3/05/2020
21:40
Llegamos al restaurante que Ginés le había recomendado a mi amiga, la verdad es que el sitio era precioso y olía demasiado bien nada más entrar.
El metre nos atendió en un momento ya que Irene reservo mesa hora antes, nos sentó en una mesa con la carta ya encima de esta.
— Venga, Noah, empieza por el principio. —Me sugirió mi amiga para empezar a hablar del tema que tarde o temprano tenía que salir a la luz.
—No sé, Irene, me lo estoy tomando como un juego, queda menos de una semana para volver a la rutina, para volver a mi vida y a mis problemas ¿Para qué voy a estar ilusionada por esto? Prefiero ser realista y saber que igual que hay un principio hay un fin. —Le dije intentando mostrarme segura de mis palabras.
—Pero ¿Por qué no dejas que fluya? ¿Por qué le tienes que poner un fin si no sabes si llegara? No estas siendo realista, siendo realista estas conociendo a un chico que te encantaba o al menos el papel que hacía en las batallas, sin destacar que ya te parecía guapo y lo sabes. —Me guiñó el ojo. —Siendo realista Noah no estas disfrutando del momento, es decir, te estas poniendo tu misma los límites.
—Los límites desgraciadamente venían puestos ya. Ojalá no fuera así de verdad, ojalá pudiera abrirme con una persona, pero los límites es la única cosa que me queda para que no me hagan daño, para no ilusionarme y llevarme la hostia de mi vida.
—Esto es por Eloy, ¿no? —Me medio afirmó mi amiga, aunque sabía que si era por él. Afirmé con la cabeza. —Eloy te utilizó, verdad, pero no todos son Eloy, no todos son unos cabrones como él.
—¿No crees que eso fue lo que yo pensé cuando lo conocí? Que él no era como todos, que era especial, y me utilizó, me trato como una mierda, le dio igual todo, me dejo a un mes de irme a vivir con él. Y lo que me jode es que no me diera cuenta antes, que no viviera de ilusiones que a veces son estas las que te matan porque idealizas a una persona y no le ves ningún puto defecto. No voy a volver a pasar por eso Irene y lo siento, pero entiéndeme. —Le dije a paso que recordaba el mensaje de Eloy en mi móvil el día que lo dejamos.
Vino el camarero y pedimos la comida y la bebida, teníamos que comer bien antes de beber alcohol, ya había bebido antes de comer y no se pasa muy bien.
Entonces en un momento mi mente se trasladó al día que conocí a Eloy. Era el primer día de universidad, estaba sentando en la puerta de facultad, nos miramos y seguí nuestro camino sin dar más importancia. Días después empezaron las novatadas de mi carrera que las organizaban los de tercero a los de primero y entonces en mitad de toda la fiesta y retos ahí estaba él. Mirándome y guiñándome el ojo. Empezamos hablar y hablar toda la noche. La conversación duro horas, días y meses hasta que se hizo oficial que estábamos juntos. Estuvimos casi un año, un año entero de ilusiones.
Eloy se iba a mudar a Madrid, le había salido una oferta que no podía rechazar, unas practicas en el mejor buffet de abogados de Madrid, no podía decir que no, eso era obvio, y hasta ahí ningún problema, es su vida y tiene que pensar en él, pero entonces la maravillosa frase apareció: ¿Por qué no te vienes conmigo? Como pude ser tan tonta de creérmelo que iba a salir bien.
Tuve muchas discusiones con mis padres, obviamente, tenía que cambiarme de universidad para seguir estudiando, tenían que pagar más gastos, a parte que me estaba mudando con una persona que se puede decir que había conocido hacía poco, no tener trabajo ahí, no tener ninguna seguridad de que pudiera estabilizarme ahí.
Pero la vida esta hecha para disfrutar y vivir aventuras ¿No? ¿Qué podía salir mal si iba a vivir con la persona de la cuál yo estaba enamorada?
Pues después de 3 meses de verano planeando todo, a un puto mes de irme con él, Eloy me envió un mensaje diciendo que ya estaba en Madrid y que no quería que fuera, quería una nueva vida en la que yo no estaba invitada. Me dio las gracias por el año que había vivido a mi lado pero que ya está.
El imbécil se fue, sin despedirse, sin pensar en mí, no me jodía que se fuera, tenía que pensar en él, pero no me incluyas para luego dejarme tirada.
No me hagas ilusiones para luego seas tu mismo quien me las maté de un disparo.
Y una lagrima apareció por mi rostro. —Nunca más Irene, nunca más voy a dejar que entren en mi corazón para que me hagan daño. Nunca más quiero sentir ilusiones revoleteadas dentro de mí. —Le di un trago a mi cerveza.
—Noah, aquí me tienes. —Dijo mi amiga cogiéndome de la mano y acariciándola.
23:00
Acabamos de cenar y nos dirigimos hacia la ubicación de la discoteca que Ginés le había dicho a Irene.
Irene me contó en la cena que había ido a ver muchas cosas de Madrid la noche que Javi y yo también nos fuimos por ahí. Y que a diferencia de mí no había puesto límites en su 'relación con Ginés' pero que por si acaso iba con pies de plomo, pero que había que recalcar que en 3 días le había conquistado el corazón después de tanto tiempo.
Me gustaba ver a mi amiga feliz, me gustaba verla sonreír y si Ginés le hace sonreír yo no tengo porque reprocharle nada o advertirle. Ella era mayor para saber lo que esta haciendo, pero si le hace algo que le doliera lo mataba.
Llegamos a la discoteca, le dijimos nuestro nombre al portero y este mando a otro para que nos llevara hasta la VIP que ahí se encontraba Ginés.
Cuando llegué vi que también estaba Javi, una sonrisa por mi rostro apareció, pero en unos instantes esta se desvaneció al ver quien estaba mirándome fijamente, no podía ser.
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Era necesario esta explicación del pasado de Noah para que entendierais el porqué de su actitud.
GRAAACIAS POR TODO :)
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De Barcelona a Madrid. // BNET
FanfictionMe quede callada, esperaba de todo menos eso, Javier Bonet. Me estas ganando y no me gusta perder. Y cuando digo ganando no digo una competición, digo ganando en el significado de captando mi atención y si tienes mi atención tienes mi tiempo y no me...