?-- mencionó Benny con su sonrisita comprensiva.
-- sí, supongo que sí.
No quería bajar aún. No quería tener que evitar aún la conversación de ayuda.
Había muchas cosas que pensar. No sabía si lo que hacía terminaría mal para mí y todo funsionaría en la parte del plan de Ben, y aún que eso no me parecía muy bien por completo no quería ser un envidioso, posesivo; sólo quería verlo felíz. Pero por otro lado, si el plan salía "bien", yo podría obtener la total confianza de Ben. Pasaría de ser "un contacto amistoso" a "contacto para toda emergencia".

En otro golpe a la realidad, Ben se levantó junto su risa nerviosa y me tomó de los hombros.
--¿quieres ir para saludarla?, de cualquier modo tienes que decirle que estoy aquí, ¿verdad?.
Sonreí para demostrar que estaba prestando atención y él también lo hizo.

Bajar era algo, anunsiar que ahí estaba Ben era otra cosa, y por ultimo... Jones se presentaría muy normal y mi madre reconocería ese nombre de Benjamin Jones por el hecho de que algunas veces (sólo al rededor de unas 100) le había contado sobre él.
Y así fué todo lo anterior.
Mis hermanos tambien estaban presentes e igualmente supieron reconocer el nombre.
--mucho gusto, Benny, hemos escuchado muchas cosas sobre tí...-- menciono mi madre de manera amable.
--el gusto es mío, señorita Mazzello-- contestó seguro de sí con una bella sonrisa.
--¿te gusta la pasta, Ben?
--claro... pero no es necerio, puedo irme si así prefieren o podría ayudarla...
Lo primero que pensé decir solo fué <<no, creo que ya tienes que irte>> para evitar la charla de mi madre; pero mejor solamente me quedé callado.
● ● ●
No pasó mucho tiempo, pero Ben y yo seguiamos en mi habitación intentando seguir arreglando sus problemas.

Ben simplemente seguía acostado en mi cama y yo sentado, pero esta vez al pie de la cama.
--sabes... ¿qué te parece si mejor nos conocemos un poco más?-- esa pregunta no fué algo fuera de lo normal, pero lo curioso fué cuando se sentó para estar a escasos centimetros de mí.
--¿qué quisieras saber sobre mí?.
--bueno, no sé... ¿cuál es tu color favorito?-- no podía esperar pregunta más inocente tratandose de Ben con quien hablaba.

Preguntas tontas, preguntas serias, preguntas retoritas, cerradas y abiertas. De todo tipo de preguntas epezamos a hacer.
Uno de mis gatos se acastó en el regazo de Ben y él empezó a acariciarlo para que la peluda bola de pelos empezára a ronronear. Maldito gato con suerte.
--supongo que eres un chico de gatos, ¿no?-- mencionó con su sonrisa a labios cellados. Una tierna sonrisa, como así todas las sonrisas que pueda darme.
--sí... creo que es algo notorio.
Oh diablos, podría pasar toda la vida escuchando y admirando esa risita, pero incluso las mejores cosas del mundo se detienen por unos segundos; cuando mi madre nos habló para bajar a comer.
--en un momento seguimos, ¿si?
-- claro...

Concentrate idiota, todo en mi cabeza decía dos cosas. La primera era <<no importas tú, sólo él... ¡ayudalo, mierda!. Si de verdad lo quieres, dejalo ir>> y la otra parte decía, <<esa frase la dijo un idiota que no quería hablar sobre lo que sentía, pero yo no tengo porqué ser como ese idiota tambien>>.
Tantas estupideses que podría pensar en un sólo segundo.