—Matt, entiende—el primer líder de los niños elegidos, Tai Kamiya, se encontraba caminando, mientras rodeaba la mesa de la sala de estar del departamento de la familia Ishida,—Este apartamento te pertenece ya que tu papá trabaja hasta altas horas de la noche. Al estar a cargo, eres la cabeza de este lugar. Por ende, si te pertenece, eso significa que este apartamento también es propiedad de Tai.
Con una sonría llena de triunfo, le dirige la mira al rubio quien se encontraba sin palabras. Definitivamente, su amigo de la infancia le provocaba un dolor de cabeza intenso cuando se trataban de estos temas. Todo empezó hace una semana, cuando su padre, Hiroaki, le avisó que empezaría a trabajar por más horas debido a que acababa de haber un corte de personal. Ahora, al ser menos en su área, tiene la responsabilidad de apoyar a cada uno de los empleados a realizar sus labores. Su día empezaba tal cual salía el sol y, la mayoría de las veces, no regresaba hasta la mañana del siguiente día, lo que significaba que trasnochaba en la estación de televisión. Aquello no le molestaba a Matt, él también llegaba tarde a casa por las prácticas con su banda entonces no había mucha limpieza que hacer. Cuando le contó a Tai, no creyó que este asumiría que podía hacer lo que le plazca según su propio criterio tras hacer dicha comparación: lo de Matt es de Tai y lo de Tai es de Tai y a veces de Matt.
Por más que le parezca ridículo y hayan tenido disputas por eso, Matt se alegraba de ver siempre a Tai con una sonrisa en el rostro y aquellos ánimos implacables. Creyó que esa estúpida regla se llegaría a aplicar a Sora pero, por suerte, Tai la mantenía al margen de todo, a la novia del amigo nunca se le ve ni como mujer e incluso se le evita intentar hacerse su amigo, salvo que esta última parte no se cumplía con ellos al tener una larga historia por detrás. Era como si nada hubiese cambiado salvo que esta vez Sora había hecho su elección. La niña elegida del amor iluminaba sus vidas y Tai pensaba apoyarla en toda decisión que tomase si es por su bien.
—Tai...—suspira la estrella de rock rubia,—Eso no significa que puedas hacer lo que se te plazca... ¡hiciste que todos entraran en este lugar tan pequeño con Digimons!
Al terminar, señaló a Joe, Izzy, Cody y Upamon, quienes trataban de entrar alrededor de la mesa en la que Tai se encontraba haciendo sus rondas al hablar. Los tres muchachos y el Digimon se encontraban apretados, unos pegados al lado del otro. Sudando por el abrumador calor del verano, sus cuerpos lloraban a más no poder. Lo peor era tener al elegido del conocimiento, ensimismado en su computadora personal sin preocuparle sus alrededores, ignorando el clima y la sensación pegajosa de los demás. Las bolsas que había traído Joe de su compra en la farmacia cercana con medicinas si es que alguien caía víctima de alguno de los platillos, incomodaba a los jóvenes.
El elegido del valor los observa de manera divertida, para dirigirle una sonrisa llena de burla.
—Lo de Matt es de Tai. Tai puede decidir qué hacer con lo suyo. Este lugar es perfecto a no tener a nadie quien nos moleste. Aparte de cocinar... podemos hablar entre nosotros como los hombres que somos.
Como siempre, Tai tenía un motivo escondido tras todo esto. Matt tomó noción de aquello y sucumbió ante su derrota, tragándose su orgullo. Si seguía con la discusión, el otro muchacho iba a seguir soltando argumentos inválidos en su defensa. Sin soltar aquella extraña sonrisa, Tai se dirigió a su cómplice de toda la vida, abrazándolo del cuello para llevárselo a un lejano rincón. A lo lejos, Joe y Cody, junto a Upamon, entablaban una amena conversación para matar el tiempo inventando respuestas para la razón por la cual los demás, Davis, Tk y Ken no habían llegado. Al estar ambos juntos, Tai vuelve a observar de reojo a Izzy, quien seguía en su misma andanza. Sin poder aguantarlo más, él coloca su mano libre cerca a la boca para empezar a murmurar, como si se tratase del último chisme dentro del mundo de la infame farándula.
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Engañando al Destino [DESCONTINUADO]
FanfictionÉl es una persona muy importante en su vida. Es capaz de adentrarse y dejarse llevar por la oscuridad por el amor que siente, con el único objetivo de salvarlo de sí mismo. Sin embargo, el destino no tiene el mismo plan. El Emperador ha vuelto, repi...