Capítulo 11: ¡Invasión!

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Al pasar por aquella puerta un cóctel de emosiones se empezaba a formar en mi, nervios, emoción y una inexplicable seguridad se mezclaban en mi estómago. " Bueno si llegue hasta aquí fue porque me esforcé y porque me mantuve determinado. Mas ni bien dar dos pasos adentro de lo que parecía ser una gran cúpula blanca, un gran estruendo seguido de un temblor se sintió por todo el recinto.

Un voz masculina un tanto aguda habló.

- Yo no fui

Seguido de eso un gran explosión se vio a través del centro del techo. De este bajaron unas 5 cuerdas, de ellas comenzaron a caer oleadas y oleadas de enemigos. Pero cuando pude ver el brazo de uno de ellos, el miedo se apoderó de mí, se trataba de la fatídica corporación terrorista de la Cruz Roja.

Verán siglos atrás existía una organización con el mismo nombre, cuya finalidad era la de poder ayudar a los necesitados a través de las limosnas de los fieles de una antigua religión, catolicismo creo, pero un día, la gestión de la organización paso a manos de un mafioso el cual cambio completamente el rumbo de la corporación. Despidió antiguos empleados y decidió "contratar" gente de su confianza. Así la organización que se dedicaba a realizar el bien paso a ser la más temida aún en pleno año
505.432.

En fin, el lugar se estaba empezando a llenar de esos sujetos y antes de que me percatase, un de esos sujetos se acercó a mi con baño de metal. Me congelé, sentí que era mi fin, dos pasos como guardian y yo ya había terminado mi servicio, que penoso. Pero antes de que el hombre pudiera golpearme, unas lianas lo amarraron de los brazos y piernas y lo mandaron lejos, luego de eso un chico poco más alto que yo, me gritó desde detrás de un muro de árboles:

- ¿¡Qué haces ahí parado!? Ven

Entre en modo elemental y en menos de un instante me encontraba allí. En ese muro improvisado se encontraban otros dos guardianes además de mí y el otro chico. Un de ellos era un hombre que rondaba cerca de los 2,40 cabello negro corto y ojos rojos, al igual que yo su contextura física era musculosa, el otro era un ojos verdes media un poco menos que la amarilla, tenía el pelo de un color marrón muy oscuro y la última era una mujer que media casi lo mismo que el ojos rojos, tenía un cabello negro largo que le llegaba unos 20 centímetros por debajo de los hombros y era una ojos amarillos. Los tres tenian una tez morena. El primero en hablar fue el ojos rojos:

- ¡Que demonios hacías ahi parado, te pudo haber matado!

La ojos amarillos le respondió

- Ya, tranquilo Gaita, esto lo tomo por sorpresa- dirigiéndose ahora a mi con un cierto tono alegre- mi nombre es Rinca guardíana del sol ¿Y el tuyo?

- Mi nombre es Raymond, guardian del Rayo.

El ojos verdes procedió tambien a presentarse.

- Mi nombre es Númael, y soy el guardian de las plantas, y el cascarrabias de allá de es Gaita, guardián del Fuego.

Gaita le dijo.

-¿ Sabes no soy un niño pequeño? me puedo presentar solo. Lo que dijo el muchacho un gusto.

Seguido de eso un brazo metálico atravesó el tronco de uno de los árboles, con la mala suerte que me pescó a mi del cuello y de una tirón, me hizo romper el tronco de aquel árbol para luego ser lanzado lejos de la Arboleda. El me se acercó a gran velocidad, dio un salto y lanzó un golpe que esquivé con facilidad, y seguido de ese vino otro y otro, todos los conseguía esquivar, menos uno, ese vino por detrás y dio un golpe certero en mi espalda baja haciendo así que mi armadura se abollara. Tras eso ambos trataron de golpearme, y pensé en esquivar los a ambos pero cuando quise doblar mi cuerpo, este se trabó por la abolladura que había realizado el cruzado rojo. Con ambos puños cerca mio y con pocas opciones decidí atacar con una puqueña explosión PEM (Pulso Electromagnético )y luego le dispare una pequeña descarga a uno de ellos, haciendo que ambos, primero se alejara y luego se adhieran el uno con el otro, uno de ellos gritó:

La Leyenda de Los GuardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora