sólo una pregunta...

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(Joe) 9/ dic/ 1999
En el jardín de la casa de Lucy, empezamos a hablar del tema ridiculeses de los bailes de invierno. Lucy concordaba conmigo en que esos bailes son inesesarios, pero Rami pensaba diferente, incluso pensaba en invitar a la linda Lucy.
--¿pero... qué es lo que no te gusta?-- preguntó Rami.
--no lo sé, ¿la desepción de algunos por quedarse solos?, de por sí las epocas navideñas son muy solitarias.
Ambos me miraron igual de confundidos.
Atrapado entre sus miradas y mi mente; entre la espada y la pared.
--seguro que tú eres una de esas personas que se mueeeren de celos por ver bailar a su persona ideal con alguien más, ¿no?-- añadió Luz con un tono sarcastico y de obviedad.
Me quedé callado y me encojí en mí mismo un tanto apenado.
Ella tenía toda la razón, pero no quería sonar como un celoso de mierda.
--tendrás que decirle algo, amigo. Si no es ese día no será nunca.
--no es una graduación, Rami.
--pero es el paso anterior a la graduación... es el lugar en donde deciden con quién quieren pasar el resto del año escolar ¡o de sus vidas?.
--eso es exagerado.
--"eso"... es realista.

(Ben) ● ● ●
Pensar en una persona en especifico. Pensar en esa persona todo el tiempo y mucho más en las noches frías en las que... no sabes porqué, pero quieres acurrucarte en sus amigables brazos.

Ese instante en el que estás cubierto por tus cobijas, pero al sentír una suave e insignificante brisa... imaginas que esa persona llega para abrazarte de una forma que sólo aquella linda persona sabe.
Esa fué mi extraña situación de aquella noche.
Acostado con una melancolía, debajo de mis cobijas y enganchado a mi almohada como si fuera una persona que me abrazaba.
Imaginé que al abrir los ojos, ahí estaba.

Su cabello pelirrojo alborotado contra la otra almohada y sus labios, oh, puertas de suspiros... entre abiertos esperando sólo poder mencionar algo.
Su mirada cansada color hazel y sus suaves manos peinando mi cabello.

Me sentí tan bien, eso se sentía tan bien, sin embargo... era una ilusión.

Confundido y un poco alterado. Me levanté rapidamente para distraerme con alguna cosa.
Ensendí la computadora para enviarle un mensaje de texto a Gwil.
El plan ya no tendría caso aún que Joe quisiera ayudarme...
● ● ●
Detención nuevamente, pero mucho más diferente. Me sentía incomodo y con mucho miedo pues no quería sonrojarme al verlo ahí junto a mí.
--Joey-- me apresuré a decir-- ¿podemos... hacer una sesión hoy?
--claro... si quieres podemos hacerla ahora...
--¡¡no!!, mejor... en donde siempre, ¿puedes?...

(Joe) ● ● ●
¿Porqué esa tensión?. Nunca la había sentido tan presente mientras estaba con Jones.
--quiero... preguntarte algo, Joe-- sabía que me encontraría con esa pregunta de ¿crees que pueda lograrlo?, o quizás ¿qué tal si no voy al baile?...
--sí, dime...
--creo que ya no necesito las seciones, pero...-- de nuevo podía ver ese brillo de sus ojos, de nuevo con vida-- por una buena razón.
--solo dime, ¿cuál es la pregunta?.
--¿quisieras ir al baile conmigo?-- no entendí la pregunta en un principio, así que contesté como yo entendí en mi logica.
--claro... es bueno acompañar a los amigos cuando sabes que ninguno de los dos tiene a alguien...
Ben empezó a reír y junto con eso... a confundirme, obviamente.

No sabía si lo dijo en serio o no, pero mi corazón se empezó a acelerar amenazando con salir de mi pecho para largarse con sus malditas maletas, huir a Seattle y cambiar su nombre... esperen, ¡¿de qué estoy hablando?!....
Ya ni siquiera podía pensar con claridad cuando Ben se acercó un poco más sin ningun titubeo, remordimiento o pena.
--ya ni si quiera sabes lo que dices, Jones-- tartamudeé confundido.
--no sé muchas cosas, Joe... pero si sé lo que digo y su porque... a veces.
--pues... siempre hay una primera vez... y probablemente es la primera vez que te equibocas...

No sé lo que dicía, no sé lo que hacía, no estaba conciente de nada en ese segundo fugaz en que sentí a Benny tan cerca...

Podía escuchar su corazón latír tan rapido como el mío, podía escuchar su respiración cortada y, lo más importante, podía ver ese brillo ya casi inusual en sus ojos.
--¿qué dices?--insintió en un susurro.
Sus largos y suaves dedos acarisiaron hebras de mi cabello sin alguna pena.
--en serio,Ben. Si esto es una broma... ya se está saliendo de...
No me dejó terminar, pues apenas me moví un poco para que retirára su mano, rozó sus labios con los míos en un inocente y corto beso que -a pesar de durar como medio segundo- casi hace que se detenga mi corazón.

Él era mi perdición
y mi más grande emoción.
Sólo era... él.
Era Ben.

Su beso se punteó con ese sonidito como un chu. Pero yo ni siquiera me moví, ni siquiera dije <<eh...>>, nada.

--no es una broma, Joe. Dí que sí... por favor... sólo dí que sí...

¿Cómo decir que no?. O sea... ¡¿cómo decir algo si quiera?!.

En el silencio. Intenté alejarme por instinto, pero algo dentro de mí corregía diciendo... besalo de nuevo, pero besalo en serio.
Mi mente no siempre gana. Esa curiosa vez... mi corazón ganó acercandome de nuevo para besarlo.

Hubiera pensado que el beso sería rudo por el intento de obtener ambos el dominio al inicio, no obstante... él dejó que yo me hiciera cargo -en cierta forma- de casi todo.
Era una satisfacción indescriptible... como esa sensación de tomar agua después de caminar un largo viaje, quizás aún mejor. Era increible.

Ese día descubrí un verdadero beso, casi como si fuera el primero. Esos buenos besos que son como el tequila... pues se pide una segunda ronda.

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