Lily vio con frustración cómo Severus y James se enfrentaban en un duelo compitiendo por su atención... otra vez.
Al año pasado ambos habían dejado de molestarse estúpidamente y en su lugar "firmaron" un acuerdo en dónde se enfocaría de manera sana en ganarse su atención y de ser posible... su amor.
Espectáculos de la más magnífica y compleja magia, para chicos de tan solo 16 años, fue exhibida por todo Hogwarts. Siempre buscando impresionarla, cartas, poemas y canciones le fueron dedicadas, hechizos y pociones fueron creados en su honor, túnicas y accesorios de importantes diseñadores le fueron traídos desde el extranjero, y por supuesto, las flores no faltaron.
Lily había rechazado las prendas y accesorios, ¡ella no es una interesada!
Aunque, claro que eso no evito que se emocionará hacia el galante gesto. Ambos jóvenes se estaban esforzándose mucho para llegar a su corazón. De eso ya hacia un año, acababan de ingresar a su séptimo y último año en Hogwarts, y tras mucha meditación, se dió cuenta de que simplemente le es imposible elegir entre ellos, no es posible elegir solo a uno y menos cuando está profundamente enamorada de ambos.
Es por eso que trazó un plan, uno en dónde se podría quedar con ambos y lograría que ambos se amarán entre sí.
Comenzó con pequeños detalles y platicas en dónde los incluía a los dos. Debe confesar que el primer mes fue una tortura, Severus y James discutían con tan solo verse, el intercambio de inofensivos pero audaces hechizos no verbales hicieron acto de presencia... casi de inmediato. Sufriendo "sutiles" cambios en la apariencia o cambiando los colores de sus casas por los colores de el contrario.
Así se hizo costumbre ver a James vistiendo los colores de Slytherin y a Severus con los colores de Gryffindor. Lily aprovecho esto y se encargó de usar accesorios de plata y oro, junto a prendas que resaltarán sus ojos y cabello, después de todo, el Verde y Rojo siempre han sido parte de ella.
Claro está que los idiotas de sus pretendientes no se dieron cuánta del mensaje subliminal que el juego de colores les estaba mandando. Los únicos que parecieron darse cuenta fueron Remus y Regulus. Quienes al gozar de tiempo libre decidieron acercarse... a socializar de una manera más civilizada, y se convirtieron en mudos observadores de la extraña y nada lógica relación de sus amigos.
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El segundo y tercer mes, Octubre y Noviembre, las cosas mejoraron un poco. Los hechizos siguieron siendo lanzados en cuanto Lily estaba "distraída" pero ya no con la misma intención, sino de una forma más juguetona y bromista... amistosa. Solo para mantener la costumbre, se digerón a sí mismo los magos.
Poco a poco, James comenzó a entender y apreciar la forma de ser tan sarcástica y burlona de Severus, y lentamente (muy lentamente) el menor fue dándose cuenta de los muy sutiles cambios de expresión en el mayor. Pero sobre todo, se dió cuenta del rechazo que profesa la casa de las serpientes hacia el futuro Maestro pocionista.
De igual manera, Severus notó que James no era un completo idiota. Se dió cuenta que el Gryffindor no era un completo insensible y, comprendió, que la razón por la que hacia bromas o chistes en medio de una situación muy seria o deprimente se debe a qué James no sabe cómo lidiar con las personas en ese estado. Y en un intento por animarlas trata de distraerlos de la manera que mejor sabe, bromeando.
Para entonces el tiempo que pasaban juntos, los tres, se hizo más grande. Hacían pequeños y discretos picnics en los terrenos del colegio o sobre un bote en el Lago Negro. Con bocadillos hechos por la pelirroja y bebidas traficadas ilegalmente por los Merodeadores.
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¡Plan con maña!
FanficJames y Severus están compitiendo por ganarse el corazón de la bruja más hermosa que han visto, han puesto a Lily entre la espada y la pared. La pelirroja se niega a elegir entre ellos, entonces hace un intento desesperado por lograr que esos dos d...